29 de diciembre de 2010

El yo tanscendente

Dentro de mí, dentro de cada uno de nosotros hay algo que está empujando, algo que no alcanzan todas las palabras para expresarlo... algo en mi interior se atropella para decir abramos los ojos, todo ha cambiado, algo sucedió muy rápido, el mundo que conocimos no existe y el nuevo brilla tan fuerte que nos encandila sin que lo podamos ver...

Mientras muere el mundo antiguo, otrora moderno y postmoderno, y se evanecen sus ideologías y sus sueños, una tenue señal se enciende, ya no en los cielos, ni en los libros, ni en los objetos. Parece estar pasándonos a todos en todos lados, algo nuevo está ocurriendo en el interior del paisaje humano y al reconocerlo en mí comienzo a reconocerlo también en otros... y no lo lograré sin ti, ni tú sin mí. Pero si te fuerzo, si te controlo, te manipulo para que cumplas mis deseos, esa luz se apaga y todo se vuelve otra vez gris.

Más gris, más desespero, mas te fuerzo y mas se esconde aquella esencia que una vez miré al pasar.

Silo Brindis 2010 PdV.mpg


En el medio de la Cordillera de los Andes, a pocos kilómetros del pico más alto de América, el Aconcagua, y muy cerca del Monte Tupungato, se emplaza el Parque de Estudio y Reflexion Punta de Vacas.

Alli se dieron cita cerca de 1500 personas provenientes de distintas latitudes del mundo: hindúes, africanos, españoles, chilenos, argentinos, italianos, checos, peruanos entre tantos otros se reunieron para celebrar el inicio del nuevo año 2010 y el anticipo de lo que será el cierre de la Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia el próximo 2 de enero.

El saludo fue dado por Silo, fundador del Humanismo Universalista e inspirador de la Marcha Mundial que propone el desarme nuclear. Silo dijo que se debería realizar un festejo por cada calendario cultural y que en ese encuentro ya se está gestando el calendario de la futura Nación Humana Universal, a pesar del desastre de las guerras y la violencia. Las palabras fueron luego traducidas por representantes de 17 países distintos, cada uno en su idioma: filipino, italiano, checo, ruso, húngaro, inglés, árabe, francés, griego, entre otros.

En el Parque de Estudio y Reflexión Punta de Vacas tendrá lugar el próximo sábado 2 de enero el evento de cierre de la Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia. La jornada comenzará a las 16 y contará con los testimonios del equipo internacional de activistas que recorrió más de 90 países del mundo concientizando sobre el fin del armamentismo nuclear.
http://world.pressenza.org/

Frases de Silo



La evolución de la vida es muy larga, la vida tiene la intención de un proceso de trasformación muy lento; al ritmo de la vida seguramente otros niveles de conciencia van a aparecer en cientos de miles de años más.

La vida se juega con millones de posibilidades. Y si en esa matriz de n posibilidades el ser humano individual vive una vida mecánica, a la vida no le importa, la vida tiene tiempo y miles de millones de reemplazos.


La vida tiene la intención de un proceso de trasformación muy lento, nosotros no queremos un
proceso de trasformación lento que lleve miles o millones de años. Hay un cierto desacuerdo de intenciones entre nuestra doctrina y el ritmo de la vida. Estamos muy bien equipados pero la vida no necesita de nuestro desarrollo individual; por eso nosotros queremos transgredir el ciclo natural de la vida, nosotros queremos arrebatarle esos millones de años a la vida.
Nosotros tenemos una postura en la que fundamentamos nuestra doctrina: Queremos el futuro ahora, no en los tiempos de la evolución natural. No estamos en la espera pasivo de que de pronto un rayo baje del cielo y nos ilumine. ¡NO¡ Nosotros estamos construyendo a este futuro ser humano ahora y ello nos da mucho sentido, nos dignifica El nuestro es un camino de rebelión direccionada. Es un camino de ASCESIS. El futuro del ser humano lo queremos construir ahora no en los tiempos de la evolución natural.
• Si alguien dice que la vida termina con la muerte y que por lo tanto respecto a este tema no hay de que hablar, nosotros le decimos que no, que es ahí donde recién comienza la conversación. La Doctrina apunta al Sentido, a los temas de la muerte y la trascendencia, pero todo esto hay que construirlo en uno. Estamos construyendo a este futuro ser humano ahora y ello nos da mucho sentido, nos dignifica. Liberar energía es permitir que la conciencia siga avanzando hacia la dirección en la que va, sin bloqueos, sin lentitud, sin innecesarios retrasos.


Cada uno tiene ganas de tener experiencias de lo más trascendental que hay en el ser humano. Pero esa palabra "trascendental” puede ser fría y sin contextos. Hay registros de gran unidad y comprensión que están relacionados con la grandeza humana. Aspiramos a incorporar en nosotros mismos esta grandeza humana.

Hay regiones de conciencia que existen en las zonas altas del espacio de representación y están lanzando señales constantemente pero normalmente no somos capaces de captar estas traducciones porque la energía no llega hasta esas regiones. Si hay energía libre estas regiones altas se traducen en el aparato que tenemos con los registros que tenemos. Lo nuevo tiene que ver con estas regiones de la conciencia que traduce la mente a un lenguaje que la conciencia puede captar. La conciencia puede integrar los contenidos de regiones nuevas accediendo entonces a otra visión sobre el mundo. Toda nuestra Doctrina es un ejemplo de esta visión más completa. A partir de allí nace una conducta distinta, una expresión de nuestra experiencia, en base a las nuevas construcciones hechas. La muerte no existe, en la dirección hacia adonde estamos avanzando. 

28 de diciembre de 2010

LA DIFUSION DEL MENSAJE. SILO

El Mensaje es una cosa muy breve, es tan breve que es sumamente aburrida (risas) y nos parece que está muy bien que sea aburrido. Porque quien se mete a estudiar El Mensaje o a trabajar con las experiencias de El Mensaje, seguramente lo hace porque tiene una necesidad interna y si no, se aburre (risas). Y eso está bien...

Esa es la gracia de El Mensaje, quien se ponga a realizar sus experiencias y a estudiar el librito y a seguir los pasos que se plantean en El Mensaje, lo hace porque en él brota algún tipo de necesidad. De manera que invitar al Mensaje a alguien que no experimenta esa necesidad y demás, es invitar a alguien a que se aburra, claro, no le pasa nada grave, pero no es muy constructivo que digamos, no le sirve de nada, invitamos al Mensaje generalmente a la gente que nos pregunta cosas. Nosotros no vamos a mortificar a la gente en la vía pública, la cosa no funciona así. Pero sí funciona con la pregunta del otro. Hoy mismo, esta mañana alguien me dijo:

-Bueno, yo tengo un serio problema...

-“Bueno”

-... yo tengo un serio problema de que no tengo fe.

-¿Fe en qué?

-Fe en mi, fe en mi mismo, fe en la gente que me rodea, no tengo fe en lo que hago.

No me estaba hablando de ninguna cosa religiosa, me estaba hablando. de.. es que la palabra fe se usa para muchas cosas, bueno. Me estaba hablando del tema de la fe y él lo sentía como algo serio, como algo sumamente incómodo y además muy poco progresivo para su vida.

¿Qué hago?, me dijo.

