18 de febrero de 2011

SILO - Charlas con Mensajeros entre agosto y octubre de 2005


ORDENAMIENTO TEMÁTICO DE LAS CHARLAS DADAS POR SILO CON MENSAJEROS

EN BOMARZO, ARANJUEZ Y LA CAZADORA, ENTRE AGOSTO Y OCTUBRE 2005


1. ACERCA DE LAS CARACTERÍSTICAS DEL MENSAJE.


- El Mensaje en el mundo actual

El Mensaje anda muy bien para este mundo, para esas cosas que estamos hablando. Es así de gaseoso, como son estas cosas. Es homogéneo El Mensaje con las cosas de ese mundo, que son muy gaseosas, que son de poca representación y de mucho significado. En el Mensaje hay un nivel de comprensión, un nivel de experiencia interna, un nivel de comprensión y acumulación. Hay acumulación.

¿Qué pasará a futuro? No lo sabemos. Sí sabemos la dirección que toman algunos acontecimientos, eso lo sabemos todos. Y hay direcciones un poco inconvenientes. Y tratamos de formar una especie de centro de gravedad, pero adentro de las personas, para que terminen llegando al medio.

No vaya a ser que esté ocurriendo a nivel mundial, a escala universal, que en el ser humano se esté en una búsqueda, se esté presionando en gran escala, porque si el ser humano está presionando, está buscando, está esperando respuesta y bueno, algo va a pasar. No con nosotros, digo en general, llevando estas cosas a otros campos. Ya se está notando en la gente en distintas latitudes, en distinta manera, se encuentran con nada en las manos, con atmósfera y para colmo polucionada. Se están encontrando con las manos vacías. La gente, no se si está bien o está mal, pero el hecho es que la gente está buscando en otra dirección, diferente a lo que sucedía en otros siglos, en otras décadas. Esto se está acelerando.

Muchas veces nos hemos adelantado a una cantidad de cosas que luego ocurrieron. Y ¿por qué ahora no?.

Sí, está en la gente esa búsqueda, está en la gente esa pregunta. Habrá respuesta a esa búsqueda, a esa pregunta. ¿Cómo será esa respuesta?. Imposible saberlo.

Nosotros somos un poco, en pequeño, respuesta a eso que está pasando en la gente. Está, está en la gente poniéndose en marcha.

Ojalá se haga todo más coherente al mismo tiempo, ojalá tenga una misma dirección en uno... Ojalá que uno se haga más unitivo, reemplacemos ese Yo ilusorio por algo permanente que no es el Yo, que no tiene realidad acá pero tiene realidad en ese otro mundo... ¡vaya a saber!

Sin duda se hace uno mucho más sensible a eso.

P.: Nos encontramos con mucha gente que tiene temor al silencio, a escucharse a sí misma, ¿qué sugieres?.

Negro: A ese amigo, que te acompañe a esa reunión, que relaje su mente, su corazón y su cuerpo, y que deje que algo se manifieste en él. ¿Qué se va a manifestar en él? Algo que está en él tapado, absolutamente tapado, tiene miedo, que pruebe, nada malo va a pasar, puede pasar lo mejor. Y no necesitamos mucha teoría, todo lo contrario, en realidad necesitamos barrer la teoría, qué buena una cierta pobreza de corazón. No repartimos una riqueza, sino más bien una cierta pobreza de corazón.

Lo que en todo caso siempre es muy bueno es que exista el intercambio entre gente próxima, gente lejana, pero hay intercambio. Entonces allí están las referencias en el intercambio. Ahí veo lo que hizo el otro, lo que aportó el otro, lo que me puede servir, lo que tomo del otro y lo modifico. Eso también es un diálogo, un gran diálogo entre gente que está presente y gente que no está presente. Ese diálogo es absolutamente creativo. Así que aún en las experiencias hacemos nuestras propias producciones y nos comunicamos. Esta parece ser la forma más adecuada.


- Los ámbitos

Y cuando se dé alguna otra explicación, siempre será interesante recordar que la cosa no va a estar ahí, en la explicación, en las palabras. Si se da otro nivel de explicaciones, será nuevamente una postura de ámbito.

Reconocer esa experiencia que aparece en uno: si hay un método de actividad en esta materia, ése es. Un método de actividad: poner un nuevo ámbito. Dar un pasito más. Entonces viene una nueva explicación ¡Esta explicación es muy interesante! No, esta explicación no es lo interesante.

Algunos son más aptos que otros para poner esos ámbitos. Son los ámbitos el tema. ¿Y por qué? Por las imágenes que se usan, por el ambiente que se crea, por la atmósfera que se comunica a la gente, por lo que sea, por todas esas cosas, la gente se pone en un ámbito. Y ahí, vibra bien la cosa.

