30 de noviembre de 2010

MAS VALE UN NOSOTROS QUE UN YO. SILO. Bomarzo (Italia)

"No vale la pena tener un Yo. Más vale que tengamos un nosotros (risas) y que se faciliten las cosas en la gente en nosotros y no Yo metido dentro de mi mismo. Solo yo en una isla mental, donde todo lo que pienso, lo que siento, lo que me pasa es ilusorio y sufriente".

En cuanto tratas de entender quién eres, cuando tratas de pensar quién soy, empiezas a hacer, sin darte cuenta, un análisis, una división, mentalmente vas dividiendo.

Yo no soy el de ayer, sin embargo hay algo que se conserva en mí desde que era niño. Pero yo no soy ya ese niño. Qué es lo que se conserva en mí desde que era niño que me permite decir que soy el mismo? Sin embargo no soy el mismo, hay una alucinación permanente (risas) hay algo que me permite decir; sí, sí soy el mismo pero no soy el mismo. Bueno pongámonos de acuerdo (risas). Hay algo que no cambia, y qué no cambia? hasta la ropa cambia, la ropa de antes me queda chica, en poco tiempo más me va a quedar grande (risas).

Bueno qué permanece entonces? El nombre permanece, algo externo, un documento de identidad (risas). Qué más? qué es lo que me da identidad? Quién soy yo, el nombre soy yo? No, el nombre no. Mis experiencias me dan identidad? O yo me recuerdo de un modo muy distinto en un momento y en un modo muy distinto en otro momento.

Resulta que ni siquiera mi memoria me da permanencia, mis proyectos han cambiado, es decir, mi imaginación de cosas a futuro ha cambiado. Entonces quién soy yo?

Tal vez yo sea simplemente una ilusión. Yo en cuanto yo, tal vez no exista, tal vez sea una sumatoria de cosas, que me producen el registro del Yo, un Yo que no cambia, como si fuera una unidad. Pero si en cambio empiezo a descubrir que ese yo es cambiante, y determino también que si este Yo cambia, no tiene permanencia, es ilusorio, es una sumatoria de cosas, es memoria, es imagen, es recuerdo, es proyecto, pero no es una cosa. Pero yo creí hasta ahora que mi Yo es permanente. Y cuando digo Yo soy el centro del mundo (risas) y lo digo Yo. Ese es el registro de lo universal en mí. Bueno, no es así! (risas). Pero claro, no mortifiquemos a la gente, para qué habríamos de mortificar a la gente?. Porque si ese Yo es ilusorio todas las cosas que creo... bueno, también son un poco ilusorias y todas las cosas por las que sufro también soy un poco ilusorias.

Pero no mortifiquemos a la gente porque si lo que creo, lo que pienso y lo que siento es ilusorio y si mis sufrimientos son también ilusorios, esto que estamos diciendo no ayuda a la gente. Entonces cuando me preguntas por eso yo le escapo a esa pregunta (risas) porque crea muchos problemas, pero de todos modos un pequeño trabajo por preguntarme a mí mismo quién soy yo, me hace reflexionar por cosas que no son tan permanentes, tan seguras, tan inconmovibles y me hace pensar sobre el sentido, pero sin mortificarse, suave, suave.

¿De dónde vengo? es una revisión. ¿Adónde voy? y no lo sé, no lo tengo tanto claro, sería interesante ir aclarando este camino como si en esa reflexión se fuera poco a poco perfilando un futuro. Pero sin mortificarme, si no, crea muchos problemas esa reflexión llevada a la profundidad.

Vamos despacio y entonces este camino es un camino para ir despacio, no para meterse en profundidades en donde termino descubriendo que el Yo desaparece, que mis aspiraciones están movidas por cosas efímeras, que mi sufrimiento se basa en cosas efímeras, que lo que quiero lograr y lo que temo perder, sufro por imaginación, sufro por el recuerdo, sufro por las impresiones de un Yo que móvil. No vale la pena sufrir así! (risas) no vale la pena tener un Yo. Más vale que tengamos un nosotros (risas) y que se faciliten las cosas en la gente en nosotros y no Yo metido dentro de mi mismo. Solo yo en una isla mental, donde todo lo que pienso, lo que siento, lo que me pasa es ilusorio y sufriente. No es negocio. En fin, pero así está bien considerar suavemente quién soy yo a dónde voy.

SOBRE LAS ILUSIONES. SILO

No se trata de que nadie abandone sus ilusiones. No se trata de que luchen contra su ensueño. Esto es tan inoperante como elevarse tirando de los propios cabellos y no hace sino aumentar el dolor, a la corta o a la larga.

No estamos hablando de renunciar a nada, esto de la "renuncia" es otro de los tópicos difundidos sin entendimiento alguno. Estamos hablando de la comprensión del dolor.

No es bueno aconsejar a la gente que imprima un movimiento a su vida opuesto al sentido de sus ensueños. Esto, además de no traer solución, agrava las cosas.

Se trata de estudiar simplemente los ensueños y la dirección que tienen. Se trata de descubrir en los propios deseos y en la búsqueda de la felicidad, la fuente del dolor. Difundir estas simples ideas entre los hombres, independientemente de sus ideologías antagónicas, es difundir un nuevo punto de vista que nos revolucionará internamente y revolucionará a la sociedad en sentido profundo.

Pero no se trata de convertir a nadie, sino de respetar y amar a nuestros semejantes sin aumentar su desesperación y su dolor.

CHARLAS CON AMIGOS EN "DRUMMOND" (MENDOZA), DICIEMBRE 4, 5 Y 6 DE 1999

DIA 1

Síntesis del intercambio de conversaciones con el Negro.

La idea previa al encuentro fue tratar principalmente el tema de la trascendencia, libremente, sin perjuicio de tratar otros temas como la muerte y el sufrimiento. En ese sentido, cada uno expresaría su situación interna, poniendo sobre el tapete la situación particular de cada uno. Al encontrarnos, nos dimos cuenta de la imposibilidad de tratar el "después" sin antes examinar el "ahora" y desde el momento actual. Los elementos comunes que vimos fueron :

  • existe una urgencia y una necesidad por trazar nuestro camino y nuestro "hacer" en el mundo, basado en nuestras propias creencias.
  • existe una situación o un "algo previo" a nuestra presencia en esta vida, como si ya viniéramos de algo anterior.
  • Cada uno de nosotros llega hasta este momento con un bagaje de experiencia, algo así como con la doctrina reflejada en algunos puntos, incorporando registros tales como la búsqueda de lo trascendente y en esa búsqueda nos encontramos ínter ligados entre sí con otros que buscan lo mismo y que quieren esclarecerse en esa búsqueda, entendiendo que cada uno de nosotros debe cumplir con una dirección en el mundo.
  • Cada uno de nosotros entendió que en mayor o menor grado, había acumulado experiencia durante la vida y que este cúmulo de experiencia nos colocaba en situación de actuar, pero que faltaban elementos de comprensión para realizar esta tarea. Se planteo así la necesidad de hacer un balance interno del momento actual para iniciar desde allí la acción buscada.(descargándose de todo sentimiento de culpa por tareas no cumplidas , desorientación actual o cargas similares)

Concluida esta fase de trabajo, el Negro comenzó hablando entre otras cosas, de la tecnología espacial, la que en el momento actual estaría descuidando aspectos esenciales. Específicamente y a raíz del desembarco de un módulo en el planeta Marte, se refirió a las fallas de esta misión y a la falta de presupuesto que ponía a la NASA en dificultades para cumplir plenamente con sus proyectos, por interesantes que fueran.

Comentó que, luego de ver un video y de charlar con el medico de los astronautas rusos, éste le había señalado la falta de comunicación entre él y los astronautas en lo referente a experiencias internas que, evidentemente, por efecto de "cámara de silencio," deberían haberse manifestado, así como su preocupación por darles protección sicológica.

Solo después, a nivel más personal y conversando informalmente con ellos, llegó a entender mas cabalmente las experiencias reales por ellos vividas y que no se atrevían a decir por temor a ser tildados de "poco confiables" y de este modo consiguió entender la relación que ellos tenían con lo trascendente.

En este sentido, y a partir de estas representaciones, explicó que la gente en general y en todas las culturas, no solo los astronautas, veían estas cosas extrañas, platos voladores, cielos y cosas por el estilo, y no solo en épocas de fin de milenio, y explicó como los astronautas veían a la tierra, como una bola en el espacio, configurándose una suerte de sistema de representación de los espacios altos y de como este sistema, en épocas anteriores, se representaba de otra manera.

Dijo que la gente en muchas culturas prefieren no hablar de estas cosas, pero que en Brasil sí se refieren mas libremente a ellas y comentó varios ejemplos, como el "cielo de los portugueses", etc. Explicó como en el pasado se representaban los cielos medieval y barroco, cargados de contenidos epocales. En cuanto a como sería una representación posible del cielo de nuestros contemporáneos, indicó que no seria tan sensorial, tan ligado al cuerpo, sino que emplazado mas alto y mas abstracto.

Sobre registros sicológicos, se refirió a la necesidad de no forzar una búsqueda de registro, tratarse amablemente, que era bueno ser compasivo con los demás y con uno mismo. Comentó la utilidad de hacer un examen de situación, un especie de "arqueo". Comentó como Meister Ekhart se planteaba la diferencia de lo que provenía de los cielos e infiernos en base a registros internos, un indicador que permite diferenciar lo que produce crecimiento interno y violencia interna, base de la acción válida y que lo que caracterizaba como proveniente del demonio venia de abajo y lo celestial, desde arriba.

La validez de un registro no puede ser indicada desde afuera, ni tampoco por otro y que cada uno debe buscar sus propios registros. Dijo que hacía cosas por los demás porque le hacia bien hacerlas y porque quería hacerlas, que la acción valida no exige recompensa.

En el primer día, refiriéndose al tema de las religiones, se explayó acerca del chamanismo Bon en el Tibet, a la llegada del Budismo y a su posterior fusión. Comentó como en occidente los ateos e izquierdistas europeos posteriores al siglo XIX se han estado convirtiendo al budismo con la mayor facilidad. Ateos que no sienten dificultad en integrar el budismo. También se refirió al Islam como la mayor religión viva en expansión. En cuanto al cristianismo, se refirió a la total renovación, al "Hombre nuevo", que comenzó con San Pablo y su transformación.

En torno a este tema, refiriéndose a la muerte, se hablo de los registros que se producen con la proximidad a la muerte. En este sentido se refirió al túnel y a la imagen del Buda o de Cristo, pero haciendo ver que los registros del túnel y de la luz son comunes, siendo que los de la imagen que aparece al final son variables a cada cultura. En las experiencias de los astronautas con la máquina centrífuga giratoria de prueba se producían experiencias por falta de oxigeno en el cerebro, fenómenos similares, que aumentando o disminuyendo la velocidad de la misma, podían repetirlos y retenerlos en memoria.

Comentó un trabajo que estaba realizando sobre Colon, el "Chilambalam" de los Mayas, y las "Crónicas Marcianas" Ray Bradbury, explicando como el proyecto de una imagen a futuro modifica la realidad, al margen del factor tiempo y como la inter-relación de culturas y de tiempos actúan unas sobre otras, en sus aspectos positivos y negativos.

Se refirió también a los sueños y hechos significativos, indicando que los registros e interpretación de los mismos corresponden ser hechos por quienes los tienen y no por otros. Vió los elementos comunes de los sueños, como el "toro" en los españoles en la época actual, que era factor común en el sueño de muchos. Sería útil buscar en algún trabajo si existe algo común en el sueño de diversas personas que sueñan simultáneamente. Como practica sugirió anotarlos al momento de despertar y no después para evitar introducir otros elementos. Respetar la acción de cada nivel.