Yo le dije, yo tengo una sola receta para eso, lo único que yo puedo recomendarte es que te muevas en El Mensaje. El seguramente quería alguna otra solución (risas), ¡es que el mensaje es para él! ¡Justamente para él!, pero porque él me preguntó yo le respondí, no fui a golpearle... y a decir, “oye lo que tú necesitas es ir al Mensaje”, fue exactamente al revés. Y así todos nosotros nos encontramos a diario con gente que tiene numerosos problemas. Bueno sería que alguien no tuviera problemas, en semejante situación mundial, regional, de país, de lugar. ¡No...! Todos tenemos numerosos problemas y mucha gente que nos consulta sobre sus problemas, es a esa gente a la que pasamos el librito o a la que le abrimos las puertas para que vaya a alguna reunión en una salita, en una sala o a una convocatoria grande que a veces hacemos.

Qué mecánica tan simple, sí, es una mecánica tan simple...

No nos preocupamos tampoco por los medios de difusión, es más, rehusamos al periodismo. No tenemos contacto con el periodismo, porque qué podemos decirles, pero a veces sin embargo, son los medios de difusión los que vienen a nosotros, es el periodismo que viene a nosotros. Entonces sí que podemos contar nuestra versión, no es que los estemos buscando. De ninguna manera estamos buscando a los medios de difusión ni estamos buscando que nos den difusión, nos limitamos a nuestra acción, a desarrollarnos, a nuestro trabajo y que ellos digan lo que les gusta.

Así que es una mecánica simple la del contacto, con alguien que nos consulta y a ese alguien le recomendamos el Mensaje y si tenemos el material se lo pasamos. Pero no andamos mortificando a la gente con El Mensaje. No andamos haciendo propaganda de El Mensaje, sino respondiendo a la gente que nos consulta.

27 de diciembre de 2010

El paisaje de formación actúa no sólo como memoria sino como conducta. SILO

El paisaje de formación actúa no sólo como memoria sino como conducta. SILO


Lo hereditario (los gestos de mi papá, gustos, etc.) permanecen en mi, según me hayan gustado o no.

Son los llamados caracteres. lo genético no es determinante para nada para nosotros. El tema es qué es lo que hago con mi cabeza respecto de eso: tanto en rechazo como en adhesión.

Hay quien lucha para no parecerse y otros al revés. La conducta actual no deja de transformarse pero tiene su base en el paisaje de formación. Puedes haber cambiado todo para que nada cambie. Puedes haber sofisticado mucho la transformación de la conducta.

Son los datos de la memoria antigua a la base.

Conducta: Es todo lo que sea "un operar en el mundo". No solo un operar motriz. No compliquemos las cosas al incluir las operaciones mentales. El pensar también es conducta, es así, pero se nos diluye mucho la cosa. Conducta es todo lo que sale de la caja negra.

El paisaje que se fue, actúa a través de las personas, es onírico. Ejemplo: las ideas felicitarias.

Esa memoria, lo grabado del mundo que ya se fue, se re-inyecta. Es la reinyección del dato como en los circuitos lógicos en la electrónica. Un paisaje se fue y en un paisaje nuevo, se están formando nuevas generaciones, y en este paisaje actúan los formados en un paisaje que se fue. Llegan con un retardo. Es la revancha del paisaje de formación. Dramatizando mucho es como decir que los "paisajes actúan a través del ser humano".

Esta memoria, este retardo de acontecimientos, es una salida que se reinyecta a la entrada, son cosas que se fueron pero que están reinyectadas.- ¿Se entiende esto de que se puede acelerar el tiempo? Por ejemplo en música, existe lo que se considera "el tempo musical". Puede ser más rápido o más lento. En electricidad, el ciclaje por segundo. No es el tiempo de medida lo que varía, sino la cosa que va por dentro. Por ejemplo, en el mismo tiempo fechable, pueden suceder distintas cosas, ocurren acontecimientos a distintas velocidades. Es el tiempo por dentro y no el tiempo calendario. Un año cronológico externo, es lo mismo hoy que hace dos mil años, pero sicológicamente no es así. El tiempo real es el que se mueve en estructura, con protensiones y retenciones. ¡Tan oculto que está ésto!

El tiempo convencional, externo y geometrizado, sirve para que se pongan de acuerdo las personas. Al mirar la historia nos confundimos enormemente al pensarla como si hubieran sido cosas que ocurrieron en un tiempo externo. Se presenta la historia como una sumatoria, una sucesión de eventos analíticos sin hilación (en el sentido de estructura) ni proceso. Es el tiempo: uno-al-lado-del-otro.

Paisaje de formación: Yo soy también aquello que se fue, no sólo "yo" por un lado y el mundo actual por el otro. Cuando muero, muere parte del mundo que se fue, "cuando muere una generación muere un mundo", (esto no es una figura poética), que se representaba a través de esas personas. El mundo que se fue no ha muerto para aquellos cuya conducta está anclada en aquel mundo.

Los datos básicos de memoria están muy arraigados, y a medida que se envejece, el recuerdo tiñe todo y, la memoria tiene lagunas de lo reciente o inmediato. Mas abierto está el hombre a su memoria, cuanto más cerrado esté a la percepción externa e interna. Esto se observa en los fenómenos seniles. En este caso, van disminuyendo la percepción externa e interna. También la emotividad se va muriendo y adaptando ese cambio a la memoria y desconexión del mundo.

Todo el cuerpo se va preparando a ese despegue. Pero puede que no sea tan grave como parece a la mirada de un más joven, que proyecta su situación en el anciano. Los jovenzuelos tienen una afectividad un tanto trágica. Están llenos de avidez, de chisporroteos, los ancianos no sienten su situación como una tragedia. Los viejos sufren menos este tipo de cosas, no son iguales esos años fechables, son tiempos vivenciales distintos y coexistentes.

PRODUCIR EL NUMERO QUE FALTA. SILO 1970

“La leyenda insinúa que al fin de los tiempos la familia humana estará comunicada entre sí y que todos los hombres conocerán al instante lo que sucede en otras regiones, por muy alejados que estén de ellas."

“Entonces, cuando esa delicada piel de conciencia cubra el planeta, surgirá desde el comienzo mismo de la historia, un puñado se seres cuyo número y calidad permitan al hombre despertar, como una especie nueva, digna de llevar vida por el Universo colaborando con el plan del Creador."

Entonces Rama terminó su exposición al tiempo que lanzaba algunas miradas cómplices.

Pasaron unos segundos y luego, un sujeto de acento extranjero dijo:

-Por el relato y las explicaciones comprendemos que has hecho tu parte, ¿pero qué debemos hacer nosotros?

-Producir el número que falta -respondió Rama.


EL AGRADECIMIENTO

ACCION Y REACCION DE LA FUERZA

“Cuando encuentres una gran fuerza, alegría y bondad en tu corazón, o cuando te sientas libre y sin contradicciones, inmediatamente agradece en tu interior”.

1. “Agradecer”, significa concentrar los estados de ánimo positivos, asociados a una imagen, a una representación. Ese estado positivo así ligado, permite que en situaciones desfavorables, por evocar una cosa, surja aquella que la acompañó en momentos anteriores. Como, además, esta “carga” mental puede estar elevada por repeticiones anteriores, ella es capaz de desalojar emociones negativas que determinadas circunstancias pudieran imponer.

2. Por todo ello, desde tu interior volverá ampliado en beneficio aquello que pidieras, siempre que hubieras acumulado en ti numerosos estados positivos.

Y ya no necesito repetir, que este mecanismo sirvió (confusamente) para “cargar afuera”, objetos o personas, o bien entidades internas que se externalizaron, creyéndose que atenderían ruegos y pedidos.

PREGUNTAR, ASIMILAR LAS RESPUESTAS Y TRANSMITIRLAS. SILO 1969

Entiendo que las verdades fundamentales son no dependientes de las necesidades epocales, pero creo que es la época la que pone el ámbito gracias al cual la conciencia humana puede estar en situación de hacerse valederas preguntas. Siendo así las cosas, las preguntas surgirán como necesarias en ciertas épocas y en otras existirá no sólo un olvido de las respuestas, sino un olvido por la correcta forma de preguntar.