Hay ceremonias, un ámbito. Pasas a otro nivel de experiencia.

Podemos generar esos ámbitos, sí, podemos tener esos ámbitos, lo podemos hacer con algo de lo que conocemos: nuestras Ceremonias. Podemos crear ciertas condiciones en que la gente se pone, y la gente podría ponerse en esas condiciones en situaciones especiales y podría ponerse mucha gente en esa misma frecuencia.

No sè si acá hay algo que uno diga, sino el ámbito que formen esas personas.... para manifestar esa experiencia y si yo puedo ayudar a que se ponga ese ámbito estamos bien, y no será por las cosas que uno diga sino por el ámbito que uno pone desde donde se hacen esos lanzamientos.

Y puede resultar muy útil todo este asunto, puede resultar muy útil... no por el lado de las respuestas que se dan sino en los ámbitos que se ponen para que la gente construya…Tú dices: es un galimatías, una calesita. Y bueno, es la naturaleza de estas cosas… ¿Y cómo se avanza? Y… más o menos se avanza.

Hay experiencias, son personales, la experiencia personal es muy discutida hasta por uno mismo, uno duda de su propia experiencia, se mira al espejo y duda y dice: “¿hoy lo experimenté o no lo experimenté?”.

Así que imagínate cuando son 20 personas, cada uno duda de su propia experiencia, imagínate multiplicado por 20 es una cosa tremenda, sin embargo en esas experiencias compartidas que nosotros llamamos Ceremonias, se ponen esos 20 en una misma experiencia y hablan de un registro, se ponen en otra experiencia o en otra Ceremonia y hablan de otro registro y las explicaciones son variables pero hay una comunidad grande en lo que dicen... Una gran comunidad en lo que dicen de esas experiencias.

Así que es como si se pusieran ámbitos donde se puedan potenciar esas experiencias.

Pero no estamos hablando de cualquier experiencia. Estamos hablando de las experiencias que podríamos llamar trascendentales, para decir que no son experiencias cotidianas aunque peguen en lo cotidiano, pero son esas experiencias... que no se encuentran en el quehacer diario, se encuentran en otra región, como si fuera en otro espacio mental....

En otro espacio mental, en otro tiempo mental, experiencias que tienen un sabor a cosa muy antigua, experiencias que tienen sabor a cosas de tu niñez, experiencias y un tiempito raro, un espacio raro...no son las experiencias cotidianas, todo esto se mueve en experiencias que no son las cotidianas, y esto es así, ¡son no cotidianas!. Son muy inútiles cotidianamente, pero es muy cierto, se pueden potenciar esas experiencias no cotidianas, que trascienden lo cotidiano, lo trascienden en su tiempo, lo trascienden en su espacio. De eso tratan esas experiencias que conectan a la gente en una misma base trascendente, que trasciende lo cotidiano. Crear ámbitos mentales en los que se potencie la experiencia trascendente, donde participa la gente de una misma experiencia ceremonial. Tiene gracia crear esos ámbitos.

P.: En ese caso (en Bomarzo): ¿dependía de las preguntas y de las respuestas? ¿De la disposición que había entre todos los nuestros que estaban allí?

Negro: Has dicho bien, en la disposición de la gente, porque la gente se ponía en una especial frecuencia, entonces no estábamos haciendo una Ceremonia, pero había una base experiencial común, la gente se ponía en una misma onda, eso es cierto, Así que no importaba mucho lo que uno dijera, era la gente que se ponía en una determinada onda. Tú dirás: “Bueno, pero algo harías tú”, y sí, yo ayudaría a crear ese ámbito y todos ahora nos ponemos de acuerdo, nos ponemos en una misma onda. ¿Notás lo que te digo? Es como si uno fuera un pretexto para que la gente se pudiera poner en esa onda.

Y nada malo puede ocurrir.


- Nuestras Salas y el vacío

Con toda la competencia que hay hoy en día, con la competencia de cosas, ideas, libros, no podemos competir, estamos en inferioridad de condiciones. Ellos tienen películas, videos, tienen TV. Tienen todo, nosotros no tenemos nada. Incluso si llegamos a bajar una sala, no la vamos a decorar por dentro. ¿Y qué va a haber dentro? Nada. Va a ser una sala vacía. ¿Y para qué se puede necesitar una sala vacía? Se puede necesitar para que las cosas, que son tantas, no entren. Es una defensa frente a las cosas. Lo único que hay dentro son personas. Hay personas que se reúnen, si quieren, si les gusta, si no, van solas, y entonces hemos creado un ámbito y lo que debe importar es cómo lo llena la gente.

Las "stupas" budistas por ejemplo, son unas construcciones grandes con una bóveda - una cúpula-, tienen unas puertas, uno llega allí... ¡y no puede entrar porque están llenas!!. No puede entrar.

