La actual democracia a nivel mundial es formal y no real; Bolivia no quedo aislada de este fenómeno, y este sistema se ha mantenido desde su creación limitado por diferentes sectores de poder económico, que han decidido las políticas económicas y sociales propiciadoras de situaciones de explotación, saqueo de recursos naturales a través de la exclusión de grandes sectores de la población boliviana de los ámbitos de decisión.
Las circunstancias en que la democracia formal en Bolivia se ha desenvuelto en los últimos 24 años se ha caracterizado por el resquebrajamiento de una de sus bases: la representatividad.
Desde 1985, esta supuesta representatividad se baso en acuerdos políticos entre los partidos defensores del sistema neoliberal (MNR, ADN, MIR antiguos partidos de los cívicos, potentados terratenientes e incluso algunos sectores incrustados en el actual gobierno) que terminan literalmente vendiendo y liquidando las empresas estratégicas de Bolivia.(YPFB, ENTEL, ENFE,) lo cual, no hizo mas que profundizar la exclusión social antes mencionada.
La falsificación de la representatividad basada en porcentajes de votos que no superaban el 25%, (1985-2003) posibilitaron la acumulación de riqueza en base a actos de corrupción, saqueo de recursos, cobro de comisiones por la adjudicación a empresas trasnacionales de las empresas privatizadas, masacres a campesinos, etc., quedando la mayoría de estos ilícitos en la impunidad. Confirmándose el hecho de que “existe un acto mediante el cual muchos eligen a pocos y un segundo acto en el que estos pocos traicionan a los muchos, representando a intereses ajenos al mandato recibido”.
Por este motivo en los últimos años los movimientos sociales, pueblos originarios, trabajadores, campesinos y emigrantes al exterior en busca de mejores condiciones de vida y otros sectores marginados, sistemáticamente han exigido el fin de años de esa exclusión luchando por una legitima representatividad y la posibilidad de participación en la vida social y política de Bolivia en los espacios de decisión, como es el de la actual Asamblea Plurinacional (Parlamento) y la posibilidad de que todo boliviano que vive en el exterior pueda ejercer su legitimo derecho al voto.
El proyecto de ley electoral transitorio, dispone el voto de los bolivianos en el exterior, las circunscripciones indígenas, y elecciones en diciembre con el actual padrón, entre otros aspectos. Estos planteamientos han sido debatidos, y se ha logrado acuerdos importantes entre parlamentarios de oposición y oficialismo, sin embargo, una vez más algunos sectores de la Derecha más radical, han desconocido, su propia participación de los acuerdos y reniegan de estos avances. Estos son pues los representantes nacionales de un sistema político y económico mundial que ha provocado una crisis financiera en su afán de situar sus intereses económicos individuales de concentración de riqueza por encima de la humanidad toda.
Por tanto:
- Alertamos que a la oposición más radical, no le interesa lograr acuerdos, porque lo que buscan a toda costa es desacreditar, desgastar al gobierno nacional y evitar o postergar las elecciones nacionales reconociendo tácitamente su incapacidad para alcanzar una votación nacional mínimamente significativa frente al proceso de cambo que vive el país;
- Respaldamos, la ejemplar medida, no-violenta, impulsada por el presidente Evo Morales: la huelga de hambre pidiendo al congreso aprobar la ley electoral transitoria, suspendiendo el tradicional cerco, y elevando el anhelo del voto en el extranjero.
- Proponemos, no negociar el voto popular y el derecho a elegir de los bolivianos, por lo que debe asegurarse la realización de las elecciones nacionales democráticas para el 6 de diciembre de 2009.
- Pedimos porque Bolivia entera: No caiga en el engaño, ni deje que le arrebaten la esperanza y la fe en la posibilidad de cambio. Aleje el temor y el sufrimiento interno. Avance genuinamente en un proceso de reconciliación y cambio interno. Intencione en el encontrarse profundamente con el otro ser humano en la complementariedad y la reciprocidad y a mantener como actitud y forma de vida, un rechazo a la violencia interna y externa en todas sus formas.
Tomás Hirsch
Vocero del Humanismo para Latinoamérica
y
Partido Humanista Boliviano
No hay comentarios:
Publicar un comentario