Pero como la situación humana es tan diversa, existirá en el futuro (como antes ha existido) un número suficiente de individuos capaz de preguntar correctamente, capaz de asimilar las respuestas fundamentales y capaz de trasmitirlas a otros que partan de necesidades tan esenciales como fueron las suyas propias.

EL ENSUEÑO. SILO 1969. El fracaso (tema formativo)

“…En muchos días descubrí esta gran paradoja: aquellos que llevaron el fracaso en su corazón pudieron alumbrar el último triunfo, aquellos que se sintieron triunfadores quedaron en el camino como vegetales de vida difusa y apagada.”

de La Mirada Interna, Silo.


De Psicología I, Apuntes de Psicología

La conciencia frente al mundo tiende a compensarlo estructuradamente mediante un complejo sistema de respuestas. Algunas respuestas llegan al mundo objetal directamente (expresadas a través de los centros), pero otras quedan en la conciencia y llegan al mundo indirectamente por alguna manifestación de conducta. Estas compensaciones de la conciencia tienden a equilibrar el medio interno respecto del externo. Tal vinculación se establece por exigencias, encontrándose el individuo urgido a responder a un mundo complejo: natural, humano, social, cultural, técnico, etc.

Surge el “núcleo de ensueño” como una respuesta compensatoria importante y los “ensueños secundarios” como respuestas particulares a esas exigencias. Los ensueños son visualizables como imágenes, no así el núcleo que se percibe como un clima alusivo mientras se va conformando con el tiempo y va ganando en poder de dirección de las tendencias, de las aspiraciones personales.

En la etapa de desgaste del núcleo de ensueño, cuando cesa de dirigir al psiquismo, se pueden observar las formas e imágenes que ha adoptado. Por esto, el núcleo es más fácil de registrar tanto al comienzo como al fin de su proceso, no así en su etapa media que es aquella en la cual más dirige la actividad psíquica. Se da la paradoja de que el ser humano no percibe aquello que más determina su conducta, al estar operando el núcleo como trasfondo que responde totalizadoramente a las múltiples exigencias de la vida cotidiana.

El núcleo de ensueño rige las aspiraciones, ideales e ilusiones que en cada etapa vital van cambiando. Tras estos cambios o variaciones en el núcleo, la existencia se orienta en otras direcciones y se producen concomitantemente cambios en la personalidad.

Este núcleo se desgasta individualmente, como se desgastan los ensueños epocales que dirigen la actividad de toda una sociedad. Mientras que por una parte el núcleo da una respuesta general a las exigencias del medio, por otro compensa las deficiencias y carencias básicas de la personalidad, imprimiendo una determinada dirección a la conducta. Esta dirección puede ponderarse según se encamine o no en la línea de la adaptación creciente.

Los ensueños y el núcleo imprimen a la conciencia su sugestionabilidad, produciendo ese característico bloqueo de la crítica y autocrítica propio de los niveles infravigílicos. Por esto es inútil toda confrontación u oposición directa a la sugestión del núcleo de ensueño, ya que éste termina reforzando su compulsión. La posibilidad de producir un cambio de dirección hacia una línea evolutiva está en realizar modificaciones graduales. El núcleo puede regresar o puede fijarse. En el primer caso el psiquismo vuelve a etapas anteriores, aumentando los desacuerdos entre procesos y situación en el medio. En el segundo caso, cuando el núcleo se fija, va desvinculando al individuo de su medio produciendo una conducta que no se ajusta a la dinámica de los acontecimientos.

El núcleo de ensueño lanza al ser humano en persecución de espejismos que al no cumplirse producen estados dolorosos (des-ilusiones), mientras que los cumplimientos parciales producen situaciones placenteras. Así descubrimos que en la raíz del sufrimiento psicológico están los ensueños y su núcleo.

Es en los grandes fracasos, al caer las expectativas y desvanecerse los espejismos, cuando surge la posibilidad de una nueva dirección de vida. En tal situación queda al descubierto ese “nudo de dolor”, ese nudo biográfico que durante tanto tiempo sufrió la conciencia.

Este momento crucial en la vida y, en particular, en el trabajo evolutivo de una persona, se describe con ayuda de alegorías en el capítulo “Los estados internos”, del libro “La Mirada Interna”, Silo.

“…De fracaso en fracaso puedes llegar al próximo descanso que se llama “morada del desvío”. Cuidado con las dos vías que tienes ahora por delante: o tomas el camino de la resolución, que te lleva a la generación, o tomas el del resentimiento que te hace descender nuevamente hacia la regresión.

Allí estás plantado frente al dilema: o te decides por el laberinto de la vida consciente (y lo haces con resolución), o regresas resentido a tu vida anterior. Son numerosos los que no habiendo logrado superarse cortan allí sus posibilidades.”

Desde otra perspectiva, en su intervención del 4 de mayo de 2004 en Punta de Vacas, Silo puso el tema del fracaso en su proyección hacia el trabajo de transformación social:

“Hemos fracasado… ¡pero insistimos!

Hemos fracasado pero insistimos en nuestro proyecto de humanización del mundo.

Hemos fracasado y seguiremos fracasando una y mil veces porque montamos en alas de un pájaro llamado “intento” que vuela sobre las frustraciones, las debilidades y las pequeñeces.

Es la fe en nuestro destino, es la fe en la justicia de nuestra acción, es la fe en nosotros mismos, es la fe en el ser humano, la fuerza que anima nuestro vuelo.

Porque no es el fin de la Historia, ni el fin de las ideas, ni el fin del hombre, porque no es tampoco el triunfo definitivo de la maldad y la manipulación, es que podemos intentar siempre cambiar las cosas y cambiarnos a nosotros mismos.”

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Bibliografía

  • La Mirada Interna. Humanizar la Tierra. Obras Completas I. Silo
  • Psicología I. Apuntes de Psicología. Obras Completas II. Silo
  • Palabras de Silo con motivo de la primera celebración anual del Mensaje de Silo, Punta de Vacas. 4 de Mayo de 2004. www.silo.net

LO TRANSPERSONAL... cuando el "YO" deja de ser el centro... SILO

Lo transpersonal es eso, la gran tarea que debemos realizar, que empieza en cada uno y pasa a los demás. Tarea que depende de nosotros todos y que cunde porque es benéfica para mí, para ti, para nosotros y también para ellos.

Hay sí campos de acción delimitados (lo personal y lo transpersonal), hay una actitud correcta para cada caso y lo satisfactorio del modo de proceder se evidencia con los resultados.

Si experimento satisfacción personal es porque voy bien.

Si experimento satisfacción en el conjunto, es porque lo general va muy bien, pero muy bien.

Viendo esto con más detalles, advertimos que el "yo" y la personalidad (sistema de roles) predomina en lo personal y el comportamiento general de uno está dirigido por el "yo" y realizado por la personalidad. Más internamente están los ensueños operando de continuo. Bien, cuando se intenta una conducta transpersonal, el yo y los roles requieren de un encuadre mayor y de una dirección mayor. Es decir, se requiere participar de un sistema mayor, de mayor alcance y orientador.

He aquí entonces un giro curioso de situación: el yo deja de ser el centro del sistema personal para convertirse en parte del sistema mayor y, contrariamente a lo que pueda suponerse, de este modo se beneficia porque se encuentra encaminado, porque recibe orientación.

Es común la falsa ubicación del yo frente a esta situación. Es el caso en el que a mayor desorientación más trata de preponderar, empeorando el conjunto paulatina o bruscamente.