Acá ocurre en ese sentido lo contrario. Uno se encuentra con todo vacío. No molestamos a nadie, no le hacemos mal nadie. Estamos tranquilos en la nada, en el vacío. En ese momento no necesitamos que nos digan por TV qué tenemos que pensar, qué tenemos que hacer, no. No necesitamos que el jefe en la oficina nos mande de un lugar a otro. Estamos tranquilos, para hacer nada. Divertido puede llegar a ser! No vamos mucho más allá que eso.

Así que más bien que con lo estructurado trabajamos con lo desestructurado, en lugar de lo lleno trabajamos con lo vacío, en lugar de la ropa trabajamos con las personas, en lugar de la exterioridad trabajamos con la interioridad, y no oponemos una cosa a otra. Complementamos. Y nuestras Salas serán vacías. Pero cómo, ¿van a construir una cosa para que no haya nada? Efectivamente, porque habrá algo más que nada, habrá personas y esas personas lo que necesitan es un ambiente, un lugar donde puedan hacer sus cosas, pero no necesitan ni cuadros, ni cosas colgadas. Necesitan, al revés, que puedan tomar contacto con ellas mismas, es lo que en definitiva va a importar.

No sé si uno u otro hace el vacío, pero algún vacío se hace ahí , es un birlibirloque. Sí, pero hay un vacío; se pone uno en esa frecuencia, la navega esa frecuencia por un ratito, después ya no sabe ni de qué esta hablando, navego un ratito en esa frecuencia, y eso tiene un saborcito como de otro tiempo y otro espacio, un ratito y ya está y hay una cosa que sale de ahí y llega un momento en donde la gente ¡zac! engancha ahí. Conectó ahí.


- Las ceremonias

P.: ¿Qué es lo hace que tenga tanta fuerza la ceremonia conjunta? Porque uno se sienta bajo un árbol y no pasa nada.

Negro: Pero uno se sienta con unos cuantos amigos y si está bien sincronizado, pasa de todo. Es así. Parece que hubiera una comunicación más que corporal, parece que hubiera una comunicación energética.

Y tal vez sean diez personas, o tal vez cien, o tal vez millones. Y si en la experiencia vemos que cuando nos juntamos varios y nos sintonizamos bien, las cosas crecen, creemos que puede pasar algo muy grande a nivel social cuando la gente empiece a sintonizarse. Pero no es como para teorizar mucho.

La experiencia básica de gran calibre, de gran fuerza, esa experiencia de búsqueda o como quieras llamarle, esa es la que cuenta.

Podemos potenciar ese registro, hacerlo mas fuerte, lo mas que podemos hacer es potenciar ese registro y podemos tener acceso a experiencias comunes... ¿Cómo hacemos ese acceso a experiencias comunes?. Con un truco. Un truco que es el truco de las ceremonias. Cada ceremonia nos pone en un nivel de registro.

Y en realidad, detrás de cada experiencia de esas está esa pregunta. Esa pregunta de fondo. Eso es lo que se aclara, no con palabras, se aclara ese registro. Cuando la gente hace esas experiencias y en distinto nivel se conectan, todos ellos están trabajando las preguntas fundamentales; todos ellos están en eso aunque no hagan esas preguntas con palabras.

P.: Negro, eso quiere decir que con las experiencias iría aumentando la comprensión.

Negro: Y... se puede decir eso, desde la experiencia va aumentando la comprensión, pero no es una comprensión “explicativa”, no es una comprensión argumental donde uno se va enganchando con esa lógica propia de nuestra gramática. ¿no es cierto? No. Pero aumenta la comprensión de éstas cosas, de este mundo. No aumenta la comprensión de “¿Pasa el once por acá?” ¿En una galería? ¡Un carajo!, ¡No, no sabés ni dónde estás parado!, ¡al revés!, disminuye la comprensión de esas cosas. Si, sí, sí. Y claro.....Pero aumenta la comprensión de estas cosas. Sí. Como si fueras más apto para ese otro mundo... ¡¡como en éste eres un inepto!!.... Entonces... no te queda otra que... Claro, claro, (Risas) que pasarte para el otro... claro, claro, sí, hay mucha comprensión de estas cosas.

P.: Cuando haces la ceremonias es como que todo ese ruiderío sale...

Negro: Sí, en las ceremonias cuando logramos eso va muy bien, y se mueve con fuerza, pero el ruiderío en los primeros momentos se impone, te cuesta entrar ahí y no sabes cómo ponerte ni dónde ponerte. Ese ruiderío está actuando. Si tú permaneces ahí, ¡trac! te sintonizas, si tú permaneces ahí, no es mucho esfuerzo pero hay que hacerlo. Si tú estás ahí hasta que te sincronizas... va. Pero al principio todo baila: lo que piensas, lo que sientes, todo ese lío. Si puedes permanecer ahí un poco, suave, suave, sin agarrar nada, no, suelta. Ahí va bien. Va bien.