En torno al arqueo.

Qué es lo que me ha servido hasta ahora de la doctrina para comprender a superar el sufrimiento? Las acciones validas son las que me han permitido avanzar. También, es el recuerdo de mi mismo que me sirvió como apoyo. Sacarse la "pecera" no es cosa fácil. El "booteo" de mi conciencia es como el acto previo. Aparece la semilla que cada tanto tiempo, reaparece y me permite recuperar el registro de conciencia, que después vuelvo a perder, pero que siempre recupero. Pero hay ciertos registros, que me permiten seguir adelante.

Algo así como el átomo. Dimensionar la propia vida desde este momento de proceso. Mirar la vida desde este planteo me permite modificar mi presente y también mi visión del pasado. Desde el presente tengo la libertad de conocer las condiciones de mi futuro. También, comprender que lo que creo de mi pasado puede ser muy diferente y esta observación me permite modificar mi presente.

Concluyo hoy aquí como experiencia que hay una forma distinta de estar en el mundo, que tiene que ver con el "no creer ya" en los contenidos de mi propia conciencia y no querer incorporar nuevas creencias. Surge un sentimiento con sabor de recuerdo, como hilo conductor, que tiene que ver con una búsqueda del sentido y que, a través de la vida, me ha ido permitiendo comprender, ahora y aquí, que hay una forma distinta de estar en el mundo y que me da sentido, reafirmándome que la trascendencia es real.

Esto me permite una actitud hacia el mundo que es nueva y que desde allí, todo acto que lance va a tener esa fuerza. Concluyo que debo ponerme en disponibilidad interna. Hemos concluido que estamos con esta disponibilidad, que nos encontramos como desnudos y queremos despojarnos de nosotros mismos, que estamos agotados del ruido interno y conscientes de nuestra situación; desde aquí surge una necesidad profunda, un verdadero llamado de ayuda, de orientación, algo que nos permita cumplir con nuestra aspiración.

Destacamos:

El reforzamiento del registro como guía de acción.

La reflexión sobre la acción para ganar en madurez y comprensión.

La necesidad de una óptica nueva que nos emplace de un modo nuevo en el mundo.

El esclarecimiento en la dirección de lo fundamental.

El registro de aburrimiento de la mecánica del ruido de la propia conciencia.

La necesidad de despojarse de todo el cuerpo de creencias.

El simple observar de un modo nuevo y libre.

El registro de la libertad, el regreso a nuestro hogar, el registro de protección.

La necesidad de ayuda para avanzar en la dirección hacia lo esencial.

Día 2.- DE LAS RELIGIONES

Se refirió que al comienzo todas las grandes religiones tienen a la base una fuerte experiencia. Se ejemplifica con el caso del Soma en los Brahmanes del período Védico; algunas prácticas respiratorias en el Islam. Toda esta experiencia se pierde a lo largo del tiempo y queda como superchería. Pero rescatamos como elemento común la proximidad a una fuerte experiencia.

Es lo que produce la contaminación hacia el resto y el desorden inicial. Puede ser tan grande y poderosa la energía que se libera que las consecuencias y la dirección que tome no son predecibles. Se puede ir hacia un oscurantismo total (como ha pasado ya en la historia). Estos efectos que generan la experiencia inicial a la base de las religiones puede perdurar por largos tiempos (2.000 – 3.000 años) y después se apagan. Se ha dado con los Brahmanes, Cristianos, Islam, incluso el Budismo, que ha tenido expresiones de este tipo.

Tal vez sería interesante efectuar un trabajo de religiones comparadas tomando en cuenta este fenómeno inicial de una fuerte experiencia en el origen de las religiones.

En la actualidad hay una fuerte búsqueda que tiende a lograr ese impacto, pero que todavía es una experiencia periférica. Todo el fenómeno psicodélico apunta en esta dirección y no es que se altere la percepción como se cree, sino que se roza un modo distinto de estructurar el mundo. El problema es que este tipo de experiencias no son integradoras. Se puede ver una sintomatología de un fuerte lío psicosocial. La gente esta muy desestabilizada y nos encontramos de lleno en una época pre-religiosa.

En el caso particular del Cristianismo su gestación venía desde hace aprox. 200 años antes a su aparición. Los Esenios y algunos escritos prepararon el camino. No hay ningún documento histórico de los cronistas de la época que acredite la existencia de Jesús. Es más, incluso las ciudades que se describen en los evangelios y escrituras, por las que éste pasó, no existían en aquella época. Uno se pregunta para qué todo este montaje y la respuesta es que se hizo para los contemporáneos que vivían en ese momento.

Respecto de la dispersión de los Cristianos, se produce por los Judíos que iban a las Galias, España, etc.. donde había familiares que seguían los ritos judíos y estos primeros cristianos introdujeron su doctrina en estos ámbitos. Lo interesante fueron los primeros apóstoles, en especial, Pablo, que organizaron la religión a los inicios.

Este último hizo entender que su doctrina no era una herejía, que no había que continuar la tradición judía, en definitiva no había que seguir los dictámenes de la Iglesia de Jerusalén. Éste instó a predicar la doctrina básicamente a los gentiles y no a los judíos. Ya en ese momento la cosa se ancló y el mito del cristianismo se configuró. Posteriormente se necesitaba apoyo para la difusión y surgieron los evangelios, de los que en realidad sólo 4 versiones escritas por cuatro evangelistas que cuentan lo mismo pero a su forma se oficializaron.

Hubo muchos otros, conocidos como los apócrifos. Años después se agregó el Apocalipsis y Las Epístolas, lo que configuró el Nuevo Testamento. Vieron de interés anexar el Antiguo Testamento a estos escritos (ya que tampoco éste era propiamente de los judíos, por cuanto venían, parte de esos escritos de otros pueblos y culturas) y así se configuró la Biblia. El maniqueísmo respondía a los magos persas que daban misa, rito que posteriormente fue apropiado por los cristianos. El nacimiento de Jesús fue visitado por los reyes magos (sacerdotes persas), lo que resultó fácil de asimilar por los cristianos. Pero fue Constantino quien dio el paso definitivo para la configuración de la nueva religión Cristiana, con el Credo de Nicea, 400 años después.

Se hace una disgresión respecto de que las cosas mal hechas son interesantes, son mas humanas. Lo espontáneo está a la base de lo mal hecho y se podría hasta hacer una ciencia de esto. Deben haber códigos comunes y algo mal hecho para que sea humano.

El Cristianismo ha ido perdiendo gas. Sus divisiones internas a lo largo de la historia; el surgimiento del protestantismo, etc. Son un buen ejemplo. La religión ha bajado al Pueblo y se ha perdido a Dios. La idea de los Dioses y de Dios no es Democrática. Las religiones teístas no funcionan dentro de un esquema democrático-burgués.

En las religiones de base chamánica es otro el principio.

Respecto de la representación de los cielos en las diversas religiones cambia mucho la geografía de la eternidad. Por ejemplo, en el caso de los Persas, la religión de Zoroastro, el infierno era helado. Los cielos reflejan las bondades del lugar, lo positivo y los infiernos lo peor que se puede dar, lo negativo. El cielo de los Persas era mas bien abstracto con Ormuz y Ariman y esta interacción tendía a la entropía universal (la lucha entre el bien y el mal) Hasta el Big Bang se puede inferir de aquí.

Otro inspirado que produjo un fuerte impacto fue Akenatón, en el antiguo Egipto. Tiene existencia real de acuerdo a los historiadores de la época. Efectuó una profunda transformación del sistema social, político y religioso. Después la casta sacerdotal se volcó en contra. En esa época ocurrió el éxodo de Israel, que tampoco es como se cuenta, de forma tan vistosa, con los mares que se abren, etc..

Otro tema que se vio fue desde donde han surgido las grandes corrientes religiosas en la historia.

Hay lugares clave de donde salen las grandes religiones: Medio Oriente; Persia e India. De Europa y América nada muy significativo ni de mucha fuerza expansiva.

Occidente no tiene mucho peso psicológico, tiene una sicología débil respecto a oriente. Ante la pregunta de si podría surgir la nueva religión desde América, señaló que en USA podría darse una onda mística, debido a que existe un caldero de códigos culturales distintos y este fenómeno tendría un carácter mundializante. También señaló que en la Rusia Bizantina podría darse un fenómeno místico. Claramente estamos en una época pre-religiosa, donde se está iniciando una mística.

Toda civilización nace de los códigos de una religión. La próxima será universal. Hay algunos síntomas como la Nueva Era (New Age), los Chamanismos, etc. En los que se ve claramente una religiosidad difusa universalizada. ¿Qué sucede cuando se extinguen las religiones? Se pierde la religiosidad y la gente incrédula trata de responderse a qué debería hacer en la vida. Se ejemplificó con las llamadas Escuelas de la Decadencia o Escuelas Morales del final del período Greco-Romano. Los Epicúreos, los Estoicos y los Cínicos.

Los Epicúreos fueron una filosofía muy avanzada, en la que se intentaba lograr una vida lo más armónica posible. Se identificaba lo bello con lo bueno. Este contacto con la belleza daba equilibrio. Tenía una actitud no-violenta.

A los Estoicos se les complicaban las cosas. Es una corriente próxima al Budismo. Existía el sufrimiento y había que lograr la ataraxia. En realidad es la impavidez. En estas Escuelas no participan los dioses. No se entusiasmaban por los éxitos ni tampoco por los fracasos. Y si la cosa no andaba muy bien y se les complicaba en demasía, podían optar por el suicidio para salir de esa situación.

Los Cínicos eran anárquicos, vivían sin reglas, no creían ni en las instituciones ni en las costumbres, pero si valoraban el conocimiento. En esta época empiezan a aparecer escritos pre-cristianos, sobretodo en los Estoicos. Aquí encarna el Cristianismo. Son momentos “sándwich” en los que para atrás no hay nada y para adelante tampoco. Esta gente de las Escuelas de la Decadencia piensa bien sobre el sentido de la vida, tiene una moral y no leyes y son ateos. Dios está muy lejos en ese momento histórico. Actualmente encontramos a mucha gente que asumen las posturas de esas Escuelas Morales de la Decadencia. Se trata de dar un significado y una dirección a la vida.

No hay sentimiento religioso y la nueva religiosidad aun no ha nacido.

.......................

El grupo coincidió en sus conversaciones en el registro de un sentimiento que tiene el sabor de recuerdo, de algo buscado, de un paraíso perdido, como volver a estar en casa y que se busca en el futuro. Es algo que viene como de atrás, que lo impulsa a uno hacia el futuro en esa búsqueda de reencuentro, que es como una misión. En general es como un registro de nostalgia, de un estado ideal perdido que es buscado en el futuro y que se asocia al sentido de la vida.

A este respecto, comentó que el registro de ese sentimiento de paraíso perdido está desarrollado en Platón, en el Mito de la Caverna. En este Mito, existían los seres en un estado ideal, se encarnaron en el ser humano y olvidaron su origen. Estos seres vivían al interior de la caverna, de espaldas a la realidad. Percibían las sombras reflejadas en la pared, las cuales veían como un mundo real. Cuando uno de ellos vio por donde entraba la luz, se dirigió a la entrada de la caverna, y vio por vez primera el mundo real, comprendiendo que el mundo de penumbras en el que vivían era sólo un reflejo de esa realidad.

Cuando el ser humano moría y volvía a nacer, venía con las impresiones del mundo de las ideas. Al ligarse al cuerpo se olvidaba. Era una especie de dios caído que perdía la memoria. Pero había chispazos de una vida que había conocido. Esa amnesia tenía reminiscencias que lo conectaba con el mundo real (realismo platónico), con las ideas de la realidad.