La correcta ubicación del yo se da cuando se instala proporcionadamente en el conjunto general, beneficiándose del crecimiento de este conjunto.

No es posible participar ni favorecer el desarrollo de las cosas generales imponiendo las particularidades individuales.

Tampoco es posible seguir en proceso sin actualizarse a las condiciones nuevas de cambio del lineamento general.

Hay corrientes de conducta que se basa en la exaltación del yo y la personalidad, no van en nuestra dirección en cierto.

Nuestra línea es más bien otra, la exaltación de la obra común con individuos cuya mayor preocupación se concentra en hacer lo imposible para llegar a más y más personas cada día.

¿Tiende todo ésto a la eliminación del individuo y a la afirmación solamente de los conjuntos? No, los individuos van siendo guías de conjuntos y los conjuntos orientadores de grandes grupos humanos.

El individuo es así afirmado como tal y transcendido por su servicio, con la función con que cumple con los demás.

No olvidemos que el yo y la personalidad es lo más superficial de nosotros mismos y que nuestro "sí mismo" jamás es correspondido en una vida puramente externa o extraviada.

Cumplamos con nuestro rol de facilitar esta tarea que llega hasta nosotros y nos trasciende como la luz al pasar por el cristal.

Lo transpersonal es eso, la gran tarea que debemos realizar, que empieza en cada uno y pasa a los demás. Tarea que depende de nosotros todos y que cunde porque es benéfica para mí, para ti, para nosotros y también para ellos.

Silo.

SOBRE EL AMOR. SILO. Bomarzo

Cuando se siente amor se siente al otro. Cuando uno siente amor por la humanidad en realidad tiene un registro amplio pero sobre todo inspirador. Ese sentimiento lo lleva a uno a distintas cosas que no son estrictamente el amor. Así que, uno experimenta el amor por lo cercano pero difícilmente lo experimenta por lo lejano que es la humanidad. Más que nada uno lo experimenta por la propia tribu, por la familia, padre, madre, a lo mejor por la gente de la localidad donde uno vive porque hay experiencias comunes, pero gentes de otros países, de otros lugares me es más difícil sentirlas y ojalá los que lo dicen lo sientan porque si no lo sienten... y hablan de esas cosas... pecado! (risas)

Entonces ese amor por la humanidad que sería tan importante en este momento, ese amor por la humanidad no me parece que esté tan difundido y que se pueda experimentar realmente, pero sí me parece que se puede hacer un esfuerzo en esa dirección. Sentir en esta dirección me parece que es un gran avance. Tratar de lograr esa comunicación con lo que llamamos la humanidad me parece un gran avance, pero dar por sentado que sentimos amor por la humanidad me parece que deberíamos revisarlo. Porque estas cosas que son tan importantes y que al final terminan en una imagen del mundo hay que tratarlas con cierta delicadeza, no con slogans: Yo amo la humanidad! Bueno felíz de ti que logras eso, pero bueno, dónde lo sientes? En el pie, en el corazón? Que te da una respiración profunda? Modificas la realidad, la alucinas de algún modo? Sientes una poesía cuando hablas de la humanidad? Bueno, habría que hacer un trabajito con el otro, sentir al otro y a los otros.

Ese salto del otro a los otros no está en nuestra cultura, está una frase, está un slogan, no está como registro. Yo puedo experimentar el amor por el otro. Pero cómo hago para experimentar el amor por los otros? Yo no daría por sentado y por cerrado este negocio: está claro, sentimos amor por la humanidad (risas). Así no avanzamos.

Yo tengo en claro que siento amor por otro y yo deseo profundamente sentir amor por los otros, yo trabajo internamente para expandir mi amor y para saber cómo hacer y cómo va mi trabajo tengo experiencias, tengo registros distintos, veo cómo avanzo y yo aspiro algun día a registrar ese amor por la humanidad, pero yo no lo registro y no miento ni me miento y aspiro a ese amor por la humanidad y si yo estoy en esa dirección, entonces tendré que reconocer que estoy amando a la humanidad que está en el pasado y que está también en el futuro. Es una humanidad que no veo, es una humanidad que vendrá, que vendrá.

Podré hacer eso si empiezo a expandir mis sentimientos hacia los otros que están porque los veo que están presentes. Imagínate llegar a la historia de la humanidad, no hablo de datos historicos, hablo de la humanidad hoy presente que es la continuación de una humanidad que ha trabajado desde hace miles de años, cientos de miles de años. Cómo puedo experimentar amor por esa humanidad? Es un proceso, siento amor por el proceso humano, algo que va cambiando, y se va transformando, no como una piedra, como algo estático, algo que tiene futuro, algo que me hace apartar todas las piedras del camino.

(Los ojos del N. se ponen brillantes y su emoción llega como una onda a toda la sala)


"Tu profundiza en ti, yo profundizare en mi...y ahi nos encontraremos." SILO.

Aprende a reconocer los signos de lo sagrado en ti y fuera de ti.

24 de diciembre de 2010

"I'm Dreaming of a Blue Sunset--on Mars"

22 de diciembre de 2010

Esta puesta de sol de Marte, captada por la Mars Opportunity de la NASA Exploration Rover el 4 de noviembre y 5 de 2010, aparece azulado. La película de la cámara panorámica combina exposiciones tomadas a través de diferentes filtros de cámara y acelera unos 17 minutos de la puesta del sol en una simulación de 30 segundos. Este clip es la más larga puesta de sol desde Marte hasta la fecha, aprovechando la energía solar adecuada disponible en la actualidad a la oportunidad.

Mis mejores deseos para todos y mucha paz, fuerza y alegría en el vivir.

22 de diciembre de 2010

PONER BIEN LA CABEZA: QUÉ ES Y CÓMO HACERLO

Charla abierta de Fernando A. García en el local de La Comunidad para el Desarrollo Humano “Rebelión Humanista”, Frías 262, Buenos Aires (Argentina), el sábado 18 de diciembre de 2010.

PONER BIEN LA CABEZA: QUÉ ES Y CÓMO HACERLO


1) ¿Para qué esta charla?

Esta charla está relacionada con la anterior “¿Y ahora qué?.[1] A menudo encontramos esta expresión en las conversaciones con Silo, en las que le atribuye importancia. Generalmente se la entiende según el contexto del tema que se está tratando, sin entrar en mayores explicaciones acerca de ella. Sin embargo, quizá sea conveniente considerarla con algún detenimiento a fin de sacar mayor provecho de este “poner bien la cabeza”.

Como siempre advertimos en estas breves charlas, no pretendemos agotar el tema ni que la nuestra sea la única manera de verlo: simplemente queremos llevar la atención sobre este tema que consideramos de un cierto interés, enfocándolo con la lente de aumento para incentivar el intercambio y posteriores desarrollos. Para esto, hacemos una presentación que responde a nuestra experiencia y comprensión sobre el tema en cuestión, apoyándonos también en las referencias que se encuentran en nuestros materiales.

2) Ejemplos del uso de la expresión “poner bien la cabeza” con citas de comentarios de Silo.