2. ACERCA DEL SENTIR VERDADERO

P.: El material de la Religión Interior es un material que a mí personalmente me es difícil dar a las personas nuevas. De hecho no lo doy, porque hay cosas como el doble que vuelve hacia sí mismo, se hace consciente y si alguno me pregunta qué cosa es eso yo me voy. Por lo tanto no he dado nunca este material. ¿Qué hago, qué se debe hacer?

Negro: No lo des. Claro, si uno hace algo por uno mismo, por los demás, con los materiales, tienen que sentirlo, tiene que creerlo, ¿cómo vas a darlo si no? Lo que no sientas, no lo transmitas, transmite solo lo que sientes, lo que te suena internamente verdadero, pero no desde el punto de vista de la verdad, sino desde el punto de vista de la experiencia interna. Así, eso es lo que vale.

P.: Así que a la pregunta de qué significa eso en particular me dices que yo tengo que experimentarlo.

Negro: Sí, sin duda, no hagas lo que no sientes, eso es lo peor que puede pasar en estas cosas. El tener una gran contradicción interna te cierra puertas, así que no hagas lo que no sientes en estas cosas. En otras cosas no sé, lo que le dices al jefe en la oficina, le dices muchas cosas que no sientes, en lo cotidiano uno dice muchas cosas que no siente pero en estas cosas no hagas lo que no sientes. Ese sería un pecado. No es un pecado no sentir ciertas cosas, el pecado está en falsificar lo que no sientes.

Nosotros exponemos una experiencia, unas ciertas palabras que organizamos del modo que nos guste, y no tenemos libros sagrados, ni imágenes sagradas, ni cosas permanentes. Tenemos un proceso al cual apostamos, a que algo vaya mejorando adentro nuestro y que mejore hacia el mundo. A eso apostamos, a algo que todavía no es, a un futuro y no a una demora en el pasado. Pero, claro, nos comparamos... nos comparamos con nosotros mismos: ¿de dónde venimos?¿ y hacia dónde vamos?

En esa experiencia interna podemos ir en una vía, en la misma vía, es una experiencia fuera de lo cotidiano. El Mensaje y demás pega, está bien, sí, se habla de lo cotidiano, se habla de los que están cerca de uno, de los parientes, de los amigos, de la sociedad, todo eso está bien, pero lo que mueve todo eso es esa experiencia interna.

Y las experiencias se van cultivando a lo largo del tiempo, si uno está en estas cosas, mínimamente va descubriendo esa experiencia y se refuerza. Eso tiene un saborcito interesante y fijate, que está lejos eso de la explicación por palabras, o sea toda esta conversación que llevamos y no se sabe de qué estamos hablando, en todo caso lo estamos haciendo con las palabras, con la explicación, estamos peraltando un tipo de experiencia que no se traduce en imágenes, un tipo de experiencia que es capaz de reforzarse, de crecer internamente, un tipo de experiencia que parece que cargara pilas, de tal manera que de pronto se producen irrupciones, pasa de ser algo inspirador para cambiarse en una conversión de sentidos de vida y de la dirección hacia donde uno va. Y lo que cambia con más relieve, con más consecuencias y demás, es la dirección de la vida del sujeto, cuando es un fenómeno “de conversión”.

Debería servir de materia prima, para decir: “esto es muy interesante”, viene por el lado de los significados y no de las traducciones. “Y apareció Dios y dijo ...” Dios no aparece ni dice ... (...) No te vayas a la deriva.... Pero fijate qué interesante. El fenómeno de conversión que mencionaste hace un rato es un fenómeno existente, psicológicamente posible, ocurre entre las personas, son fenómenos de gran conmoción. Esos fenómenos existen, a uno le pasa también en pequeña escala, como granitos de sal, le pasa a uno también, uno tiene pequeñas conmociones de conversión de cosas que lo desacomodan a uno, son interesantes esos registros.

Y los significados eran como tal cosa pero no es lo mismo, era como si me hubiera pasado y empieza uno hasta a delirar, era como si pero no es así (...) los fenómenos de conversión, pasan muy frecuentemente, si uno se fija en su propia vida va a ver muchos casos de choquecitos pequeños...Un electroshock, un despelote, que ocurre. Son fenómenos importantes: ¡la gente se cae al suelo!, ....sí, sí....(Risas)

Dirás: “Estás explicando con palabras un fenómeno....”. Sí, sí. El fenómeno de conversión, precisamente, es un fenómeno de cambio de dirección de vida, y no es posible esa supuesta conversión que se produce en uno, si la vida de uno sigue por los mismos carriles de siempre. ¡Y no vamos a creer lo contrario!, De que por el hecho de cambiar los hábitos de vida se produce un fenómeno de conversión. No es así. Pero cuando ocurre un fenómeno de conversión, ocurre un fenómeno de cambio de dirección de vida.