Las personas buenas se acercaban a la bondad del mundo real. Las ideas son reales y uno debe ascender a las ideas. Es un mundo de razón. Los humanos están dotados de inteligencia.

Ésta se va perdiendo y el ser humano desciende a los animales y reptiles. De este mundo de las ideas surgen las matemáticas como un modo de explicarse la realidad y reducen la estructura a la mínima expresión que es el triángulo. A la base de los mitos de Platón se reconoce una mística y el concepto de lo sagrado.

COMENTARIOS, RECOMENDACIONES Y SUGERENCIAS

- Revisión de cosas significativas por registro, por experiencia en la propia vida. Mirar la propia vida despejando pesos, pero con otra óptica. Es interesante hablar de los propios registros significativos, que es lo único válido. Si ese registro es de unidad y despeje : bien.

- Se sugiere apoyarse en los registros, hacer un arqueo interno y apuntar al futuro.

- Los fenómenos paranormales no hacen al tema que estamos tratando. Es como una rama y no mucho más. Pueden ser registros significativos, pero son una rama y no el tronco.

- Se describen algunos registros de experiencia con la fuerza como un fenómeno ajeno a la propia conciencia, como algo proveniente del exterior que pasa a través de uno y que no lo intenciona la propia conciencia.

- El despeje de los ruidos que se registra como un agotamiento mental, como si uno estuviera con la cabeza inmersa dentro de una pecera. Registro del aburrimiento por el ruido de los propios contenidos (creencias, divagaciones, ensueños, etc.) y la búsqueda de un estado de simple observación con registros placenteros. De estos registros se desprende que hay una manera diferente de estar en el mundo y de estructurarlo. Estos son registros a otro nivel y no responden a ejercicios o prácticas, sino que son productos de una maduración y comprensión sobre el propio proceso.

Este tema tiene que ver con resolver sentidos, con dirigirse hacia lo fundamental.

De lo anterior se desprende que una vez que las experiencias de uno estén claras, habrá que tener claro lo que se pretende hacer (trabajo individual sobre el arqueo y trabajo individual sobre las condiciones)

..............

Estamos asistiendo a un neo-romanticismo que cree que se puede manejar todo, hasta la propia conciencia (espíritu fáustico). Podemos ascender a niveles de conciencia más interesantes, pero no por determinadas prácticas. Ayudan (estas prácticas), pero no es por ahí . . . La extensión de esto (el espíritu fáustico) va a llegar a la producción de fármacos que alteren la química cerebral. Es parte de la mecánica del pensamiento fáustico. Occidente sin salida apela a todo tipo de prácticas, pero no va al meollo del asunto. Hay que procesarlo más calmadamente y no por el forzamiento propio de una práctica. La práctica es del género de las particularidades. No hay prácticas para lo esencial (“haga esta práctica y trascienda o tómese esta pastillita y trascienda”... así no es la cosa).

Un ejemplo, el caso del Maestro Nicéforo (Filocalia). No es por las prácticas de la oración del corazón que él logra determinado nivel, sino al revés. Es por la dirección del propio proceso hacia lo esencial, cuando se encierra en el Monte Athos, que él produce la “Oración del Corazón”. Lo esencial tiene que ver con un proceso y no con prácticas. Estas últimas no te dan una dirección definitiva. El sentido de la vida no se soluciona por una práctica. La conversación nuestra va en el tema de la dirección de lo esencial. Experiencia con peso interno.

Las prácticas son adquisiciones, pero al final no dan sentido. La reflexión sobre la acción es lo que genera la madurez para esclarecer el sentido y esta reflexión no es una técnica, es una actitud. El cambio profundo viene de la reflexión sobre el propio proceso. Es un despeje del camino y sacarse peso.

Día 3 : De la Libertad – entre – Condiciones

Se plantea la necesidad de ayuda, esclarecimiento y orientación para avanzar en la dirección hacia lo fundamental. Se destaca el registro de urgencia, el percibir que nuestro tiempo es limitado, el sentir nuestra temporalidad. Existe diferencia entre un joven de 18 años que percibe la finitud de la vida en las capas más externas del espacio de representación a diferencia de cuando uno aumenta en años, en que esta finitud se internaliza.

Las prácticas son para los asuntos específicos, para resolver, conocer o trabajar asuntos puntuales, pero no hacen a los temas de fondo, al sentido de la vida y todo aquello. La transformación del proceso de conciencia no tiene que ver con prácticas. Estos son temas de otro nivel y no existe práctica ni ejercicio para ello, sino un avanzar en madurez y comprensión.

Las actitudes son importantes y las actitudes esenciales son lo más importante, son las que interesa especificar. Indican que se va a lo esencial y no a lo secundario de las cosas y en ello la dirección es lo anterior a todo. El querer hacerlo. El cómo, viene después. El caso del Buda es un buen ejemplo. Después de su largo recorrido por toda la India, prácticas, encuentro con fakires, etc. y dejando todo de lado, se sentó debajo del árbol Bodi y tuvo la experiencia de la iluminación. Quiere decir que después de su proceso estaba en las condiciones exactas para que esa experiencia se produjera.

Hay que aclararse muy bien, aclararse mucho más hacia donde uno quiere ir y atender a las condiciones que están gravitando en uno. En este momento actual hay un gran desorden de gurúes, de sistemas de auto-ayuda, todo tipo de ofertas terapéuticas, etc. que hacen que la gente después de buscar tanto se ponga más seria y esa búsqueda se haga más interesante. Estamos hablando del paso a dar, de la ayuda, de la dirección fundamental. Aquello que queremos realizar debe estar desprovisto de fantasías. Hay que aclararse bien en el registro.

Ver lo primario y su permanencia y como a veces cambia y aquello que era lo más importante y primario en un momento, pasa a secundario y terciario cuando cambian las circunstancias. Por ejemplo, si necesito comer para vivir esta es una condición o, si se desvaloriza el dólar, es una realidad psicológica que opera como condición. Se tiene un registro psicológico y físico de estas condiciones.

Quiero hacer algo con libertad – entre – condiciones. Esto debo tenerlo permanentemente en cuenta para que las condiciones no me perturben. Hay que entender bien en uno todas las condiciones en que se vive y que dejan poca libertad operativa para enfrentar una dirección fuerte y permanente de tu estrategia de vida. Hay que estar alerta a como te va, hay que caer en cuenta que cualquier proyecto debe ponerse a prueba en las condiciones que te toca vivir.

Las condiciones en cuanto impedimentos hay que conocerlas en la vida cotidiana y son: económicas, familiares, sicológicas, de amistades, sociales, laborales, etc. Estos condicionamientos, estas condiciones, generan un campo de resistencia que impide avanzar. Hay que conocerlas y ver las rendijas que dejan y que te permiten operar. La libertad es entre estas condiciones, que hay que conocer y sus resquicios por los cuales operar. No se trata de cambiar las condiciones, de arreglar las situaciones, sino conocerlas. Puedo estar absorbido por estas condiciones o volando sobre ellas, observándolas.

Esto tiene una familiaridad con las vocaciones, es como una fuerza creativa fuerte. Como ejemplo, tenemos algunos pintores como Van Gogh y Gaugin, que tenían una dirección y tenían fuerza sobre las condiciones que les tocaba vivir. Es una fuerza creativa. Esto se verifica en el comienzo de todas las religiones donde, sin condiciones o dejadas de lado, se verifica en los precursores de las religiones la generación de una fuerte experiencia en la base de esas doctrinas.

Hay que observar dónde está tu campo de libertad entre estas condiciones. Entonces, podemos decir que esto es una estructura. No hay libertad absoluta, sino libertad – entre – condiciones. Hay que hacerse más sabio en esto y poner todos los elementos que ayuden a comprender nuestra situación, a comprender las condiciones en que vivo. Sería interesante ver los detectores necesarios para saltar sobre las condiciones. Estamos hablando de tomar un recaudo más y poner estos elementos que ayuden a una mayor comprensión de una planificación. No es un tema de la mejor forma de vida, sino de lo que tiene que ver conmigo.

Podemos ver en nuestras tendencias y hábitos (biografía) condiciones que presionan en nuestra situación actual. Se trata de las cosas decisivas, las grandes cosas. Hay que conocer el peso que tiene cada cosa en uno, en nuestra situación actual. Por ejemplo, en la biografía, si has sido alcohólico, presiona en la situación actual y es una condición. La intención es dar por superada la propia biografía. Hay que ordenar, estructurar y darle el peso que se merece.

Debemos conocer nuestras limitaciones, comprender las condiciones, todo aquello que genera este campo de resistencia que impida proyectar todo lo que jode, hasta que quede claro y no hasta que se resuelva. Lo que está claro son algunos registros, ciertas percepciones y no están claras las condiciones de vida. Hemos hablado de sensaciones y registros, pero no es una dirección clara. Entonces, este trabajito son las condiciones, las dependencias, es ver lo que te puede impedir hacer algo. Entonces, nos damos diciembre para que este trabajo esté terminado de forma individual para seguir avanzando. Es una cuadro de situación. Tomarse varios días, distanciados entre sí y contemplar las situaciones importantes.




Nosotros definimos nuestro Trabajo no como de mano llena, sino como de mano vacía. SILO 1975

Sobre la búsqueda del objeto. Creo que nuestro gran problema es que todos buscamos objetos, y que algunos pueden no buscar objetos, pero pueden buscarse completarse internamente. Esa búsqueda también trae contradicciones, hay quien se considera incompleto internamente, entonces hace fuerza por integrarse internamente, por ser completo en sí mismo.

Si alguien busca objetos afuera, o sea que busque completarse internamente, de los dos modos sufre contradicción. En general los buscadores de las cosas espirituales o la conciencia mística o buscan a Dios o buscan estar completos, iluminados. El Buda planteó ese mismo problema y explicó que para lograr la iluminación no había que buscar la iluminación; pero entonces ¿cómo uno va a lograr una cosa si no la busca?

Es que nosotros no buscamos lograr una cosa, nosotros no planteamos esto en sentido posesivo, nosotros no decimos que haya que tomar algo para integrarlo, que haya que tomar objetos para tenerlos; nosotros decimos otra cosa: hay que suprimir la contradicción, suprimir el sufrimiento. Nosotros definimos nuestro Trabajo no como de mano llena, sino como de mano vacía.

Ustedes saben cómo se cazan algunos monos: se coloca arroz en un tronco de un árbol con un orificio pequeño, entonces el mono mete la mano en el agujero, toma el arroz y entonces no puede sacar la mano, el ve que lo van a cazar, pero no quiere soltar lo que tiene en la mano. El mono sufre una gran contradicción.

Nosotros decimos de soltar las búsquedas internas. Nosotros no nos rendimos ante el dolor, a nosotros nos preocupa salir de la contradicción, entonces esa preocupación no está en adquirir cosas, sino en dejar mentalmente cosas. Tú puedes tener cosas en la vida cotidiana, pero tú no estás buscando llenarte de cosas. A ti te pueden interesar mucho los fenómenos superiores de conciencia, pero si tú buscas esos fenómenos de conciencia, te creas mucho dolor interno. Parece que se lograran cosas haciendo el vacío y no llenándolo.

Tú lograrás más atención cuando trates de lograr un vacío de tu mente y no cuando la contemplas sobre un objeto, así sucede con muchos fenómenos

25 de noviembre de 2010

El proceso humano

Extracto de una charla informal con Silo en Mendoza, Argentina, 20 de enero de 1991.


La conciencia humana es muy joven. ¿Qué son 2 o 3 millones de años en la historia de la vida en este planeta?

Imagínense aquellos momentos, una especie bastante mal equipada para defenderse de las agresiones de su entorno, un Cromagnon vagabundo en quien un día se manifiesta por primera vez un fenómeno no propio del mundo natural. Un fenómeno no propio de su naturaleza. Un chispazo de reversibilidad que lo impacta y que no comprendió.

