4 de diciembre de 2008

Taller de la Máscara en Gracia, Barcelona.

Taller de la Máscara.
Sábado 17 de Enero. 2009

Local: Bcn No-violenta.
C/ Providencia, 135.
de 12 a 19h
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Tel: 607367562 /ebass68@gmail.com
Precio adultos: 20€,
precio niños 15€


La palabra «máscara» tiene origen en el masque francés o maschera en italiano o másquera del español.

Los posibles antepasados en latín (no clásico) son mascus, masca = «fantasma», y el maskharah árabe = «bufón», «hombre con una máscara.
El uso de las máscaras se remonta a la más lejana antigüedad.

Desde el paleolítico
el ser humano ha utilizado máscaras cuyos materiales han sido diversos y han variado a través del tiempo.
También
se las encuentra entre los egipcios, griegos y romanos. Los griegos las empleaban en las fiestas dionisiacas; los romanos durante las lupercales y las saturnales y además en las representaciones escénicas.

Durante la Edad Media
hubo mucha afición a los disfraces y mascaras, incluso en las fiestas religiosas como la del asno o la de los locos. En los torneos, ciertos caballeros que no querían ser conocidos combatían con máscara. Con todo, el mayor empleo de la máscara tenía efecto en Italia y, sobre todo, en Venecia, durante el Carnaval.

Entre los griegos y romanos, las máscaras eran una especie de casco que cubría enteramente la cabeza y además de las facciones del rostro, tenía pelo, orejas y barba habiendo sido los griegos los primeros en usarlas en sus teatros a fin de que los actores pudieran semejarse físicamente al personaje que representaban.

Las primeras máscaras se hicieron de corteza de árbol, luego fueron de cuero forrado de tela y por último las hacían de marfil o de madera para que tuvieran más consistencia. Desde el siglo XVI al XVIII las damas adoptaron las máscaras con el nombre de antifaces para resguardarse del sol.

Las máscaras se usan en funciones rituales, sociales y religiosas, donde los participantes las usan para representar las figuras espirituales o legendarias. En algunas culturas también se cree que el usar una máscara permitirá que el portador tome las cualidades de la representación de esa máscara; es decir, una máscara de leopardo inducirá al. portador a convertirse o actuar como leopardo.

En México y Centroamérica Las máscaras y los trajes de estos festivales se convierten en artículos de colección. Una máscara utilizada en tales festivales se denomina como máscara «danzada». Estas máscaras pintadas hechas a mano, se fabrican típicamente con madera y pueden utilizar cuerdas, cuernos o dientes animales, o caucho de los neumáticos como ornamentos.

En África, especialmente centrados en el oeste de África, las máscaras también desempeñan un papel importante en las ceremonias tradicionales y danzas de teatro. Todas las máscaras africanas caen en una de cuatro categorías: espíritus del antepasado, héroes mitológicos, la combinación del antepasado y el héroe, y los espíritus animales.

En obras del teatro. El uso de máscaras en las obras dramáticas de la Grecia antigua se desarrolló de los propósitos ceremoniales. Las máscaras son también una característica que define del teatro de Noh en Japón.

La palabra inglesa «person» (persona) viene de una palabra latina usada para designar una máscara de teatro: per-sona = «por-sonido» (a través del sonido) = «lo que viene a través de la voz del actor». La palabra del Griego antiguo prosopon = «cara» significaba originalmente «delante de la cara», es decir. «máscara de teatro».

Como parte de celebraciones en carnavales de algunas partes del mundo; Venecia es la ciudad más famosa por esto. La máscara es una parte indispensable del traje de un personaje particular como el arlequín.


La «máscara viva» es un molde de yeso de un rostro, usado como modelo para realizar una pintura o una escultura. Este es el que usaremos nosotros.

Las máscaras se nos aparecen prácticamente todas las culturas y civilizaciones de la historia humana..


Aquí vamos a comenzar a experimentar y producir mascaras con diferentes materiales, expresando contenidos (personajes) de nuestro mundo interno. Quizá una manera de ponerlos “delante” para poder relacionarme con ellos.

En este taller vamos a partir del aforismo de que la máscara, contrariamente a lo que se piensa comúnmente, no es un objeto para ocultar sino por el contrario, para develar, o para invocar.

Para develar lo negativo, lo que queremos superar, y para invocar aquello a que aspiramos. Entonces nuestras máscaras toman la forma de nuestros villanos y héroes personales, y finalmente intentamos llegar a aquellos modelos profundos que duermen en nosotros desde la más remota antigüedad.

Taller desarrollado por Rafael Edwards y realizado en varias ciudades y países.

Para más información: Esther Bass. 607367562 / ebass68@gmail.com

Video realizado por R.Edwards.

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