Hay significados que pegan severamente en el lomo, esos significados que pegan fuerte, ¡convierten la vida!. Ahí pasan esos fenómenos raros....:-“Eh, yo tomaba mucho y mi mujer me decía que me iba a dejar si seguía tomando , pero de pronto fui a lo de no se quién y me pasó una cosa que me cambió...”. Son fenómenos de conversión .(...) ¡Por lo pronto se les convierte la vida a las personas!. Eso ocurre por alguna experiencia especial que tienen .... ¡Te lo dicen!, no tienes por qué no creer ¡Se les convierte la vida! Y eso sí es algo serio. Se les convierte la vida y después no se qué harán. Pero el impacto lo recibieron.

La dirección es el tema que nos está preocupando en este momento, es la dirección lo que cambia, el modo de hacer las cosas, por supuesto.


3. ACERCA DEL AMOR Y LA COMPASIÓN

Sentir en esta dirección me parece que es un gran avance. Tratar de lograr esa comunicación con lo que llamamos la humanidad me parece un gran avance, pero dar por sentado que sentimos amor por la humanidad me parece que deberíamos revisarlo. Porque estas cosas que son tan importantes y que al final terminan en una imagen del mundo, hay que tratarlas con cierta delicadeza, no son slogans: Yo amo la humanidad! Bueno, felíz de ti que logras eso, pero bueno, ¿dónde lo sientes? ¿En el pie?, ¿en el corazón? ¿Qué te da, una respiración profunda? ¿Modificas la realidad, la alucinas de algún modo? ¿Sientes una poesía cuando hablas de la humanidad? Bueno, habría que hacer un trabajito con el otro, sentir al otro y a los otros.

Ese salto del otro a los otros no está en nuestra cultura, está en una frase, está en un slogan, no está como registro. Yo puedo experimentar el amor por el otro. Pero ¿cómo hago para experimentar el amor por los otros? Yo no daría por sentado y por cerrado este negocio: “Está claro, sentimos amor por la humanidad”. (risas). Así no avanzamos.

Yo tengo en claro que siento amor por otro y yo deseo profundamente sentir amor por los otros, yo trabajo internamente para expandir mi amor y para saber cómo hacer y cómo va mi trabajo, tengo experiencias, tengo registros distintos, veo cómo avanzo y yo aspiro algún día a registrar ese amor por la humanidad, pero yo no lo registro y no miento ni me miento y aspiro a ese amor por la humanidad y si yo estoy en esa dirección, entonces tendré que reconocer que estoy amando a la humanidad que está en el pasado y que está también en el futuro. Es una humanidad que no veo, es una humanidad que vendrá, que vendrá...

Podré hacer eso si empiezo a expandir mis sentimientos hacia los otros que están porque los veo, que están presentes. Imagínate llegar a la historia de la humanidad, no hablo de datos históricos, hablo de la humanidad hoy presente que es la continuación de una humanidad que ha trabajado desde hace miles de años, cientos de miles de años. ¿Cómo puedo experimentar amor por esa humanidad? Es un proceso, siento amor por el proceso humano, algo que va cambiando, y se va transformando, no como una piedra, como algo estático, algo que tiene futuro, algo que me hace apartar todas las piedras del camino.


4. ACERCA DE LA BONDAD

N: ¿Qué podría decirte de la bondad? Que se experimenta como una reconciliación con uno mismo aunque se refiere a los otros.. Así como se experimenta el odio, lo opuesto a la reconciliacion, a la bondad.

El odio te lleva a una tensión tal que exige una catarsis, una tensión inaguantable, en donde no soportas al otro, donde quieres hacer desaparecer al otro.

En la bondad se amplía el otro y en él te reconoces y eso te reconcilia. Y ese es un registro unitivo.

El otro caso es un registro de disolución, de desintegración. Y cuando eso pasa, lo recuerdas como algo desintegrador, como algo malo que te pasó. Y cuando sucede lo otro, cuando recuerdas un acto de bondad que has producido, lo traes a la memoria y te sirve hoy. Eso es lo que tú necesitas recordar, lo bueno que has hecho, y eso es lo que te invita a hacer esas buenas cosas en el futuro.