Se hace más importante lo que uno hace, y se buscan nuevos significados en el quehacer, aunque sea cotidiano, cuando uno es tocado por el problema de la finitud. Entonces, hay muchas cosas que uno las entiende de su biografía, en el momento que uno ve el problema del sentido y entiende el problema de la finitud. Estamos hablando de registros. Es clave el tema, es clave. Eso es interesante para entender, para poner bien la cabeza. Entonces, ese es un gran problema, claro si estoy distraído del problema, cualquier problemita se agranda, se desproporciona, cubre mi conciencia, me acalora, me pasa de todo, claro, al distraerme del problema de la finitud con objetos, con cosas, con situaciones, lógicamente eso cobra mayor relieve, entonces cualquier nimiedad me da un ataque de úlcera. Estas son cosas de la cabeza.” [2]

Vamos a necesitar gente con la cabeza bien puesta, gente afirmadita en su cabecita, se va a necesitar. No estamos hablando de gente ilustrada ni culta, sino de gente con la cabecita bien puesta en ese revoltijo. Gente bien puestita es gente que sabe contestar a la pregunta de dónde vengo y hacia dónde voy, qué quiero. Llegado el momento habrá que profundizar, no te quepa duda! Habrá que contestarse muy bien esas preguntas, en profundidad. Cosa que vamos a ver en su momento, No tratados, no frasecitas…” [3]

El sistema de ideación y el sistema de imagen es el más afectado. Las imágenes son las portadoras de cargas, son las que llevan a la acción, o que hacen huir de la acción. Son las que direccionan. La desestructuración del sistema de valores, de los imponderables, también afecta a mi modo de ver. Aquellos que nos acompañen en un proyecto de transformación, que lo comprendan más allá de un slogan de la transformación de lo social y de lo personal, deberían, me parece, tener en cuenta esto de que algo debe hacerse con la propia cabeza. Algo debe hacerse con sus imágenes, con su valoraciones, con sus orientaciones, con el sistema de imponderables, de la vida de cada cual. Algo debería hacerse frente a esta desestructuración que los afecta en sí mismos, en su interioridad más profunda.” [4]

3) ¿Para qué “poner bien la cabeza”?

Según se pone la cabeza, se derivan consecuencias personales (directamente) y conjuntas (indirectamente). Obviamente, estas consecuencias pueden ser positivas o negativas.

Las consecuencias personales son esencialmente en términos de libertad y felicidad, o bien lo opuesto. Las consecuencias del poner bien o mal la cabeza no hacen simplemente a aciertos o errores de procedimiento en lo conjunto, sino que hablan del estado interno de quien pone su baza de un modo u otro.

No nos interesa aquí el aspecto del “éxito” o del “fracaso” externos, de lograr los objetivos externos propuestos.

Las consecuencias conjuntas son las de coherencia o incoherencia con el conjunto al que pertenecemos y que enmarca nuestra acción. Por ejemplo, no sería coherente actuar según lo expresado en la Quinta Carta a Mis Amigos”, en “5.- Los intereses inmediatos y la conciencia moral.” y “6.- El sacrificio de los objetivos a cambio de coyunturas exitosas. Algunos defectos habituales.” ya que, al menos, son comportamientos opuestos al tratar a los otros como uno quisiera ser tratado.[5] O bien, “3. Si eres indiferente al dolor y el sufrimiento de los demás, toda ayuda que pidas no encontrará justificación”. [6]

El tratar a los demás como uno quisiera ser tratado no se aplica sólo a las relaciones interpersonales entre dos personas (ni sólo a aquellas que nos resultan afines), sino a la relación que uno establece con el conjunto de los que participamos en nuestra Obra, conjunto al que se pertenece y que enmarca nuestra acción.

Así, si me emplazo frente a ese conjunto en términos de “recibir”, por el que dicho conjunto tiene “obligaciones” para conmigo pero yo no para con éste; si exijo beneficios pero no asumo compromisos equivalentes, hay algo que no es coherente en esta relación.

4) ¿Qué es “poner bien la cabeza”?

Como afirma El Paisaje Interno, “No hay pasión, ni idea, ni acto humano que se desentienda del abismo. Por tanto, tratemos lo único que merece ser tratado: el abismo y aquello que lo sobrepasa.” [7]

Recordemos las palabras de Silo: “Dos caminos se abrieron: el camino del sí y el camino del no. Entonces, todo pensamiento, todo sentimiento y toda acción, fueron turbados por la duda del sí y del no. El sí creó todo aquello que hizo superar el sufrimiento. El no agregó dolor al sufrimiento. Ninguna persona, o relación, u organización quedó libre de su interno sí y de su interno no.” [8]

Así, en palabras muy simples, podríamos decir que “poner bien la cabeza” es elegir y afirmar el “sí”.

El “poner bien la cabeza” es (como mínimo) adoptar una perspectiva, una posición mental o bien ubicarse en una franja mental. Se la considera sobre todo en el contexto de nuestras tareas conjuntas y, secundariamente, para encarar cualquier proyecto, situación, etc. de tipo personal. Damos por obvio que el sentido más amplio del “poner bien la cabeza” es, por lo menos, el de superar el dolor y el sufrimiento en uno mismo y en los demás, el ampliar el campo de libertad y felicidad, el humanizar la tierra, etc.

Antes que analizarlo en términos esenciales y abstractos, preferimos dar varios ejemplos de este “poner bien la cabeza”, ya que su expresión varía según el caso al que se aplique.

El “poner bien la cabeza” es enfocar las cosas de acuerdo con nuestros mejores estándares o valores: doctrinarios, ideológicos, éticos, espirituales, etc. dados por la enseñanza de Silo. Es poner la mira alta en todos los aspectos que hacen a lo nuestro en general y a cada acción que emprendamos. Pero no se trata sólo de acción: previa a la acción tenemos siempre una visión de la situación y lo por hacer, y una pre-disposición (disposición previa) al respecto. El “poner bien la cabeza” es como mínimo esa “visión” junto a esa “pre-disposición”.

Es comprender la situación lo más correctamente posible, ya que de esa imagen de situación surgen las respuestas compensatorias.

Es predisponerse a dar lo mejor de uno mismo en relación a una cierta situación, acción, etc.

Es lograr la mejor actitud posible para comprender y hacer.

Es apuntar a la coherencia interna y externa para lo que sea necesario. [9]

Es siempre aspirar a una mayor libertad y felicidad para uno mismo y para los que nos rodean.

Es considerar las cosas en términos del “dar”, del “nosotros”, de abrir el futuro, etc.

Es intentar siempre de adecuar lo personal a lo transpersonal o suprapersonal, en vez de intentar reducir o achatar lo transpersonal o suprapersonal para que lo personal no sufra contratiempos.

Es intentar soltar la posesividad, el reflejo contractivo de poseer (y por ende controlar) la subjetividad de las personas, las situaciones, los procesos, etc.

Es intentar ejercer la intencionalidad, evitando reflejos compulsivos.

Es intentar encarar las situaciones en base a los “Principios de la Acción Válida”.

Es intentar ir para “arriba” en los “Estados Internos”.[10]

Es intentar lograr el tono interno propio del capítulo “II. Disposición para comprender”. [11]

Es intentar generar la mejor copresencia atencional posible para orientar la propia conducta (mental, emocional y física) para la consecución de lo que nos interesa lograr.

Es reflexionar sobre el tema en cuestión, ordenando claramente las prioridades, distinguiendo lo primario de lo secundario, y resolviéndose a ajustar la propia conducta al resultado de dicha reflexión.

“Poner bien la cabeza” es aprehender la situación de la mejor manera posible y predisponerse para con ella en términos similares a los que uno adopta para realizar una “acción válida”, o sea, adoptar como referencia los “Principios de la Acción Válida”.

“Poner bien la cabeza” es elegir siempre por la no violencia activa en nuestros pensamientos, sentimientos y acciones.

“Poner bien la cabeza” es reconocer los signos de lo Sagrado en nuestra gran Obra y participar en ella consecuentemente con dicho reconocimiento.

Como sucede con toda acción válida que se intenta, la visión de la situación en cuestión depende de factores tales como la información que disponemos de la misma, las referencias que usamos, nuestra experiencia, el conocimiento de nuestros planteos doctrinarios e ideológicos, las influencias ambientales, etc.

