14 de febrero de 2011

El problema es cuando va mal la dirección mental. SILO 1990

En el trabajo conjunto no hay "yo". Este sólo existe para las cosas personales, que no interfieran con el proyecto conjunto. El "yo" es pariente del Uds. ( cuando alguien nos dice: Uds. que hacen esto o aquello).

Cómo es ese mecanismo ? Hasta ayer decíamos lo que íbamos a hacer para lograr tal cosa y ahora dices: "yo voy a hacer". O mentías antes o bien algo te pasó en la cabeza. Esto es lo que sucede habitualmente en el sistema. El sistema está para joder gente. Es una incoherencia, no se le puede dar pelota.

Desde ese emplazamiento te terminan molestando los nuestros: "mejor que no hagan relaciones porque las hacen mal", o bien, "es una pérdida de tiempo juntarse con los pares porque ellos están en otra y yo soy el que está haciendo las cosas bien", o bien, "tomamos el acuerdo de movernos por fondos, los consigo, pero ahora no son todos confiables para que se enteren", o bien, "mejor que no me vean con ellos porque se van a hacer una mala imagen de lo nuestro"...etc. Es la dirección mental la que difiere.

El que se corta sólo después del proyecto conjunto, es cómo el que llego a Doctor por el esfuerzo de sus viejos y después los esconde y desconoce porque le dan vergüenza porque son unos incultos (­ Bueno, algo habría con los viejos también que criaron ese engendro !....pero en fin).

Sabemos donde lleva la improvisación: a "Malcut". La improvisación se paga. Y si estábamos en un proyecto conjunto y ahora es personal, eso es improvisación.

Ser entusiasta y equivocarse, no hay problema. El problema es cuando va mal la dirección mental.

Al cumplir una función no se puede hablar de "proyecto personal". Puedes hacer todo lo personal que quieras, siempre que no afecte al conjunto.

Se está cumpliendo una función o se es un funcionario.

Si el sujeto llega a preguntar ¨ qué es lo que hay que hacer ?: interesante.

Planificamos y si sale, sale... y si no está bien: es el conjunto el que está aprendiendo.

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