Si hubiera alma, esa alma trabajaría con fuerzas, con fuerzas que van produciendo una cierta unidad o fuerzas que se contraponen, que se oponen entre si. ¿Para qué habría de continuar esa alma, para sentir siempre ese sufrimiento, esa oposición? Si esa alma existiera quisiéramos que esa alma fuera unitiva, que tuviera un centro hacia el cual todo converge y todo se armoniza en ese centro. Quisiéramos que eso sí fuera creciendo. Aspiraríamos a una alma en crecimiento y no a una alma estática, fija como una fotografía, viviendo en una determinada habitación, dentro un salón. Sería un alma que se amplía.

En el medioevo hablaron del alma del mundo. Un alma más allá de lo individual de lo personal, pero que permitía que las cosas funcionaran. En los animales y en la personas, en esa época se creía que existía un alma en las personas y en los animales. Era lo que anima-ba a los anima-les. Era ese principio que le daba movimiento. Y de esa alma entendieron que en algún momento se producía un nuevo principio que ya no era simplemente el alma. Se parecía más a un soplo, a un espíritu, algo que se sentía adentro, en el corazón, en los pulmones, era algo como respiratorio, un pneuma, como los neumáticos (risas) que tienen aire adentro.

Así se sentía en esa época el espíritu, como un principio distinto al alma y ese espíritu no estaba existiendo siempre, se creaba, se iba generando por lo que hacías, porque tú estabas en este mundo con tu cuerpo y hacías cosas con tu cuerpo, no solo subsistías, no solo comías cosas, cumplías con tus necesidades, sino que tenías aspiraciones, tenías tendencias al futuro, a ver qué tipo de cosas ibas a lograr y lo hacías con personas en un mundo de personas. Te relacionabas con las personas en un modo unitivo o de un modo contradictorio. Y cuando te relacionabas con las personas contradictoriamente también creabas contradicción en ti mismo, entonces no podías volar hacia el espíritu, no podías construirlo, te faltaba unidad. Y para obtener esta unidad necesitabas de actos de bondad. Esto creían los antiguos.

Es nuestra dirección mental lo que juega en estas cosas. Iremos dando unidad a nuestra mente, a nuestras acciones, o iremos disolviendo esa unidad, aumentaremos nuestra carga de contradicciones o pondremos todo nuestro esfuerzo para direccionar hacia la vida.


5. ACERCA DEL PREGUNTARSE “QUIEN SOY” Y “ADONDE VOY”, DE LA ILUSION Y EL “YO”.

P.: Quería preguntar sobre ¿quién soy y adónde voy?.

Negro: Eso es un problema. Todo “El Camino” es un problema. Son pocas palabras, ¡menos mal que son pocas! (risas). Quién soy y adónde voy. En cuanto tratas de entender quién eres, cuando tratas de pensar quién soy, empiezas a hacer, sin darte cuenta, un análisis, una división, mentalmente vas dividiendo. Yo no soy el de ayer, sin embargo hay algo que se conserva en mí desde que era niño. Pero yo no soy ya ese niño. ¿Qué es lo que se conserva en mí desde que era niño que me permite decir que soy el mismo? Sin embargo no soy el mismo, hay una alucinación permanente (risas), hay algo que me permite decir: sí, sí soy el mismo pero no soy el mismo. Bueno, pongámonos de acuerdo (risas). Hay algo que no cambia, ¿y qué no cambia? Hasta la ropa cambia, la ropa de antes me queda chica, en poco tiempo más me va a quedar grande (risas). Bueno, ¿qué permanece entonces?

El nombre permanece, algo externo, un documento de identidad (risas). ¿Qué más? ¿Qué es lo que me da identidad? ¿Quién soy yo?, ¿el nombre soy yo? No, el nombre no. ¿Mis experiencias me dan identidad? O yo me recuerdo de un modo muy distinto en un momento y en un modo muy distinto en otro momento. Resulta que ni siquiera mi memoria me da permanencia, mis proyectos han cambiado, es decir, mi imaginación de cosas a futuro ha cambiado.

Entonces ¿quién soy yo? Tal vez yo sea simplemente una ilusión. Yo en cuanto yo, tal vez no exista, tal vez sea una sumatoria de cosas, que me producen el registro del Yo, un Yo que no cambia, como si fuera una unidad. Pero si en cambio empiezo a descubrir que ese yo es cambiante, y determino también que si este Yo cambia, no tiene permanencia, es ilusorio, es una sumatoria de cosas, es memoria, es imagen, es recuerdo, es proyecto, pero no es una cosa. Pero yo creí hasta ahora que mi Yo es permanente. Y cuando digo “Yo”, soy el centro del mundo (risas) y lo digo Yo. Ese es el registro de lo universal en mí. Bueno, no es así! (risas).