Tuvo que pasar bastante tiempo para que este fenómeno pudiera manifestarse nuevamente, tal vez 200 o 300 años más tarde, en algún descendiente.

Luego ese fenómeno se hizo más frecuente y empezaron a producirse en su cerebro primitivo una aceleración de estímulos y nuevas conexiones.

Captó en el fondo de esa conciencia en penumbras algo que no comprendió, captó una intención lejana y la proyectó fuera de sí, sobre ese mundo natural que lo rodeaba y no comprendía. Así dotó de intención al rayo, al río, a la lluvia...

Comenzó a agruparse con otros para defenderse mejor y poder satisfacer sus básicas necesidades.

Tal vez un día, en una zona cálida, vio una rama caer y cómo al chocar con otra se producía un extraño fenómeno: el fuego. Primero aprendió a conservarlo y luego a producirlo.

Pudo en un mundo que se le presentaba diverso y polifacético empezar a realizar las primeras abstracciones, comenzando así a sustraerse de la dictadura de lo natural. Comenzó a desarrollar esa capacidad de abstracción que sería la base de todo su desarrollo.

Testimonio de ésto, lo tenemos en las pinturas rupestres, que han sido encontradas en las cuevas, donde intentó plasmar ese extraño fenómeno no manifestado en ningún otro ser viviente.

Abstracciones manifestadas en los primeros símbolos. Si un ser extraterrestre hubiera pasado por allí en ese momento habría comprendido que el proceso se había disparado.

Luego vino el lenguaje oral que lo alejó de los primitivos gritos guturales propios de otras especies.

Después pudo externalizar también otra forma de comunicación y comenzó la escritura que trascendía el tiempo vital individual.

A partir de allí esa conciencia primitiva fue creciendo y emergiendo de las tinieblas impuestas por el mundo natural, en un proceso que al principio fue lento y que cada vez se aceleró más y más.

Su conciencia iba poniendo orden a ese mundo natural, creyendo descubrir las leyes que regían ese extraño universo al que se sentía arrojado.

Un chispazo de comprensión, otro y otro. Fue creciendo y abarcando todo con su conciencia, y cuando sus sentidos le quedaron estrechos inventó instrumentos para multiplicar los alcances de esa limitada prótesis natural que era su cuerpo.

Y así como en un salto hasta llegar a Hegel, cúspide de un momento histórico, máximo exponente de ese pensamiento, de esa abstracción que lo llevó a creer que lo natural tenía leyes, tenía sentido, tenía finalidad y que él se acercaba a su comprensión.

Lo que no comprendió es que era su intención proyectada afuera lo que daba coherencia a ese mundo caótico.

Hoy ese mundo hegeliano también murió y empiezan a operar las tendencias reales de la historia y no la idea de la historia.

Hoy está crujiendo el edificio del pensar humano, de un modo de pensar de un mundo que se fue. Estamos frente al principio de la historia humana.

Muchas veces se ha pasado por encrucijadas históricas similares que afectaron a un pueblo o a una civilización. Hoy por el avance de las comunicaciones y la mundialización creciente, es toda la especie simultáneamente la que se encuentra en este punto.

De un modo no muy claro siempre se ha estado luchando por superar lo natural, los condicionamientos, el dolor y el sufrimiento.

Hoy ya se está dirigiendo la mirada hacia ese instrumento limitado que es el propio cuerpo, con la intención de romper la última atadura que impone lo natural.

Hay una clara intención de despliegue de la conciencia a partir de ese homínida casi ridículo en un proceso que habla a través de cada una de esas células que son los individuos. La conciencia no es de él, es parte de un proceso humano. A pesar de él va a seguir trabajando por más que él mismo se ponga una censurita. Ni la autocensura puede con la conciencia.

Con avances, retrocesos, líos, la conciencia humana avanza. No es azar, es un proceso bien acotado, con una intencionalidad clara, con una dirección, con una fuerza que nada podrá detener.

No es el fin de la historia, es el fin de la prehistoria y el comienzo de la historia humana.

Silo

Los que no somos escuchados - Silo



Entre tanto, los que no somos escuchados trabajaremos a partir de hoy en todas partes del mundo para presionar a los que deciden, para difundir los ideales de paz en base a la metodología de la no- violencia, para preparar el camino de los nuevos tiempos.

Si, vale la pena que este Mensaje y este Humanismo Universalista cobren fuerza. Vale la pena que la gente jóven engrose esta Fuerza Moral como una variante de la Historia... que este caudal sea incontenible y se escuche su rumor en todas las lenguas de la Tierra. Entonces, las nuevas generaciones empezarán a enseñar a las adultas con un nuevo afecto y una nueva comprensión.

Finalmente, amigos, yo quiero compartir con todos esta certeza profunda que dice: "lo Sagrado está en nosotros y nada malo puede ocurrir en esta búsqueda profunda de lo Innombrable". Creo que algo muy bueno ocurrirá cuando los seres humanos encuentren el Sentido tantas veces perdido y tantas veces reencontrado en los recodos de la Historia.

Yo quisiera, amigos, que se escuchara el Mensaje de lo Profundo. No es un Mensaje estridente, es un mensaje muy quedo que no puede se puede escuchar cuando se lo quiere atrapar.

Yo quisiera, amigos, transmitir la certeza de la inmortalidad. Pero, ¿ cómo podría lo mortal generar algo inmortal ? Tal vez deberíamos preguntarnos sobre cómo es posible que lo inmortal genere la ilusión de la mortalidad.

Qué bueno es estar aquí juntos considerando el presente y el futuro. Qué bueno es que en este momento estén presenciando este encuentro miles de amigos en distintas latitudes. Pero, por otra parte, ya no vale que busquemos lugares alejados para expresarnos sin ofender a nadie porque estas palabras están llegando muy lejos. Entonces, será necesario pedir disculpas a quienes se hayan sentido agredido por nuestros decires que sin duda no han buscado personalizar sino más bien referirse a situaciones y momentos históricos puntuales.

Mientras las palabras van muriendo en calma nuestras miradas las reemplazan...

Nuestras miradas se encuentran y se comprenden en profundidad.

Saludamos a todos de corazón a corazón.

Silo.

Palabras de Silo con motivo de la primera celebración anual del Mensaje de Silo.
Punta de Vacas. 4 de Mayo de 2004.

Testimonio de un pedido al Guía Interno (Silo)

Andrea Maiorella - Attigliano, 25-09-2010

Testimonio de un pedido al Guía Interno (Silo)


Creo que puede ser muy importante compartir con todos ustedes, mis amigos, esta experiencia personal ocurrida en la noche del sábado 25 de septiembre.

No creo, sin embargo, que sea el caso de decir que “Silo se ha presentado oficialmente ante mí y me ha hablado”. No deseo dar vida a anécdotas que se realimenten convirtiéndose en leyendas ciudadanas que no creo ayuden a la comprensión del mensaje y del período histórico que se nos avecina en el futuro inmediato.

Lo único que puedo afirmar con absoluta responsabilidad y certeza es que mi pregunta estaba dirigida clara y directamente a Silo, y que una respuesta me ha llegado desde lo profundo. Recuerdo perfectamente las palabras que llegaban a mi mente muy detalladas y que no dejaban lugar a dudas sobre la simplicidad y claridad del mensaje. Mi estado era de perfecta lucidez y no era de semisueño. Se repiten dentro de mí las palabras, que llegaban a mi conciencia muy nítidas.


Relato

Después de una velada transcurrida con algunos maestros para intercambiar opiniones sobre diversos temas relativos al Parque, el futuro de la Escuela y discutiendo sobre la fecha más adecuada para esparcir las cenizas del Negro en el Parque Attigliano, Claudio Miconi y yo nos aprestamos a ir a dormir.

Pero todo me parecía extraño. Dormir en una noche así... en la que todo me parece tan incierto para nosotros y para el futuro del mundo.

Muchas dudas e incertidumbres se agolpan en mi mente. No logro conciliar el sueño. ¿Qué sucederá ahora? ¿Será realmente el fin de todo?

¿Qué será de este proyecto que desde hace 40 años ha empeñado a más de una generación de humanistas en operativos callejeros, peticiones, elecciones políticas, encuentros de trabajo personal, seminarios, conferencias, foros, internacionales humanistas, marcha de la paz, manifestaciones en la calle, cenas de autofinanciamiento, cafés de la paz, retiros de trabajo personal, laboratorios sobre la no-violencia, etc. etc. etc.?

¿Y ahora? Lo que sí sabemos perfectamente es lo que debemos hacer: no debemos detenernos. Se debe proseguir el camino que un hombre llamado Mario Rodríguez Cobos ha indicado desde siempre. ¿Pero con qué imagen a futuro? ¿Hacia dónde estamos yendo? ……. ¿Somos una especie en extinción? ¿Somos como el último grito o señal de esperanza para la humanidad para intentar en el último instante de desviar su curso equivocado? ¿Seremos el último grito de alguien que busca ahora, con la fuerza de la desesperación, de desviar el curso de la historia en vano?

Me viene un pensamiento: hace muchos años que no pido. Desde cuando era niño. La oración, para mí, era un momento particular y yo siempre lo he sabido, si no hubiera roto las pelotas la iglesia con el peso del sentimiento de culpa y del “sentido del deber”. Sí! probaré de pedirle a mi guía. ¿Qué tiene de extraño?!

Así, he comenzado a invocar a mi guía solemnemente, como una oración... exactamente en aquel estilo. Te pido, mi guía... yo sé que has dicho todo lo que tenías para decir... pero por qué no animarse. Te hemos seguido y hemos vencido el miedo a la muerte gracias a ti. Estamos intentando dar todo lo mejor de sí para realizar este sueño que es el deseo de cada uno de nosotros.

Quiero saber sólo hacia dónde vamos. ¿Cuál es nuestro destino? ¿Qué sucederá ahora? Te ruego háblame si puedes. No te vayas así. Te pido revelarme si puedes y responder a mi pregunta, Maestro, mi guía profundo.

Continuaba repitiendo estas palabras y pidiendo al guía una respuesta.

A un cierto punto, comienza a alejarse el paisaje externo y algo cambia en mi modo de percibir. Es un “estado” que he experimentado ya durante la rutina de la disciplina. Todo se hace más liviano y luminoso.

La habitación está oscura y yo estoy acostado sobre la cama. Pero parece que hubiera una luz suave que ilumina la habitación desde adentro de mí.

Me llega una fecha precisa pronunciada con claridad, la voz me lo dice dentro de mí:


- Guía: “el 21 de mayo”.

- yo: “qué cosa sucederá Maestro el 21 de mayo?

- Guía.: “comenzará una nueva revolución planetaria”.

- yo: “¿y cómo será? ¿Violenta? ¿Pacífica? ¿Qué cosa sucederá?

- Guía: “podrá ser violenta o no, pero será interesante que llegue una revolución, no creo que sea violenta. Lo importante es saber que una revolución llega siempre luego de un periodo de caos total. Será un caos total, muy violento, veremos mucha violencia. Será un período muy difícil.”

- yo: “Maestro, qué le sucederá a los nuestros? ¿Los encerrarán? ¿Detendrán a algunos de nosotros?

- Guía: “En las leyes de la física un cuerpo que gira a mucha velocidad sobre sí mismo, en torno a su eje, atrae a su vórtice todo objeto, persona o energía presente en su vecindad por la fuerza centrípeta. Todo es chupado hacia el vórtice generado por la rotación del cuerpo. Así que son dos las posibilidades de salvarse: o se toma una distancia suficiente del objeto y del vórtice, de modo que su fuerza centrípeta no sea lo suficientemente potente para chupar; o bien se sostiene uno fuertemente de algo que pueda resistir la fuerza que atrae hacia el vórtice.

