Decimos que el hombre piensa en una dirección, siente en otra y actúa en otra diferente. Así, en cada momento vive sin armonía y obra con violencia en el mundo de los otros hombres.
El caos de la humanidad, es el simple reflejo de la desarmonía interna.
De este modo aunque no quiera, el hombre actúa en contra de lo que siente, siente en contra de lo que piensa y piensa en contra de lo que actúa.
No es pues responsable de sus errores porque no sabe lo que hace.
Duerme profundamente y su ilusión mayor es creer que está despierto.
Silo
No hay comentarios:
Publicar un comentario