Pero claro, no mortifiquemos a la gente, ¿para qué habríamos de mortificar a la gente?. Porque si ese Yo es ilusorio todas las cosas que creo... bueno, también son un poco ilusorias y todas las cosas por las que sufro también son un poco ilusorias. Pero no mortifiquemos a la gente porque si lo que creo, lo que pienso y lo que siento es ilusorio y si mis sufrimientos son también ilusorios, esto que estamos diciendo no ayuda a la gente. Entonces cuando me preguntas por eso yo le escapo a esa pregunta (risas) porque crea muchos problemas, pero de todos modos un pequeño trabajo por preguntarme a mí mismo quién soy yo, me hace reflexionar por cosas que no son tan permanentes, tan seguras, tan inconmovibles y me hace pensar sobre el sentido, pero sin mortificarse, sino de un modo suave.

¿De dónde vengo? Es una revisión. ¿Adónde voy? Y no lo sé, no lo tengo tan claro, sería interesante ir aclarando este camino, como si en esa reflexión se fuera poco a poco perfilando un futuro. Pero sin mortificarme, si no, crea muchos problemas esa reflexión llevada a la profundidad. Vamos despacio y entonces este camino es un camino para ir despacio, no para meterse en profundidades en donde termino descubriendo que el Yo desaparece, que mis aspiraciones están movidas por cosas efímeras, que mi sufrimiento se basa en cosas efímeras, que lo que quiero lograr y lo que temo perder, sufro por imaginación, sufro por el recuerdo, sufro por las impresiones de un Yo que es móvil. No vale la pena sufrir así! (risas) no vale la pena tener un Yo. Más vale que tengamos un nosotros (risas) y que se faciliten las cosas en la gente, en nosotros, y no un Yo metido dentro de mí mismo. Solo yo en una isla mental, donde todo lo que pienso, lo que siento, lo que me pasa es ilusorio y sufriente. Pero está bien considerar suavemente quién soy yo y a dónde voy.

P.: Y en las experiencias conjuntas donde se da como esa onda, como un ámbito diferente, ¿qué pasa con el “Yo”?

Negro:- Y... desaparece un poco en esas experiencias, no estás preocupada por el Yo... En esas experiencias estás en una frecuencia interesante, muy compartida, pero no están esas preguntas. Esas preguntas no están ahí, desaparece bastante. Y es en realidad lo que pasa porque el tal Yo no existe, pero uno tiene la ilusión de que existe, y en esas experiencias poco con el Yo, poco. No tiene relevancia. Se queda hecho una especie de “pasa” (Risas). ¡Aquí viene, dicen todos! Y uno va y se siente observado..¡aquí viene! (Risas) ¡claaaroooo!. No, no, una pasa de uva. Ese es el Yo en esas experiencias, porque hay otras cositas que están ahí que son interesantes. El Yo ahí no está rigiendo el asunto. ¿Cómo me veo?, ¡Cómo me aprecian! No. Si estás en eso... tampoco pasa nada grave, pero si estás en eso, me parece que le estás escapando al “vizcachazo”. Si estás en eso, si estás preocupada por esas historias, no estás, no te lográs sumergir en esa experiencia.

Meterte ahí en esa buena frecuencia, y...no entendés bien, y aflojo, aflojo, aflojo y shhhhhhhhhh, me sumerjo y entonces ahí hago un trabajito.


6. ACERCA DE LA POBREZA DE CORAZON Y EL YO

P.: ¿Qué es la pobreza de corazón?

Negro: Es algo en lo que no te regodeas de lo que tienes, sino de lo que no tienes.

P.: ¿Cómo puedes saber lo que no tienes?

Negro: Exacto, esa es muy buena pregunta. No lo puedes saber, no lo puedes saber. Buscas, y lo buscas con necesidad. No sabes lo que no tienes, no sabes lo que tienes, pero sabes lo que necesitas, buscas entre lo que necesitas. ¿Qué necesitas? Necesitas quietud, necesitas ¿qué?, ¿una cierta idea de felicidad?, ¿qué piensas de la felicidad? Necesitas ¿qué? ¿De dónde vienes, adónde vas con tus cosas? Y no sabes ni de dónde vienes ni adónde vas, pero ahí hay unas preguntas que estás haciendo, de dónde vienes adónde vas.

La “pobreza del corazón”. Uno se siente... bueno, unos más que otros, hay algunos especialmente paranoicos que se sienten tan importantes... (Risas)

En cambio, cuando uno se siente un infeliz, le importa un carajo y hay distintas experiencias y esa “pobreza de corazón”... tanta vanidad ..., no ayuda, más te ayuda lo otro.

La “pobreza de corazón” es la pobreza de emociones, la pobreza de registros, es casi la estupidez. Entonces no estamos exaltando la riqueza de imágenes, la riqueza de emociones, la riqueza de no se qué... ¡No tanta riqueza!