El caos es la misma cosa, funciona del mismo modo. La locura colectiva puede chupar igual que un vórtice generado por un objeto que rota a mucha velocidad.

Es importante proteger a los nuestros – el Guía repite de nuevo – Debemos proteger a los nuestros”.

A este punto, espero en silencio, pero no escuchando otra cosa, comprendo que ha terminado.

Agradezco a mi Guía muchas veces y lo dejo ir.

“Gracias Maestro, protegeremos a nuestra gente. Gracias Maestro!”


Andrea Maiorella.

22 de noviembre de 2010

Los valores del sistema y nuestros valores. SILO 1988

Los valores del sistema, transmitidos por la educación en la primera infancia, son esencialmente de dos órdenes:

1. La obediencia.

2. La valoración personal en relación de las cosas que se posee.

Así, la obediencia a las indicaciones del mundo establecido, con los años se imprimen en diferentes grados y diferentes matices. El concepto de autoridad, lo que hay que hacer y lo que no se debe hacer, la gama de los prestigios, los tabúes, el ánimo, la belleza, etc... se incorporan. El punto es: no discutir y respetar.

Está claro que renegamos todo eso en nuestro concepto de cuestionamiento permanente del mundo establecido: el sistema.

Nuestro cuestionamiento no es ni gratuito ni destructivo, por el contrario. Para nosotros se trata de comprender lo que se cuestiona, así, lo que es válido persistirá y lo que es mentiroso se hundirá por la actitud crítica.

Constatamos que muchos valores, faltos de sentido o también perjudiciales para el ser humano, se perpetúan por simple costumbre o formalidad.

En lo que concierne el valor personal en relación a lo que se posee y no a lo que se es, se trata de una forma de "cosificación" muy fuerte que se incorpora desde la primera infancia. Así tener, "poseer" es uno de los valores máximos del sistema y para las personas, todo a lo largo de la vida, desde la infancia, pasando por la adolescencia, la edad adulta, la vejez, se desarrolla en una vida de acumulaciones y de pérdidas, de éxitos y de fracasos, en el sentido de la posesión.

Todo es objeto de posesión: los juguetes, luego los bienes, el conocimiento, el aspecto físico, etc... Todo eso arrastra el bloqueo en la comunicación humana.

Desde nuestro punto de vista los objetos son en general instrumentos, los utensilios, los medios, más precisamente las prótesis. No tienen ningún valor en sí mismo, sino un valor en cuánto a su empleo. Este valor es la capacidad de utilizarlos con más o menos eficacia para hacer algo. Por ejemplo, un juguete es hecho para jugar, divertirse, prestarlo y crear relaciones. Así que el interés de un objeto es el de hacer algo con él, de construir y de servirse de él para establecer “la intercomunicación".

Lo que es importante para nosotros es: dar, compartir, intercambiar, ayudar y ser solidario.

Lo que es importante para el sistema es: poseer, retener, sacar, utilizar y conformarse.

Es evidente que cuando una persona entra en el movimiento viene educada por el sistema y trae con ella sus valores y su educación, (cosificación). Sin embargo con el tiempo, nuestros valores y nuestros procedimientos reemplazan los anteriores.

Si hay conflictos o si los valores anteriores prevalecen sobre los nuevos, las resistencias que se producen, las reservas y las superposiciones hacen que se produzca una mala formación y una atmósfera extravagante de mezcla entre nuestros valores y los del sistema. Esto a corto o largo plazo, producirá una ruptura.

Es deseable incorporar nuevos procedimientos y nuevos valores, incluso comprendiendo que no hemos elegido los anteriores; los nuevos valores son el producto de un gran intencionalidad y una gran opción.

Tributo a Federico Rodríguez

Hijo pequeño de Silo.

El cantante del grupo Fauna, Federico Rodríguez, que con su colorido tremendamente vital alegrara el acto final de la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia en el Parque Punta de Vacas, ha pasado muy sorpresivamente a otros espacios. La perplejidad ante su muerte nos deja ante la necesidad de agradecer el aporte que antes no supimos expresarle.

4e9929e8767bb2e11de85392a7d9118d8ffbc731.1280x960
Imagen de: Miguel Angel Carreño
Federico Rodríguez

PressenzaBel Horizonte, 21/11/10Con la irreverencia de su creatividad y la tremenda energía desplegada en sus conciertos, Federico aportó también a la causa de la Paz y la No Violencia, arrimándole a la Marcha Mundial el afecto colorido de las nueva generaciones, el ritmo y la osadía de quienes suben a las altas cumbres para clamar por un mundo mejor.

Cuando ello sucedió, y también después cuando con su banda Fauna recorrió todos los países de América Latina, no supimos reconocer oportunamente su extraordinario aporte. Este sábado, se estaban por presentar en una de las etapas finales de la gira, en el Festival Electronika en Bel Horizonte, Brasil. Sin embargo la muerte lo sorprendió en su vuelo, sin que concluyera el periplo musical planificado.

Los cantantes de los diversos grupos del Festival Electronika dedicaron a él la noche del concierto, en homenaje póstumo.

Su tránsito hacia la Luz nos pone de manifiesto, una vez más, la provisoriedad de nuestra existencia y nos convoca a poner en juego hacia las mejores causas, toda nuestra alegría, fuerza y capacidad.

Gracias Federico por tu significativo aporte!


Fragmentos Charla de Silo sobre el mensaje -Centro de Estudios Punta de Vacas 11 de enero de 2010

"...Y habrá muchísimas comunidades del mensaje que no están ligadas a los Parques.

En ese caso las comunidades que no están ligadas a los Parques solemos buscar algún punto de aplicación geográfico también. No está en los parques pero han llegado a construir su salita del Mensaje o su sala del Mensaje, son locales que tienen que ver con los trabajos del Mensaje.

Entonces, claro, no se mueven como se mueven los Parques, pero son lugares de concentración donde se hacen reuniones parecidas a las que se hacen en otros lugares. Donde se hace un sistema de contacto, donde se menciona que existen esas salitas. En fin entra en el circuito: la salita.

Usamos la palabra sala, en otra ocasión hablábamos de sala y salita, pero resulta que la palabra sala designa hoy, a esta altura, muchas cosas. Pero la salita, que suena así como cosa minúscula, designa un lugarcito alquilado, prestado, adquirido, designa un lugarcito donde se hacen las actividades del Mensaje, es bien especifico.

Voz. Como barrial.

Como barrial por ejemplo.

Voz. Tiene otra carga que la palabra local.

Ah, no, claro.

No la salita. Que tiene ese especie de diminutivo que marca un tono. Salita. Y ninguna persona importante con seguridad va a formar parte de la salita.

(risas)

Así que lo de salita nos interesa bastante porque le baja el perfil. Un periódico no va a mencionar una salita....."

" ...Bueno, pero trataremos de armar nuestras pequeñas comunidades, nuestras ¿salitas?, y ojalá cosas que vayan más allá de eso y se produzcan relaciones entre todos ellos en determinados momentos....."

"...Y no nos vamos a preocupar de mucho más en este momento. Estamos ahí, en nuestras reuniones humilditas, tratando de estudiar un poco, tratando de unir a la gente que está en eso, intercambiando mucho y no más. Todo muy poco espectacular, muy quedo, muy calladito, pero van a crecer esos fenómenos....."

" ....Muy bien. Si estamos, estamos. Si estamos, estamos, y no mucho más. Seguro que vamos a tener reuniones, sin saber ahora en qué fecha van a ser, pero seguro que vamos a tener reuniones...."

"...Muy bien, estamos hechos, muchas gracias...."

18 de noviembre de 2010

Ley de Superación de lo Viejo por lo Nuevo ( Humanismo Universalista )

“La continua evolución del Universo muestra el ritmo de diferencias, combinaciones y síntesis cada vez de mayor complejidad. Nuevas síntesis asumen las diferencias anteriores y eliminan materia y energía cualitativamente no aceptables para pasos más complejos”.

Estudiamos, con esta Ley, la transformación del individuo y su relación con los cambios del ámbito mayor dentro del cual se incluye.

Esta ley está relacionada con la anterior y explica que una estructura se desintegra porque no puede hacer frente a las nuevas situaciones que le impone el desarrollo; en cambio los elementos más nuevos y de mayor vigor se desarrollan desde su interior hasta desplazar al sistema más viejo. Este nuevo sistema es más complejo y evolucionado que el anterior.

Muchos elementos son desechados porque son como vías muertas. A pesar de que toda la experiencia es importante, muchos elementos no son constructivos. A esos elementos que no sirven para que sobre ellos se construyan nuevas experiencias, las denominamos experiencias no constructivas, no progresivas.

Esta idea explica la superación de lo viejo por lo nuevo. Lo nuevo, sin embargo, está estructurado según las experiencias anteriores. En particular sobre las más recientes. A medida que una experiencia se apoya sobre otras que son progresivas, concomitantementeotras, las más regresivas, quedan de lado.

Este postulado nos permite estudiar lo compositivo de un objeto, fenómeno o situación, y explica cómo se da la dinámica dentro de un proceso.

Hemos visto hasta aquí que todo fenómeno que queramos estudiar no existe aislado, sino condicionado por la estructura mayor que lo contiene, que esa estructura está en evolución hacia formas más complejas y que a cada paso se verifican relaciones de concomitancia con fenómenos que se dan dentro del mismo ámbito.

Detengámonos ahora en el objeto que queremos estudiar y analicemos su composición.

Al hacer esto, observamos que los componentes internos no están quietos, se mueven.

Pero no de manera anárquica. En ellos también encontramos una lógica de transformación que indica que esos elementos primero se diferencian, luego se complementan y finalmente se sintetizan, en un proceso continuo.

Y en estos pasos de diferenciación, complementación y síntesis encontramos una clave en la dinámica del proceso, lo que da movimiento a la estructura.

Diferenciación significa que lo que en un momento era homogéneo, en el momento siguiente se desagrega dando lugar a elementos con distintas características.

Complementación indica que esos elementos diferenciados tienden a relacionarse, a interactuar.

Finalmente, síntesis implica que esa interrelación da lugar a un nuevo elemento que no es la simple sumatoria de los atributos anteriores, sino un nuevo elemento cualitativamente diferente. En la síntesis hay un salto cualitativo que hace que este nuevo elemento sea más apto para continuar el proceso.

Esta ley nos permite entonces el estudio de la composición del objeto, pero no de manera estática, fija, sino con una dinámica dada por los pasos descriptos. Y es en esta necesaria tendencia de superación, donde los elementos que no son aptos para pasos más complejos, son desechados, y los nuevos elementos son la base de los próximos pasos.

En el estudio de la Historia, por ejemplo, el materialismo planteado por Engels y Marx postula que el motor de la historia es la lucha de clases, donde opresores y oprimidos, en continua dialéctica, explican por qué se mueven esos procesos.

Para nosotros esta es una visón “desde afuera” del proceso humano, una visión que estudia el proceso humano como quien estudia la órbita de un planeta.

En cambio, desde la perspectiva que nos plantea esta ley, diríamos más cercanos a Ortega, que el motor de la historia es la lucha generacional que se entabla cuando nuevas generaciones de coetáneos luchan por desplazar a las generaciones en el poder del presente social y es este vital fenómeno el que explica cómo más allá de toda otra consideración, la historia humana se desenvuelve; no son entonces las “condiciones objetivas”, externas, las que determinan el fenómeno, sino la lucha de las distintas subjetividades temporales que cada generación porta consigo. Las generaciones son el tiempo social en movimiento.