Dadas ciertas condiciones, lo que decide si se pone bien la cabeza o no, está condicionado por los antepredicativos que operan en nuestra copresencia. Si el antepredicativo es, por ejemplo, “recibir”, “controlar”, “triunfar”, “manipular”, “figurar”, etc., no se pondrá bien la cabeza para lo conjunto. Y esto depende a su vez de la dirección mental.

“Poner bien la cabeza” es apuntar a un proceso transferencial como resultado de la propia visión y la propia acción, y no sostener una simple visión o acción catártica. Es decir, atendemos a los indicadores de la “acción válida”, y no a la simple compensación compulsiva y catártica.

“Poner bien la cabeza” es mirar más allá del horizonte temporal inmediato (el hoy, el momento), de la anécdota del presente, teniendo en cuenta el futuro al que se aspira: el destino mayor.

“Poner bien la cabeza” es mirar más allá del horizonte perceptual inmediato (mi medio inmediato), para considerar e incluir el contexto mayor copresente.

“Poner bien la cabeza” es disponerse a encarar la situación en cuestión con la mejor sabiduría, bondad y fuerza interna de las que somos capaces.

Es reflexionar desde un “centro de gravedad”, ni alterado ni ensimismado, en paz con uno mismo y con los demás.

“Poner bien la cabeza” es lograr la mejor vigilia atenta (al menos), para que funcionen la mejor reversibilidad y los mecanismos de crítica y autocrítica.[12]

Se trata de apuntar a lo más elevado, grande, noble, bondadoso, fuerte, digno, etc.

Es proponerse una conducta intencional y no dialéctica.[13]

Es intentar emplazarse como siloístas y como humanistas, más allá del paisaje de formación personal o de los valores epocales y locales. O sea, pensar desde lo elegido y no desde lo simplemente heredado.

El “poner bien la cabeza” no es simplemente hacerse una “idea” de la situación en cuestión, sino un acto correspondiente a una configuración mental, emotiva e física (cenestesia y kinestesia acordes). En este contexto, es de notar que el acto de “poner bien la cabeza” tiene registros e indicadores precisos y reconocibles que se pueden identificar, no sólo para mejorarlo sino como medio para verificar la propia situación al respecto. Vale la pena trabajar en ello.

5) El “poner bien la cabeza” y las “Experiencias Guiadas

Las Experiencias Guiadas nos dan numerosos ejemplos del “poner bien la cabeza” en casos específicos, apuntando a comprensiones profundas, a resoluciones integradoras, reconciliadoras, transferenciales, etc.

Por ejemplo, de El Niño: “Entonces digo: «Bueno, voy a arreglar esa injusticia que al parecer me hacen. Para eso, comenzaré a ser amigable con las personas que me crean esa situación». (*)”

De El Enemigo”:Comienzo a revisar en mi interior, los problemas del otro. Veo sus dificultades, los fracasos de su vida, sus enormes frustraciones, su debilidad. (*)

Siento la soledad de ese ser humano que se cobija a mi lado húmedo y tembloroso. Lo veo sucio, en un abandono patético. (*)

Entonces, en un rapto de solidaridad, le digo que voy a ayudarlo.”

De El Gran Error: “Allí estoy impulsado a cometer el error. ¿Y por qué estoy obligado a hacerlo? (*)

¿No hay otros factores que influyen y no los quiero ver? El error fundamental, ¿a qué cosas se debe? ¿Qué tendría que hacer, en cambio? ¿Si no cometo ese error, cambiará el esquema de mi vida y esta será mejor o peor? (*)

Trato de comprender que las circunstancias que obran no pueden ser modificadas y acepto todo como si fuera un accidente de la naturaleza: como un terremoto, o un río que desbordando su lecho, arruina el trabajo y la vivienda de los pobladores. (*)

Me esfuerzo por aceptar que en los accidentes no hay culpables. Ni mi debilidad; ni mis excesos; ni las intenciones de otros, pueden ser modificadas en este caso. (*)

Sé que si ahora no me reconcilio, mi vida a futuro seguirá arrastrando la frustración. Entonces, con todo mi ser, perdono y me perdono. Admito aquello que ocurrió como algo incontrolable por mí y por otros. (*)”

6) El “poner bien la cabeza” y “Los Estados Internos

Los Estados Internos, capítulo de La Mirada Interna nos dan otro tipo de ejemplos sobre el poner bien o mal la cabeza. Veamos algunos de ellos:

Bien: Si tu dirección es de ascenso la «muerte» significa un rompimiento con tu etapa anterior. Por la vía de la muerte se asciende hacia otro estado.”[14]

Bien: Supongo que, ascendiendo desde el reino de la muerte y por tu consciente arrepentimiento, has arribado ya a la morada de la tendencia.” [15]

Bien: En ese espacio puedes espantarte por el paisaje desierto e inmenso y por el aterrador silencio de esa noche transfigurada por enormes estrellas inmóviles. Allí, exactamente sobre tu cabeza, verás clavada en el firmamento la insinuante forma de la Luna Negra... una extraña luna eclipsada que se opone exactamente al Sol. Allí debes esperar la alborada, paciente y con fe, pues nada malo puede ocurrir si te mantienes calmo.” [16]

7) ¿Qué es “poner mal la cabeza”?

En términos obvios, es lo contrario de todo lo dicho anteriormente. Por ejemplo, el poner la cabeza teñida por el resentimiento o la revancha. Por ejemplo, cuando la cabeza está puesta en perseguir el “éxito” externo a costa de la libertad y felicidad propias o ajenas. A propósito, se dijo: “Aún cuando sabio y poderoso, si no crece en ti y en quienes te rodean la felicidad y la libertad, rechazaré tu ejemplo.” [17]

8) El “poner mal la cabeza” y “Los Estados Internos

Mal: Ahora bien, te dije que había otro sendero para escapar de la vitalidad abismal, ese era el de la mutación. Si eliges esa vía es porque quieres emerger de tu penoso estado pero sin estar dispuesto a abandonar algunos de sus aparentes beneficios. Es pues un falso camino conocido como de la «mano torcida». Muchos monstruos han salido de las profundidades de ese tortuoso pasadizo. Ellos han querido tomar los cielos por asalto sin abandonar los infiernos y, por tanto, han proyectado en el mundo medio infinita contradicción.” [18]

Mal: Pero tú que has ascendido con resolución te encuentras ahora en la posada conocida como «generación». Allí tienes tres puertas: una se llama «Caída», otra «Intento» y la tercera «Degradación». La Caída te lleva directamente a las profundidades y solo un accidente externo podría empujarte hacia ella. Es difícil que elijas esa puerta. Mientras que aquella de la Degradación te lleva indirectamente a los abismos, desandando caminos, en una suerte de espiral turbulento en el que reconsideras de continuo todo lo perdido y todo lo sacrificado. Este examen de conciencia que lleva a la Degradación es, por cierto, un falso examen en el que subestimas y desproporcionas algunas cosas que comparas. Tú cotejas el esfuerzo del ascenso con aquellos «beneficios» que has abandonado. Pero, si miras las cosas más de cerca, verás que no has abandonado nada por este motivo sino por otros. La Degradación comienza pues falseando los motivos que, al parecer, fueron ajenos al ascenso. Yo pregunto ahora: ¿Qué traiciona a la mente? ¿Acaso los falsos motivos de un entusiasmo inicial? ¿Acaso la dificultad de la empresa? ¿Acaso el falso recuerdo de sacrificios que no existieron, o que fueron impulsados por otros motivos? Yo te digo y te pregunto ahora: tu casa se incendió hace tiempo. Por ello decidiste el ascenso, ¿o ahora piensas que por ascender aquella se incendió? ¿Acaso has mirado un poco lo que sucedió a otras casas de los alrededores?... No cabe duda que debes elegir la puerta media.” [19]

