27 de diciembre de 2010

El paisaje de formación actúa no sólo como memoria sino como conducta. SILO

El paisaje de formación actúa no sólo como memoria sino como conducta. SILO


Lo hereditario (los gestos de mi papá, gustos, etc.) permanecen en mi, según me hayan gustado o no.

Son los llamados caracteres. lo genético no es determinante para nada para nosotros. El tema es qué es lo que hago con mi cabeza respecto de eso: tanto en rechazo como en adhesión.

Hay quien lucha para no parecerse y otros al revés. La conducta actual no deja de transformarse pero tiene su base en el paisaje de formación. Puedes haber cambiado todo para que nada cambie. Puedes haber sofisticado mucho la transformación de la conducta.

Son los datos de la memoria antigua a la base.

Conducta: Es todo lo que sea "un operar en el mundo". No solo un operar motriz. No compliquemos las cosas al incluir las operaciones mentales. El pensar también es conducta, es así, pero se nos diluye mucho la cosa. Conducta es todo lo que sale de la caja negra.

El paisaje que se fue, actúa a través de las personas, es onírico. Ejemplo: las ideas felicitarias.

Esa memoria, lo grabado del mundo que ya se fue, se re-inyecta. Es la reinyección del dato como en los circuitos lógicos en la electrónica. Un paisaje se fue y en un paisaje nuevo, se están formando nuevas generaciones, y en este paisaje actúan los formados en un paisaje que se fue. Llegan con un retardo. Es la revancha del paisaje de formación. Dramatizando mucho es como decir que los "paisajes actúan a través del ser humano".

Esta memoria, este retardo de acontecimientos, es una salida que se reinyecta a la entrada, son cosas que se fueron pero que están reinyectadas.- ¿Se entiende esto de que se puede acelerar el tiempo? Por ejemplo en música, existe lo que se considera "el tempo musical". Puede ser más rápido o más lento. En electricidad, el ciclaje por segundo. No es el tiempo de medida lo que varía, sino la cosa que va por dentro. Por ejemplo, en el mismo tiempo fechable, pueden suceder distintas cosas, ocurren acontecimientos a distintas velocidades. Es el tiempo por dentro y no el tiempo calendario. Un año cronológico externo, es lo mismo hoy que hace dos mil años, pero sicológicamente no es así. El tiempo real es el que se mueve en estructura, con protensiones y retenciones. ¡Tan oculto que está ésto!

El tiempo convencional, externo y geometrizado, sirve para que se pongan de acuerdo las personas. Al mirar la historia nos confundimos enormemente al pensarla como si hubieran sido cosas que ocurrieron en un tiempo externo. Se presenta la historia como una sumatoria, una sucesión de eventos analíticos sin hilación (en el sentido de estructura) ni proceso. Es el tiempo: uno-al-lado-del-otro.

Paisaje de formación: Yo soy también aquello que se fue, no sólo "yo" por un lado y el mundo actual por el otro. Cuando muero, muere parte del mundo que se fue, "cuando muere una generación muere un mundo", (esto no es una figura poética), que se representaba a través de esas personas. El mundo que se fue no ha muerto para aquellos cuya conducta está anclada en aquel mundo.

Los datos básicos de memoria están muy arraigados, y a medida que se envejece, el recuerdo tiñe todo y, la memoria tiene lagunas de lo reciente o inmediato. Mas abierto está el hombre a su memoria, cuanto más cerrado esté a la percepción externa e interna. Esto se observa en los fenómenos seniles. En este caso, van disminuyendo la percepción externa e interna. También la emotividad se va muriendo y adaptando ese cambio a la memoria y desconexión del mundo.

Todo el cuerpo se va preparando a ese despegue. Pero puede que no sea tan grave como parece a la mirada de un más joven, que proyecta su situación en el anciano. Los jovenzuelos tienen una afectividad un tanto trágica. Están llenos de avidez, de chisporroteos, los ancianos no sienten su situación como una tragedia. Los viejos sufren menos este tipo de cosas, no son iguales esos años fechables, son tiempos vivenciales distintos y coexistentes.

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