En el terreno personal también podríamos ver cómo opera esta visión. Así, unos pueden pensar que la conducta puede ser explicada sólo como reacción ante los estímulos externos, como en los experimentos de Pavlov. Entonces se piensa que es posible domesticar a las personas en función de los estímulos a los que se los someta. De allí surgen, por ejemplo, las ideologías de la represión o de los premios y castigos para disciplinar a la sociedad.

También uno mismo puede verse así, y al estudiar su vida, creer que lo que le pasa es mecánico reflejo de lo que le ocurrió.

Desde la perspectiva de esta ley para comprender la vida de una persona, y por cierto la propia, es necesario atender a cómo la vida personal se fue desenvolviendo según los elementos progresivos, de mayor adaptación creciente, al desarrollarse, desplazaron a los regresivos. Cómo se creció cuando se pudo avanzar en ese proceso de iferenciaciones, complementaciones y síntesis continuas, y cómo la vida pareció detenerse cuando no se pudieron superar los elementos regresivos.

Bueno, pero estos son sólo ejemplos y no es la idea profundizar en ellos. Únicamente remarquemos que esta ley nos dice que lo que mueve la estructura en sentido evolutivo, en dirección a ganar mayor complejidad y adaptación, es esa suerte de pequeño proceso de diferenciaciones, complementaciones y síntesis que podemos observar en lo interno de cualquier fenómeno que se da en el mundo y en la propia conciencia.

Entonces estas son las cuatro estructuras teóricas, que dan sustento conceptual al método que vamos a estudiar y al modo en que vamos a proceder para poder comprender y operar.

Este método no está en el aire, sino que se desprende de esta base teórica que hemos comentado.

Para sintetizar este capítulo remarquemos que estas leyes son presentadas separadamente para facilitar su comprensión, pero valdrá el esfuerzo de considerarlas simultáneamente construyendo en nosotros un modo de mirar estructural y dinámico que nos permita acercarnos a los objetos que vayamos a estudiar de un modo nuevo.

LA COHERENCIA. SILO

La razón verdadera en el corazón falso, produce la hipocresía.

El sentimiento verdadero en la cabeza falsa, produce la estupidez.

La acción verdadera en la cabeza falsa, produce el regreso de la acción y en el corazón falso, la humillación.

Si falsa es la acción y la cabeza verdadera, el vacío irá adelante.

Cuando la cabeza, el corazón y la acción están falseados, según las proporciones de la mezcla, producirán la venganza, la envidia, la desazón, el aburrimiento y el "no".

Dice "sí" quien piensa, siente y actúa verdaderamente, y "verdaderamente" va en dirección única que es triple.

TRABAJO POR OPOSICION Y POR PENDULO PARA BAJAR EL RUIDO DE LA MENTE. SILO (Fragmento. Mente sin ruido)

Nosotros podemos eliminar el ruido de la mente, buena condición de la vigilia, y tener siempre en cuenta que la mente este sin ruido, pero con aptitud para dirigir con suficiente crítica y autocrítica. Decimos que tal estado se lo puede trabajar y es conveniente trabajarlo.

Es una buena condición para lo que sea conciencia de sí, atención dirigida, todo lo que ustedes quieran; tal estado se lo puede dirigir. Si ustedes pretenden quitarse el ruido por una repetición de frases, producen lo contrario; si ustedes quieren distender la mente, eliminar el ruido, necesariamente tienen que proceder con el conocimiento de los péndulos, ese es un gran arte.

Si desde mi tono muscular quiero relajar los músculos, no procedo desde este tono, sino todo lo contrario, tenso los músculos, al tensar los suelto, caigo en los niveles bajos. Pero no debemos desde el nivel que estoy tratar de aflojar, sino que aprovecho las oposiciones, aprovecho ese péndulo y entonces, ya sabemos, si quiero producir lo contrario, entonces claro, tenso, se produce lo contrario. Esto tiene que ver con el tiempo. Si yo tenso y relajo, no hay tiempo suficiente. Si yo tenso un tiempo tal en que note que ya me falta la fuerza, la tensión es perfecta, la distensión será perfecta, el rélax va perfecto. Pero si yo simplemente tenso y distenso, no hay tiempo, de manera que tenso y noto el cansancio en un momento dado, ahí aflojo. Así que hay un problema de tiempo, hay que dejarle tiempo al péndulo para que vuelva.

Si yo quiero relajar el ruido de la mente, no puedo decirme a mí mismo, bueno, no tengo que hacer ruido, mente en blanco ahora. Si yo tengo ruido en la mente, tomo conciencia del ruido de la mente, trato de acentuar, en el caso de que pueda lo acentúo hasta fatigar tal estado y entonces dejo y me dedico a mis objetos. ¿Notan el truco mental? Trabajo por oposición y por péndulo, pero no me digo "tengo que relajar la mente, no debo hacer ruido". Ahora, aquí hay una cuestión de sentido común y de sistema; como mucha gente se va a encontrar que está haciendo ruido mental, entonces va a estar todo el día, más ruido, menos ruido. Sentido común, si yo voy a dedicarme a distensar los músculos y a relajarlos, pues desde ese estado arranco y ahí voy, y lo mismo sucede con la mente, es casi un mántram, es el arranque que es el ponerse en frecuencia, ese ruido que imprimo y ese cansancio y track para soltar, pero no estoy yo a cada rato en eso de tenso, distenso ¿qué es eso? Es el disparador.

De manera que en ese estado de vigilia ordinaria en que estamos, cuando notamos esa tensión asfixiante, que nos impide pensar concretamente por un clima emotivo que se ha dado o por grabaciones que tenemos muy profundas o por sobrecarga energética; cuando efectivamente caemos en cuenta de tal cosa, con el procedimiento que quieran aumentamos el ruido interno de la mente y lo soltamos. Y ahí comenzamos a dirigir nuestro pensamiento, pero no tratamos de relajar, evitar el ruido y todo aquello. Observar esto para ver la separación entre músculos y mente y comprender este asunto de las polaridades.

Yo ahora me propongo levantar la mesa, todavía no. Pero ahora estoy muy atento a levantar la mesa y entonces empiezo a hacer fuerza con los músculos y también como he dicho que voy a levantar la mesa estoy sometido a una tensión mental. ¿Ven? Noten ahora, yo tengo los músculos relajados, tranquilamente. Ahora sé que tengo que levantar la mesa. Yo no tengo problemas de si voy a levantarla o no, yo sé que en un momento dado voy a pegar el tirón. Entonces, en un momento, los músculos se activan pero la mente sigue en el mismo tono. Traten de hacer fuerza con cualquier objeto, pero con la misma actitud mental, sin tensión. Y vean que pueden hacerlo, que pueden hacer cosas con la mente floja.

Si ustedes no tienen la mente floja, lleven la mente a mucha actividad. No vayan a creer que por forzar los músculos se fuerza la mente, o por aflojar los músculos se afloja la mente, porque no es así; no necesariamente es así, sobre todo en la gente que ha trabajado un poco. ¿Entienden el principio? Nosotros caminamos, miramos el mar, estamos con la mente sin tensión, sin ruido, todos los barquitos los vemos, unos nos gustan mas que otros, pero la mente está sin tensión, sin ruido. Pero ahora estoy mirando los barcos y asocio: algo que paso con alguien, algo que me va a pasar a mí, algo que me gustaría, algo que..., son buenos indicadores, eso que veo una cosa, veo lo que veo.

P: Pero puedo estar viendo lo que miro y estar con algún tema queriendo desarrollarlo.

R: ¿Entonces que es el mirar? El mirar en realidad es como un gesto, pero cuando estas en tu tema de interés no estas en mil cosas, estas en tu tema de interés, tu mente, claro, está trabajando. Está trabajando sobre un objeto, o sobre muchos objetos al mismo tiempo si tu mente fuera muy amplia, y no te provocara cortocircuito. Podrías trabajar efectivamente en líneas distintas y trabajar bien, no parece ser muy frecuente que uno pueda abarcar distintas líneas al mismo tiempo. Provoca choques, contradicción. De manera que cuando hablamos de la violencia interna y ustedes han trabajado un poquito en el asunto de la violencia interna, han tratado de registrarla, no crean que a la violencia ustedes la van a liquidar por decir "no tengo que ser violento desde hoy".

Al ruido provocado por la violencia o provocado por cualquier cosa lo van a liquidar a ese ruido cuando toman conciencia de él, lo hacen visible y evidente, se fatigan de ruido y pasan a otra cosa. Pero no por decir no tengo que ser violento. Bloquean. Si ustedes bloquean se joden. Explota por otro lado, está fácil. Cualquier plomero lo sabe. No pueden bloquear el ruido interno.

Hay muchos que plantean la autoobservación como bloqueo, en el sentido que no tengo que divagar. No, nuestro pensamiento siempre es abarcante, es avanzante, no es retrocedente, no es no tengo que pensar en imágenes, no tengo que hacer ésto, no, es otra cosa. Tengo que dirigir mi mente, tengo que manejarme. La forma de trabajo es avanzante. No es que en autoobservación digo por ejemplo: imagen, pecado mortal, eso es inhibitorio, lleva a la cosa reprimiendo. No, éste no es el problema. Tenga o no tenga imagen, me importa un carajo, yo estoy dirigiendo mi atención.

CONCIENCIA Y FUGA.

El tema nos ofrece dos cuestiones diferentes en principio, pero en realidad se trata de una sola cuestión, ya que la fuga es una situación especial de conciencia, así el tema puede enunciarse mejor: La conciencia en situación de fuga.