Mal: Podría suceder en tal situación que quisieras arreglar una salida inmediata de allí. Si tal ocurre, podrías a tientas encaminarte a cualquier lugar con tal de no esperar el día prudentemente. Debes recordar que todo movimiento allí (en la oscuridad), es falso y genéricamente es llamado «improvisación». Si, olvidándote de lo que ahora menciono, comenzaras a improvisar movimientos ten la certeza que serías arrastrado por un torbellino entre senderos y moradas hasta el fondo más oscuro de la disolución.” [20]

El “poner mal la cabeza” tiene, circunstancialmente o en proceso, los registros propios de la violencia interna, de no coincidencia entre lo que se piensa, siente y hace, de traición a uno mismo, de incoherencia externa, de contradicción, de cierre del futuro, de pérdida de fuerza, etc. El registro y grado dependerán de que esto sea sólo un error de paso ocasional o bien sea un error recurrente de danza.

9) ¿Qué atenta contra el “poner bien la cabeza?

Las dificultades pueden ser muchas y variadas. Algunas de ellas son: El arrastre del paisaje de formación biográfico y en lo nuestro. El “virus de altura”. Las deficiencias de trabajo interno profundo. Las compulsiones. Los climas fijos y las tensiones fijas. La censura y la autocensura. La mirada externa. El accidente. La acción irreflexiva. El pragmatismo inmediatista. La ubicación de nuestras propuestas en el campo de “lo ideal” y los procedimientos del sistema en el campo de “lo real”, “lo práctico”, “de los pies en la tierra”, etc. La disociación esquizofrénica entre nuestros planteos (doctrina, ideología, trabajo interno, etc.) y la vida cotidiana. La dificultad de relacionar nuestros planteos generales con los casos específicos que se viven.

10) El “poner bien la cabeza” y la dirección mental

El “poner bien la cabeza” es crear, cargar y emplear imágenes. Esas imágenes a futuro no son simples, sino complejas. No son simples figuras visuales bidimensionales, sino que están cargadas de asociaciones y connotaciones de todo tipo. Les corresponden climas, tensiones, compensaciones, argumentos transferenciales o catárticos, etc. Dos personas pueden coincidir en que aspiran a un mismo objeto (por ej. un auto), pero una lo imagina o desea como herramienta de trabajo para su independencia económica, mientras que la otra lo imagina o desea como medio de diversión, aventura, etc. Dadas dos personas, puede ser que ambas aspiren a cumplir una cierta función para el conjunto, pero que una lo haga en función de “dar” mientras que otra lo haga en función de “recibir”.

Las imágenes de futuro (expresadas como proyectos, aspiraciones, ideales, argumentos vitales, etc.) son imágenes trazadoras que configuran lo que se conoce como “dirección mental”. La imagen a futuro (“objeto a lograr”) como trazadora genera una dirección mental, una tendencia y un “recorrido”. Esas imágenes orientadoras nos acercan a ciertas cosas y nos alejan de otras: ámbitos, situaciones, personas, comportamientos, pensamientos, temas, emociones, acciones, etc.). Entonces, un aspecto fundamental del “poner bien la cabeza” es elegir cuidadosamente las imágenes a futuro, el “para qué” de nuestras acciones, ya que son como los pedidos al guía interno que hacemos, son la “realidad” que construimos. Es así que conviene poner intencionalidad en este tema y elegir las mejores imágenes. Si ya existen en nosotros, conviene revisarlas; si deseamos formarlas (poniendo así bien la cabeza), conviene reflexionar sobre ello y elegirlas desde lo mejor de uno. Conviene apuntar bien alto (por ej., tomar como referencia que “dar” es más que “recibir”). A veces se presenta la incertidumbre entre plantearnos un ideal grande pero de logro incierto, o bien un ideal pequeño pero seguro.

Pero las imágenes a futuro no sólo trazan un “recorrido”, sino también configuran un campo de copresencia (un “horizonte lógico”) en relación al “objeto” al que se apunta. La imagen a futuro, como estructuración de conciencia, genera un cierto campo de copresencia, un horizonte lógico al que le corresponden ciertos “objetos” y no otros. Y esto da una cierta “mirada” con antepredicativos de distinto signo.

11) El “poner bien la cabeza” y la “acción reflexiva”

Veamos ahora el “poner bien la cabeza” en relación a otro tema con el que guarda estrecha relación: la “acción reflexiva”. La “acción reflexiva” implica “poner bien la cabeza”. Veamos las siguientes notas personales (ni oficiales ni revisadas) de lo que Silo comentó en un retiro[21]:

Hay mucha gente que ni se ha enterado que existe una acción reflexiva. El hecho de saber que existe sirve para saber a qué atribuir ciertos problemas.

...

La acción reflexiva es un modo de estar con la cabeza y no una práctica. Es una postura mental en la actividad.

...

No es tema secundario el de la reflexión sobre la acción. Es un tema para nosotros. La acción reflexiva es primaria.

Hay diferencia entre la acción reflexiva y la calculada (la que hace la gente).

Hay una correspondencia entre acción reflexiva y atención. La acción reflexiva sobre las cosas queridas y apreciadas.

...

Para nosotros son prioritarios el Trabajo Interno, la acción en el mundo, la acción reflexiva y las acciones queridas. La acción reflexiva debe ir en dirección a eso. Esta es la óptica común, lo otro está fuera del proyecto.

...

Cuando uno hace algo, lo hace porque algo ha sucedido o por lo suceder. Uno se puede preguntar una u otra cosa con respecto a la propia acción. La primera es por aquello que la produce, la segunda está lanzada a futuro.

Ciertas acciones no son preguntadas (por ejemplo, abrocharse los botones), pero no todas las acciones tienen el mismo interés. Pero hay otras acciones que tienen algún interés, que uno valora, cosas que tienen que ver con lo que uno aprecia. Uno debiera preguntarse “para qué” lo hace. Debiera tomar muestras de lo que hace. Durante la acción uno podría volver a preguntarse.

Una acción es reflexiva en tanto y en cuanto se sabe “para qué” se hace. Cuando sólo se puede responder al “por qué” se hace es porque se trata de una acción refleja. “Por qué” y “para qué”.

Respecto de las acciones que son buenas, debo responderme para qué las hago.

La acción reflexiva descansa sobre un mecanismo psicológico de atención. Nadie puede preguntarse por las acciones si no pone atención sobre la acción. [22]

Esto sólo tiene interés en las acciones que uno aprecia, no en las acciones primarias.

¿Cómo poder definir las acciones que aprecio? Es difícil catalogarlas. Deben ser cuestionadas para que no fallen, para que tengan más inteligencia, para que no se desvíe el tiro. Puedo apreciar acciones que terminan en cinco minutos, o puedo tener acciones a largo plazo. En estos casos la pregunta es por la dirección. Hay acciones que se trancan por actos irreflexivos. Hay mucho accidente en las acciones irreflexivas. No nos conviene.

Estas acciones están lanzadas en una dirección querida y tengo muestras para responder por ellas. Además de conciencia, hay muestra, puedo responder por el para qué de ella.

Requieren de una conciencia atenta, de una atención precisa y alerta. La atención dirigida es más homogénea con la acción reflexiva que una atención errática. Pone una mejor condición. Porque es un mecanismo más fuerte, potente, dirigido. Serán acciones más dirigidas, mejor direccionadas, con más sentido.