Por ahí vale la pena sentir, por ahí.

Y no vale de mucho la riqueza, y no se avanza mucho por ahí, sino por el otro lado.


7. ACERCA DE LOS MOMENTOS DE INSPIRACIÓN

Allá va el Mensaje, trabajando en esa dirección. Lindo eso. ¡Esos momentos de inspiración son los mejores!, no sabe uno si le ha pasado algo jodido (Risas) pero esos momentos son incomparables. Uno se mete en una frecuencia, en una cosa y ¡paaf! ¡Eureka!

Después vuelve, la pasa muy mal, pero no se olvide y tome nota de esos momentos de inspiración.

Me imagino que se sabrá de qué estamos hablando ¿O no?, ¿Ah sí, sabés? ¿De los momentos de inspiración? En algún momento te tiene que dar una patadita. ¡¡¡Claro!!!, si no te da, eso sí, ¿que tienes que tomar? ¿anfetaminas? (Risas) ¿mahonesa?

Si tienes que hacer todo eso para que te de algo de inspiración, ¡despídete...Francisco! ¡estás jodido! Para tener un poco de inspiración... y, esa inspiración es muy ... ¡ahhhh! ¡se te abre el cielo!

Pasan esas cosas ¿o no? Bueno, no sé, pero pasan. Y esas cosas pasan cuando uno va haciendo sus experiencias, va ejercitando sus cosas, va poniendo la cabeza bien, tranquilita, se va olvidando de que uno es la hostia, importantísimo, y la memoria se pone mejor. Ésa es una dirección interesante. Y no con palabras, y no con palabras. Y la inspiración será cuando estoy en esos significados, significados, no en esas imágenes. No en las imágenes...


8. ACERCA DE LO PSICOLÓGICO, LO ENERGÉTICO Y LO TRASCENDENTAL.

P.: ¿Esa sintonía de la que que hablas tiene que ver con el contacto?

Negro: En principio esa sintonía libera una cierta energía entre las personas que están en contacto. Es como un tema más energético.

Seguramente podrá ir profundizándose, seguramente podrá llegarse a cosas más…, para darle un nombre, más trascendentales. Seguramente pasará del campo psicológico personal a un campo más allá de lo psicológico, eso que podemos llamar así, para darle un nombre, de lo trascendental. Pero, lo primero será un contacto que es como energético. Se puede registrar, se puede comprobar, se puede hacer.


9. ACERCA DEL MORIR ANTES DE MORIR

P.: Mario, respecto al aforismo que cada tanto he leído en algún material que ha circulado: “Quien muere antes de morir no morirá jamás”. He leído siempre esa frase a mi modo, con mi interpretación. Hablando con otros he descubierto que hay otras interpretaciones, entonces cuando hablabas tú, ¿a qué cosa te referías exactamente?

Negro: Bien, nos referíamos a una ceremonia muy antigua que nosotros hacíamos. Era una ceremonia y una experiencia. Más que un aforismo, no era un aforismo, era una experiencia. Se trabajaba practicamente con esa frase: “Quien muere antes de morir, no morirá jamás”. Entonces en esa ceremonia iban ocurriendo distintas experiencias, era un proceso y finalmente uno se colocaba en un ámbito mental en el que trataba de representar y de sentir su propia muerte. Claro, le costaba un trabajo enorme (risas) y no podía, entonces se apoyaba en imágenes visuales, en escenografías, era casi una obra de teatro y terminaba con esa frase: “Quien muere antes de morir, no morirá jamás”. Como si hubiera logrado una experiencia que pudiera tener a futuro. Como si hubiera logrado una experiencia que lo llevase hacia el futuro.

Esto quería decir, a eso se refería, a un conjunto de experiencias, a una Ceremonia complicada llena de alegorías y de caminos por donde se circulaba. Era también una suerte de experiencia guiada, se parecía más a una experiencia guiada que a un aforismo. ¡Eso es lo que se quería decir y se hacía!. Esas ceremonias, claro, eran unas ceremonias muy extraordinarias que no las hacemos hoy porque los tiempos han cambiado, la gente se ha vuelto más seria (risas), ya no son niños, no hacen esas cosas, la gente grande no se muere, entonces no tienen que preocuparse por no morir jamás. Así que eso ocurría en esa época. Y los que pudieron morir antes de morir, aquellos niños, no morirán jamás.

Bien, muchas gracias, estaremos en contacto me imagino, tal vez. Porque la distancia y eso ya no existe hoy. La única preocupación es la distancia mental, no la distancia espacial, ni siquiera es preocupante la distancia temporal, pero la distancia mental, la distancia que nos separa, esa es la preocupante.

(Palabras de despedida en Bomarzo).

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