Sin embargo a fines de exposición, lo abarcaremos separadamente para luego llegar al punto antes mencionado.
CONCIENCIA.
Obviamente no estamos ante algo fácil de tratar, de todos modos lo intentamos.
Hay quienes se expresan sobre el tema diciendo: “La conciencia se la conoce sólo cuando se la tiene”. Y no es desacertado desde el punto de mira de la experiencia; en efecto, hay momentos de conciencia de la conciencia, que nos hacen comprender mejor a que nos referimos.
Hay otros que explican que la conciencia es especialmente conciencia-de. O sea, que no habría conciencia aislada, sino estructurada. Esto también es valedero desde el punto de vista de los objetos y actos de conciencia.
Más fácilmente esto de la conciencia se puede comprender mediante una experiencia cotidiana que suele pasar desapercibida; nos referimos al simple “darse cuenta”, al simple “caer en cuenta” de algo. Es en esa experiencia que comienza la conciencia. De aquello que no nos damos cuenta, de aquello que no nos enteramos siquiera, no somos concientes y es ignorado por nosotros, por lo tanto no es parte de nuestra realidad. Estos actos de “darse cuenta” se estructuran en grupos, en seguidillas, y así van conformando mayores momentos de conciencia, los que a su vez se hacen más superficiales o profundos, dándonos grados de conciencia.
Sin embargo no es especialmente “de lo que nos damos cuenta” lo que nos da la pauta del grado de conciencia, sino la reiteración del “darse cuenta”, del “caer en cuenta” y así mientras más veces caigamos en cuenta, más elementos serán advertidos; pero insistiendo, es en la capacidad de darse cuenta (en momentos y en profundidad) lo que nos dará la pauta de nuestra mayor conciencia.
Siguiendo con la exposición, puede decirse que en el acto del “darse cuenta” empieza la conciencia a ser tangible; luego que al aumentar la frecuencia y el tono, la conciencia se amplía en profundidad y en perspectiva. Con otros términos, hay una cantidad de actos de conciencia y hay una calidad de los mismos. A la primera se refiere la “frecuencia” y a la segunda se refiere al “tono”.
Este comienzo de explicación nos ha servido de aproximación al tema. Ahora surge una pregunta o varias a saber: ¿Cómo se da el acto de “darse cuenta”?; luego, ¿cómo es que uno se da cuenta?, y tercero, ¿desde dónde uno se da cuenta?
El acto de conciencia se da por entrecruzamiento de vivencias mentales. Estas vivencias son temporales, dinámicas, móviles y con duración. Así el recordar (una vivencia) se relaciona -en un momento- con el futurizar (otra vivencia) y luego en el presente, el acto de “darse cuenta”. O sea, que si sólo hubiera una dirección -o futura o pretérita- no habría presente y no surgiría la conciencia en ese momento. Bajo esta perspectiva, es claro que la conciencia no es estática, sino esencialmente dinámica, temporal, y por ende histórica.
Luego la conciencia se explica con relación a sí misma y no en relación a objetos (temas, elementos, datos, etc...) Como prueba de ello puede verse que los objetos de conciencia varían por la capacidad de ella y no por la acción de los objetos. Veamos un ejemplo: alguien mira un árbol; luego desde la conciencia surge un acto para acoger a ese “objeto” (previamente barajado por los sentidos y organizado por la percepción). Así el árbol “es tomado en cuenta”, somos conciente de ese asunto. Si por lo contrario estamos distraídos y la conciencia futuriza y recuerda no se haría presente el árbol jamás. Ahora bien, hemos caído en cuenta del árbol, ahora cerramos los ojos e imaginamos el árbol (ya no necesitamos verlo con los ojos).
En ese momento el objeto de conciencia es el mismo árbol, pero... ¡imaginado! El objeto es ahora imaginario -basado en el dato físico de haberlo visto- y obviamente es de cualidad diferente. Pero lo que no ha cambiado es la presentación de actos de conciencia dirigidos a objetos (ora físicos, ora imaginarios), y aquí nos detenemos porque podemos seguir más aún en eso de convertir los objetos en otros de diferentes cualidad, porque lo que nosotros sabemos es que a pesar de que los objetos varían enormemente, los actos siempre aparecen permanentemente y tendidos hacia objetos (cualquiera sean); esta tendencia es también llamada intencionalidad de la conciencia y es el fundamento de quienes explican que la conciencia es básicamente “conciencia-de”.
Entendido ésto se presenta otra situación no menos interesante. Es la siguiente: de repente un acto de conciencia se transforma en objeto para otro acto; es decir, “me doy cuenta de que me doy cuenta”. Aquí en ese momento la conciencia ha caído en cuenta de ella misma, se ha hecho conciencia de sí. Pero en un momento, a medida que estos momentos se estructuran y aumentan, el hecho de que la conciencia caiga en cuenta de ella misma, de su existencia digamos, de que también existe para ella, le permite hacer una serie de variaciones antes imposibles. Cortando aquí, podemos comprender al “cómo uno se da cuenta”, por ese juego dinámico de actos y objetos que permiten juntarse en un momento dado, produciendo el hecho de advertir, del caer en cuenta.
Y a la pregunta ¿desde dónde?, la podemos responder con la misma mecánica descubierta: Uno “se da cuenta” desde otro acto mental. Ese otro acto, es temporalmente distinto, es como si dijéramos “uno se da cuenta desde otro momento de conciencia” y aquí el tiempo, la temporalidad dentro de la propia mente adquiere un muy importante aspecto.
Retomando aquello de la conciencia de sí, vemos que es una simpleza, que es el hecho de que la conciencia cae en cuenta de ella misma como otro objeto, es decir: “es objeto de sí misma”, aquí adquiere relieve el vocablo auto-conciencia. Es en este momento que la mencionada capacidad de conciencia puede comprenderse más adecuadamente.
Todo este rodeo nos ha permitido entender que la conciencia tiene capacidad de autonomía, no depende de los objetos, sino que puede ser objeto de sí misma. Pero siempre tendrá objetos, ya físicos, imaginarios o en general representaciones. Sin embargo este “siempre” señalado queda en suspenso para las llamadas “situaciones elevadas de conciencia”.
Ahora bien, la conciencia descubierta por sí misma, es tan tema de investigación como cualquier otro. Así aparecen dos “zonas” bien distintas: Lo que la conciencia es en sí misma, y todo aquello que es para la conciencia. Estas cuestiones se dan separadas, pero tienen que ver entre sí, y por ello se estructuran; así que “mundo” (lo que la conciencia no es) se estructura con la conciencia (lo que ella es en sí misma).
A pesar de que todo lo expuesto es una complicación, importa llegar a este punto en que la conciencia se estructura con el mundo, porque es en este precisísimo ángulo donde surgirá la fuga, desbaratando (o tratando al menos) la estructura descubierta. Así, la conciencia en situación de fuga es la intentona de romper la estructura mundo-conciencia. Y aquí, en la partida, se ahoga el intento: no se puede romper la estructura mundo-conciencia sin romper la conciencia. Porque si se rompe el mundo (aunque difícil) la conciencia continúa, y si se rompe la conciencia el mundo continúa (aunque no para esa conciencia, pero sí para otras).
Esto es grave porque la fuga llevará indiscutiblemente, indudablemente, a un proceso de destrucción, que en el caso del hombre consigo mismo será auto-destrucción, y en el caso de proyectarse, es destrucción del mundo, y siguiendo con esto llegaremos a algo aparentemente insólito: la fuga en principio es la base de la violencia.
FUGA.
Si lo antes dicho es aproximadamente correcto, la fuga actuará en el punto de relación de la conciencia con el mundo. Esto se podrá hacer a partir de la intencionalidad de la conciencia que es con lo que se conecta.
Así, la intencionalidad de la conciencia fugada adquiere una modalidad típica, característica de la fuga. Esta característica típica no es otra que la deformación tendenciosa de la estructura conciencia-mundo. Y es una deformación intencional; porque es la conciencia fugada quien lanza una intencionalidad de distorsión, y así se estructura todo un mundo en intención-de-fuga.
O sea, que uno no se fuga de algo en especial, sino directamente se fuga en general, se fuga totalmente. Es la estructura “yo y circunstancia” la que es objeto de fuga. Y como salta a la vista estamos en una situación imposible, en una situación que no va ni viene, en una situación en que el cazador ha caído en su propia trampa: la conciencia y el yo están atrapados. De allí, la sensación de un callejón sin salidas, que en otros términos se trata de la falta de futuro. No hay futuro para la conciencia del fugado, ¡pero hay!, es decir, la fuga quiere negar, quiere desentenderse, pero no puede porque siempre hay actos y objetos de conciencia. Y ¿cómo se produce la conciencia de sí en la fuga?, es pues la conciencia-de-la-fuga y por lo tanto no hay conciencia de sí, sino por el contrario olvido-de-sí, y a veces ni siquiera eso, hay en-conciencia-de-sí.
Seguimos reconociendo que el tema es complicado y que estamos aproximándonos como un equilibrista va por la cuerda, con peligro de caer a cada paso; es decir, con peligro de equivocarnos. Pero siguiendo, tendremos que ver qué elementos ligan a la conciencia fugada, impidiendo su objetivo de efectivo escape.
Los elementos que lo impiden son pues los mismos que participan de la estructura permanente conciencia-mundo. Expliquemos: a los actos de conciencia no se los puede abandonar así como así, ni tampoco a los datos que ingresan a la conciencia. Pero no es esta sutileza la que el fugado percibe ni mucho menos, sino otras de mayor “densidad”, como es el caso de las sensaciones provenientes del cuerpo. Es por ésto que el caballo de batalla es el cuerpo y la sensación.
Por medio de la sensación la conciencia puede obnubilarse, puede preocuparse de lo que siente, de lo que gusta, toca o mira, y se tratará de llenar de sensaciones para que la conciencia esté ocupada en ello, y así no tenga oportunidad de “caer en cuenta” de sí misma y por ello de la situación. O sea, el fugado trata de obstaculizar, de tapar la conciencia mediante el exceso de datos sensoriales, lo que como sabemos reditúa en ilusiones y alucinaciones. Aparecen así en la conciencia contenidos raros que se hacen simbólicos y de “realidad” excesivamente subjetiva. Son ahora los objetos -sensacionales- los que cobran vida propia y poseen a la conciencia. El sujeto se siente “mirado” por los objetos; éstos al ser físicos son utensilios que “cobran vida propia” y se dirigen al sujeto (que tendría que manejarlos) con un lenguaje, con una expresión subjetivísima parcializada y esencialmente deformadora, los que se dirigen al sujeto de un modo hostil, de modo impertinente.
Y qué hace el fugado frente a ese mundo utensilio que viene en avance hacia él, ¡hace algo, tiene que hacer algo!, que no es efectivo porque actúa sólo mentalmente, subjetivamente y no directamente de hecho, ya que ese meterse en el mundo es lo que el fugado niega. Con todo esto organiza gestos, acciones, actos, que son falsos, que no pueden con el avance del mundo utensilio. A ese acto sin base, hueco, impotente, se lo llama rito.
Será ahora el mundo en versión simbólica el que se estructurara con una conciencia obnubilada por el enrarecimiento de sus contenidos. Y así en el ejemplo del árbol anterior, no es solo un árbol cualquiera, sino que es “muy especial”, tiene “un no se qué”, que actúa, que “habla”, que trasmite; es decir, es un médium, de no se sabe qué pero “algo hace”, “algo pasa”, exclama el fugado en total incomprensión e ignorancia.
Por todo esto que explicamos, por los símbolos mentales y los objetos “cargados” es que se habla de la conciencia mágica. Es mágica porque actúa -trata- sobre el mundo-conciencia y esto que es estructura, se aparece como síntesis, resultando así que todo es mágico. Todo está teñido de “un no se qué inexplicable”, de “algo impreciso de entender”.
Retomando lo del cuerpo, será éste el que impedirá al fugado hacer un efectivo escape y también será el que reciba los azotes del fugado, terminando en modo sutil o grosero, maltratado, debilitado o enfermizo.
Si el cuerpo es el afectado, la función que será activa en ese caso es la emoción, ya que es a partir de ésta que se puede sintetizar. Será la emoción la función apropiada para canalizar las energías en reversión de la fuga. Así la conciencia se “emociona” (en vez de relacionarse por ejemplo...) y surge la conocida “conciencia emocionada”. No puede distinguir la conciencia. Actos y objetos están fusionados en una misma identificación. O sea que a la fuga se le suma la identificación y en vez de aliviarse de pesos, la conciencia baja y baja a situaciones cada vez más imposibles.
De entre todos los sentimientos que puede experimentar la emoción será el miedo el más frecuente en la situación que explicamos. Y es por esa identificación, por esa síntesis, que todo se aparece como miedoso. El fugado teme y teme por su debilidad, por su cegazón.
Resumiendo: la conciencia no distingue actos de objetos; se produce la identificación y más se aumenta la distorsión por la presencia de las sensaciones; éstas se agrandan obnubilando la conciencia (así, por ejemplo, un rojo es tan inmenso que impide “ver” que sólo se trata de un punto rojizo en el horizonte).
Es el cuerpo el que inevitablemente unirá al yo con el mundo y por ésto sufrirá; es por ello que el fugado no mete el cuerpo en el mundo, sino que lo saca, huye; es decir, saca el cuerpo del mundo. Estos solo puede hacerlo a medias y mucho menos, desconectar el cuerpo de la conciencia. Por eso es que se enfermará, como un intento larvado o evidente de tratarlo de destruir.
Puede verse así (lícito a forma de descripción) o simplemente como concomitancia generalizada. Sacar el cuerpo implica no querer actuar en él efectivamente, no querer comprender científicamente, ni actuar técnicamente.
Como es obvio, esto tendrá una conducta como resultante, y tendrá efectos sobre el trato con los demás. ¡Empieza entonces el aislamiento! La huida del mundo utensilio se hace ahora huida del mundo humano. Y ésto es muy significativo, porque en soledad no hay comunicación, es decir no hay intersubjetividad. Más claro, si yo me doy cuenta de mi situación, otro, alguien, puede hacérmelo advertir. Y por supuesto, no será permitido por el fugado que básica, fundamentalmente, no quiere darse cuenta de nada. Por ésto se aísla, por ésto trata de separar a la conciencia del mundo al aumentar las sensaciones. Aquí será la droga el elemento idóneo. La droga aumenta esa “sensibilidad”, ese sensacionalismo exagerado, que es desconexión del mundo. La conducta es definitivamente ritual para degradar el mundo que avanza; y se siente como miedo, como temor, como impotencia de imponerse.
La fuga es un alejarse-de-sí y del mundo. Por ésto los proyectos más imposibles son dos: auto-conciencia y compromiso con el mundo y los demás. Por ésto, los olvidos, las resignaciones, justificaciones, la inconstancia más la infidelidad, será el repertorio frecuente del fugado que vive de accidente en accidente, de desvío en desvío, es decir, de nulidad en nulidad.
Pero no termina aquí el caso. El fugado en esa grave situación está encarcelado. ¿Cómo es posible?, es posible para este especial fugitivo que lleva a la cárcel consigo. Porque él no se fuga de algo como dijimos, sino que se fuga en general, constantemente, se fuga de todo. Diferente al fugitivo real, que al huir, la cárcel queda atrás y la libertad adelante.
El fugado encarcelado (vaya paradoja) ahora empieza a esperar, ya ha perdido toda capacidad de hacer, porque “todo le sale mal”, y está demasiado cansado de intentar nuevos embates. Entonces esperará, expectará a “algo” o a “alguien” que lo salve, que lo libre de esa situación que el no quiere abandonar.
En esta expectativa, en este esperar y no hacer, se basa la creencia mágica de que “algo inesperado y maravilloso me sacará de aquí”. Pero el desesperado sigue en situación deshonesta e impondrá “condiciones” para aceptar ser salvado, y el círculo vuelve a cerrarse otra vez. Ahora no sólo está fugado, sino que su dependencia emotiva va en aumento y se hará dependencia directa, cuando el fugado proyecte en algo o en alguien su posibilidad de salvación.
Así, ese algo o alguien es cargado con valores increíbles que son precisamente los que le faltan al fugado. El fugado verá “semidioses” en los hombres capaces y quizás “dioses” en los hombre libres. Estos a su vez le dan miedo, porque denotan lo que el fugado no-es, y por reflejo descubre lo que no-es, y lo que quiere-ser. Pero no podrá romper esa expectativa, esa ilusión...
LA EXPECTATIVA Y LA INERCIA.
Son las bases de la conciencia mágica. Porque él cree que algo o alguien lo salvará (y por eso espera), por lo que no debe hacer nada sino esperar (así se queda en la inercia de todo lo que suceda).
Por todo ésto no es difícil ver al fugado quieto, inmóvil, encorvado y huidizo. La expectativa lo hace depender cada vez más y la inercia, la falta de reflejos, le hacen postergarse cada día, cada instante en conciencia fugada.
Todo lo explicado, se presentará diversamente en cada quien y con diversos grados, muy amplios o mínimos en los que la fuga y lo mágico aparecen como exceso o residuo. Pero en todos los casos los elementos que intervienen, los descriptos, aparecen con mayor o menor intensidad.
Así, el miedo será el sentimiento básico; el rito (la acción falsa) será el intento de degradar a lo miedoso. Luego, la expectación por salir de la situación, será la causante del aumento de dependencia, de ese algo o alguien “salvador” que será un fetiche “cargado” con los poderes que le faltan al fugado, ese esperar por la ayuda lo postergará de muchas maneras diferentes, con un ir y venir de accidente en accidente, de nulidad en nulidad.
Llegamos así con alguna certeza a la concepción de la conciencia en situación de fuga.
La conciencia en situación de fuga.
No vale la pena ya explayarse demasiado. El fugado se olvida de sí mismo, por lo tanto no reconoce lo que sucede. Así se encadena cada vez más. Eslabón tras eslabón irá sumando a su cadena gritando por fin su propia no-libertad. En otras palabras, la fuga es el camino de la no liberación (porque aumenta en dependencia de todo aquello que se fuga).
Será pues el acto de re-conocimiento, de aceptarse tal cual es frente a sus propios ojos y ante los demás; el único acto que podrá sacarlo de su cárcel singular. Esto es, algo completamente opuesto a lo que el fugado espera. Recordemos que él espera algo externo, de los demás, del ambiente, ¡pero menos de sí mismo! Así que quien quiere ayudar al fugado, tendrá como única preocupación ayudarle a caer en cuenta de sí mismo, a que se re-conozca, porque se des-conoce (esto de conocer, es algo que el fugado no podrá lograr jamás), porque el conocer y ser conciente, son concomitancias inseparables. Y mucho (menos) más el autoconocer y la autoconciencia.
Más específicamente decir no-liberación, caer en las zonas bajas de conciencia, es decir, caer en el ensueño, en el hipersueño. Aquí, la autocrítica se va haciendo nula, la perdida de perspectiva máxima, la noción del yo y el aislamiento, tiende a hacerse inmenso.
Decir que se afianza el ensueño, implica también que las energías regresarán a los centros inferiores y se quedará en el sistema somático, fijándose y por ende desbordando.
Por ésto es que la base orgánica se dañará por tensiones energéticas mal invertidas (hablamos de energía síquica). Aquí el fugado fijará su ámbito, de repente comenzará a bostezar y se nos quedará durmiendo. Pero no será suficiente dormir o bostezar, llorar o gritar, o usar cualquier otro rito cuando la hostilidad del mundo-conciencia se hace insoportable; vendrá pues el desmayo: “Pérdida de conciencia”. Cuando ésto no resulte vendrá la búsqueda de la muerte (negación última de la realidad mundo-conciencia); esta búsqueda se hará por accidente o por suicidio.
Resumiendo, la situación de la conciencia en fuga es un camino descendente donde la obnubilación y el olvido de sí son las constantes.
La conducta ritual, la espera y la inercia en la dependencia emotiva, sus concomitancias. Y finalmente, la no-libertad será inevitablemente su resultado.
La fuga implica la conciencia mágica y emocionada, e implica también en la caída en el ensueño hacia el sueño profundo, que más tarde se hace locura o muerte, y cuando menos, estupidez.
Es así que el acto de reconocimiento-de-la-situación, es el comienzo de una elevación y de salida efectiva del caso descripto.
Ojalá quiera el fugado salir de allí, del pozo de su cegazón, porque entonces hay salida y hay solución; si no quiere, si no reconoce, bien poco podemos hacer nosotros y él.