Cuando hablamos de atención dirigida hablamos de una cierta postura, de un estado. Cuando lo hacemos de la acción reflexiva, hablamos lo que se hace, de la acción.

Vale la pena para las acciones queridas, no las otras. Bloquea bastante el accidente, los raptos temperamentales, metabólicos, de tipología.

No te puedes dar el lujo de irreflexiones en las cosas queridas.

Si hay algo que a uno le interesa, uno debiera estar en condiciones de saber para qué lo hace.

Estamos hablando de la regulación de la acción, y no de los actos contradictorios o unitivos.

En el temario había una dicotomía entre atención y acción reflexiva, pero tienen su enganche, van juntas. La calidad mejor de atención es habilitante de las acciones reflexivas. Mala calidad de atención impide el desarrollo de la acción reflexiva.

Uno debiera poder sacar conclusiones de una acción reflexiva.

De acuerdo a la clasificación de acciones de cada uno, puede que haya acciones preciadas. Si las acciones interesantes de cada uno están sólo movidas por el “por qué” -y no por el “para qué”- no es interesante. Mejor el “para qué” (el futuro).

No puede ser que alguien desarrolle una acción querida y sostenida sin responderse por el “para qué”. Pueden ser acciones chiquitas, pero acomodadas por uno. El “por qué” se puede traslocar, poner el “por qué” a futuro. El “para qué” hace al futuro, a lo intencional.

12) El “poner bien la cabeza” como necesidad circunstancial

También en estos casos conviene hacerlo desde lo mejor de uno mismo. La condición interna desde la que se formulan intenciones y los apoyos para lograrlo: la distensión física, emotiva y mental, el pedido al guía interno, las experiencias de paz y de fuerza, la “bocanada”, la respiración baja, un aforismo personal, etc. Todos tenemos nuestro particular modo de predisponernos desde lo mejor de nosotros mismos cuando las circunstancias lo requieren. Esto también se puede trabajar, logrando nuestra propia manera sintética y veloz de “poner bien la cabeza” estando en situación de hacerlo.

13) ¿Cuándo hay que poner bien la cabeza?

En general, siempre y en todo momento; pero particularmente al inicio de cosas importantes, lo que constituye su condición de origen o de partida. Esos momentos que preceden a procesos largos y de consecuencias deben ser gestados y acompañados desde lo mejor de uno mismo. Allí es conveniente reflexionar y apercibirse de lo que opera en nuestra cabeza, en nuestro “paisaje interno”. A esto apuntan los dos primeros capítulos deLa Mirada Interna.

Es conveniente apercibirse del estado interno en que uno se encuentra, los climas y las tensiones que acompañan a esos momentos.

En conveniente poner bien la cabeza en los “recodos” o en las “encrucijadas” de nuestro camino, allí dondequiera uno advierta que se bifurcan los senderos que llevan hacia la unidad o hacia la contradicción, hacia el modelo de aquello que nace o hacia aquel que camina hacia la muerte, hacia la luz o hacia la sombra, hacia el abismo o hacia lo que vuela por encima de él.

Esta elección, fundamento de toda ética, se presenta de continuo; pero nos interesan en particular las situaciones y procesos de largas consecuencia de importancia.

Para concluir, aunque debamos hacer mención de ello, nos parece excesivo tratar aquí el “poner bien la cabeza” con referencia a los trabajos de Escuela, que apuntan a transformaciones profundas a través del Propósito, la Ascesis, la Conciencia Inspirada, etc.

Fernando A. García. Buenos Aires, 18 de diciembre de 2010.

http://fernandoagarcia.blogspot.com/

fernando120750@gmail.com

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Notas al texto:

[1] Charla abierta de Fernando A. García en el Parque de Estudio y Reflexión La Reja (Argentina), el sábado 25 de septiembre de 2010. http:/fernandoagarcia.blogspot.com

[2] Farellones II - Retiro consejo Fénix, enero 1991.

[3] Apuntes “Reunión Silo Con Comisión Parque La Reja - 07/08/06 - Parque La Reja.”

[4] Transcripción de Charla de Mario en reunión del Consejo, Bogotá, 5 de Julio de 1995.

[5] Puntos “5.- Los intereses inmediatos y la conciencia moral.” y “6.- El sacrificio de los objetivos a cambio de coyunturas exitosas. Algunos defectos habituales.” de la “Quinta Carta a Mis Amigos” en Silo, Obras Completas, Vol. 1, “Cartas a Mis Amigos sobre la crisis social y personal en el momento actual“.

[6] En “El Camino”, de Silo “El Mensaje de Silo”.

[7] Párrafo 4 de “I. La Pregunta” en Silo, Obras Completas, Vol. 1, “Humanizar la Tierra”, “El Paisaje Interno”.

[8] Acto público (Pabellón de los Deportes. Madrid, España, 27/09/81), en Silo, Obras Completas, Vol. 1, HABLA SILO Recopilación de opiniones, comentarios y conferencias. 1969 – 1995. I. Opiniones, comentarios y participación en actos públicos.

[9] Ver “Tercera Carta a Mis Amigos” en Silo, Obras Completas, Vol. 1, “Cartas a Mis Amigos sobre la crisis social y personal en el momento actual“. Ver también “1.- Algunas posturas frente al proceso de cambio actual.” en la “Segunda Carta a Mis Amigos” en el mismo libro.

[10] Ver “XIX. Los Estados Internos” en Silo, Obras Completas, Vol. 1, “Humanizar la Tierra”, “La Mirada Interna”.

[11] Silo, Obras Completas, Vol. 1, “Humanizar la Tierra”, “La Mirada Interna”.

[12] Ver también “Importancia de la atención”, Fernando A. García, Buenos Aires 16/10/2010. http://fernandoagarciamentesinquietas.blogspot.com/2010/10/la-importancia-de-la-atencion.html

[13] “Sobre la Convergencia y la Diversidad - La Actitud Intencional y la Actitud Dialéctica” de Fernando A. García. Buenos Aires, 26/05/08. http://fernandoagarcianoticias.blogspot.com/2009/08/sobre-la-convergencia-y-la-diversidad.html

[14] Párrafo 2 de “XIX. Los Estados Internos” en Silo, Obras Completas, Vol. 1, “Humanizar la Tierra”, “La Mirada Interna”.

[15] Párrafo 5 de “XIX. Los Estados Internos” en Silo, Obras Completas, Vol. 1, “Humanizar la Tierra”, “La Mirada Interna”.

[16] Párrafo 9 de “XIX. Los Estados Internos” en Silo, Obras Completas, Vol. 1, “Humanizar la Tierra”, “La Mirada Interna”.

[17] Párrafo 2 de “I. La Pregunta” en Silo, Obras Completas, Vol. 1, “Humanizar la Tierra”, “El Paisaje Interno”.

[18] Párrafo 4 de “XIX. Los Estados Internos” en Silo, Obras Completas, Vol. 1, “Humanizar la Tierra”, “La Mirada Interna”.

[19] Párrafo 7 de “XIX. Los Estados Internos” en Silo, Obras Completas, Vol. 1, “Humanizar la Tierra”, “La Mirada Interna”.

[20] Párrafo 10 de “XIX. Los Estados Internos” en Silo, Obras Completas, Vol. 1, “Humanizar la Tierra”, “La Mirada Interna”.

[21] Apuntes del retiro con Silo en Mar del Plata, 17 al 22 de julio de 1989.

[22] Ver Anexo 1. Aporte sobre la Atención. Apunte de una charla con Mario. Mendoza, setiembre 1989 en el “Manual de Formación personal para los miembros del Movimiento Humanista”.

Fernando Alberto Garcia