Fuga social y cultural.
La versión social y cultural, no nos presentará un panorama más halagüeño que el descripto a nivel personal.
El bloque social realiza una fuga en masa e instala la situación de fuga en el ambiente, tiñendo así toda la actividad, todo mensaje, todo quehacer. No será difícil encontrar los signos de la fuga en una sociedad como la actual. Los fetiches (objetos recargados de significación) serán los últimos avances técnicos; los ritos serán los más antiguos y la conciencia mágica queda en la base de toda conducta.
Como pudimos ver, la fuga es una regresión de energía síquicas llevándonos a fases retrogradas. Así veremos como la actitud básica será de cerrazón, de cerrarse e incomunicarse.
La actitud abierta de amplitud hacia los demás y hacia todos, es antítesis para el fugado quien trata de enfrascarse en sus propios círculos viciosos, presentándose en sobrevivencia como oscura y sin salida; el caos, es su correlato social. Pero no queda aquí el caso, sino que la gente tenderá hacia la superstición, hacia la falsa religiosidad con su correspondiente ritualización irracional. La superchería en general hace acólitos y desde las cosas insignificantes hasta las más valiosas, son miradas y teñidas con ese tono supersticioso que no es prehistórico, sino actualizado y no necesariamente primitivo. No será ahora “un rayo del cielo”, ni extraños “tótems”, sino aparatos corrientes los ritualizados, hechos asiduos serán los ritos y los resultados los mismos. Como se distingue, la temática nos lleva muy lejos en sus posibilidades, pero la dejaremos en sus implicancias culturales.
No ha de suponerse que la situación de fuga impide al hombre crear y organizar un tipo de pensamiento coherente dentro de sus propios límites. Será ahora pues toda una valoración, una manera de elaborar, de interpretar todo lo presente, la que se impondrá a modo de valor cultural con sus correspondientes creencias. Estas darán una predicación a la conciencia normal, para realizar toda elaboración.
Surgen así corrientes artística y científicas encausando a los fugados en esas impresionantes corrientes desviatorias que sus estragos son evidentes de ponderar.
La fuga es la caída de la conciencia; su elaboración es básicamente degradadora de significado y así el “actor” o el “artista” o el “intelectual” son los mejores adalides para toda una masa que requiere de líderes, de ídolos en todos los órdenes. Tanto en lo político o religioso y en lo cultural generalizado, los líderes que se impondrán son quienes mejor sepan encausar la superstición del momento. El rito, el fetiche y el credo que se imponga, serán los que más óptimamente aglutinen a las corrientes desviatorias.
Detrás de toda expresión con auge en el mundo oficial, hay que encontrar la común situación de fuga, de allí puede colegirse que todo lo que tiene “éxito” no es otra cosa que un núcleo aglutinador de la fuga encadenante. Y no puede ser de otro modo, porque si así fuera, actuaría en contra de la fuga y a favor de la concientización de las gentes. ¿Y cómo se va a permitir que salgan al sol los trapos de todo un mundo y una sociedad encaminada en un escape sin control?, difícilmente a decir verdad. Por todo ésto y por todo lo que pueda seguirse agregando, es que todo amigo de la liberación tiene que usar el sentido crítico y autocrítico, desentrañando que hay más allá de todo lo que reluce y existe en nuestros días. Todo lo “tentador”, lo sensacionalista, es una entrada a la superstición con sus ritos y fetiches; es decir, que detrás está sin duda el vacío doloroso, la inconciencia, la nadidad. No deberemos creer demasiado en todo lo que nos llega; el fugado es también un crédulo exagerado que asimila los prestigios de moda, los valores huérfanos de toda veracidad.
Todo verdadero creador, no escatima en esfuerzos para deshacerse definitivamente del tono mágico que cobija todo lo presente y mucho menos ahorrará intentos en sacar de sí mismo la conciencia emocionada que puede quedar en los mejores casos como un residuo casi velado.
En la espera, en el olvido de sí, en todas las resistencias hacia una nueva visión, está la fuga presente. En la expectación excesiva, en el aferrarse a esquemas rígidos, en la mistificación, en la sobrevaloración de personas u objetos, ya sean utensilios o abstractos. En todo victoreo a una ideología; en todo apasionamiento irracional, está la fuga acicateando.
Allí donde la luz no penetra, donde la inteligencia se obnubila, y la dependencia emotiva sobrepasa, sigue estando presente la conciencia mágica. Aún cuando nuestras reflexiones aumenten, puede volver el ciclo de los oscurantismos y de los encerramientos.
Aún cuando las ilusiones se desvanezcan y el fracaso se presienta, el centro de gravedad puede seguir transferido y la expectativa hipnotizante puede sobrevenirnos nuevamente. Aún una tarea esforzada puede ser la pantalla de un escape subterráneo. Y finalmente, allí donde no se busca intencionadamente la conciencia de sí, allí en donde no se insiste en afirmarla y extenderla, continúa la obnubilación mental.
Los hombres viven y mueren dormidos y fugados de la realidad. Es la sentencia última para una existencia mundana y es la premisa primera para el encausamiento de la elevación de conciencia.

Tito de Casas.