17 de diciembre de 2009

Hipatia, mi musa...

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Hipatia (Ὑπατία)
Hypatia Raphael Sanzio detail.jpg
Retrato imaginario de Hipatia, por Rafael Sanzio. Detalle de La escuela de Atenas (1509-10; Museos Vaticanos).
Filosofía de Occidente
Filosofía antigua
Nacimiento Alejandría, Egipto, 355 ó 370
Fallecimiento Ibidem, 415/6
Escuela/tradición Neoplatonismo
Intereses principales Astronomía, matemáticas
Influido por Plotino, Aristóteles, Platón
Influyó a Sinesio de Cirene, Sócrates Escolástico

Hipatia (/hy.pa.'ti.a/; Griego: Ὑπατία; Alejandría, 355 ó 370 - Ibídem, marzo de 415 ó 416[1] ) fue una filósofa y maestra neoplatónica griega, natural de Egipto,[2] que destacó en los campos de las matemáticas y la astronomía,[3] miembro y líder de la Escuela neoplatónica de Alejandría a comienzos del siglo V. Seguidora de Plotino, cultivó los estudios lógicos y las ciencias exactas, llevando una vida ascética. Educó a una selecta escuela de aristócratas cristianos y paganos que ocuparon altos cargos, destacándose entre ellos el obispo Sinesio de Cirene —que mantuvo una importante correspondencia con ella—, Hesiquio de Alejandría y Orestes, prefecto de Egipto en el momento de su muerte.

Hija y discípula del astrónomo Teón, Hipatia es la primera mujer matemática de la que tenemos un conocimiento razonablemente seguro y detallado. Escribió sobre geometría, álgebra y astronomía, mejoró el diseño de los primitivos astrolabios —instrumentos para determinar las posiciones de las estrellas sobre la bóveda celeste— e inventó un hidrómetro.

Hipatia murió a una edad avanzada, 45 ó 60 años (dependiendo de cuál sea su fecha correcta de nacimiento), linchada por una turba de cristianos. Su asesinato se produjo en el marco de la hostilidad cristiana hacia el declinante paganismo y las luchas políticas entre las distintas facciones de la Iglesia, el patriarcado alejandrino y el poder imperial, representado en Egipto por el prefecto Orestes, ex alumno de la filósofa. Sócrates Escolástico, el historiador más cercano a los hechos, afirma que la muerte de Hipatia fue causa de "no poco oprobio" para el Patriarca Cirilo y la iglesia de Alejandría,[4] y fuentes posteriores, tanto paganas como cristianas, le achacan directamente el crimen, por lo que muchos historiadores consideran probada o muy probable la implicación de Cirilo, si bien el debate al respecto sigue abierto.[5]

Su carácter singular de mujer entregada al pensamiento y la enseñanza en plena Tardoantigüedad, su fidelidad al paganismo en el momento de auge del catolicismo teodosiano como nueva religión del Estado, y su muerte a manos de cristianos le han conferido gran fama. La figura de Hipatia se ha convertido en un verdadero mito: desde la época de la Ilustración se la presenta como a una "mártir de la ciencia" y símbolo del fin del pensamiento clásico ante el avance del Cristianismo.[6] No obstante, en la actualidad se destaca que su asesinato fue un caso excepcional y que, de hecho, la escuela neoplatónica alejandrina perduró hasta el siglo VII.[7]

Por su parte, los movimientos feministas la han reivindicado como paradigma de mujer liberada, incluso sexualmente,[8] aunque, según la Suda, estuvo casada con otro filósofo —llamado Isidoro— y se mantuvo virgen.[9] También se la ha asociado con la Biblioteca de Alejandría, si bien no hay ninguna referencia que vincule a ambas: se cree que la Gran Biblioteca ptolemaica desapareció en un momento incierto del siglo III, o quizá del IV, y su sucesora, la Biblioteca-hija del Serapeo, fue expoliada en 391. Según las fuentes, Hipatia enseñaba a sus discípulos en su propia casa.

Contenido

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Vida [editar]


La escuela de Hipatia [editar]

Hipatia en una representación idealizada de 1908.

En torno al año 400 se había convertido en líder de los neoplatónicos alejandrinos, y, de acuerdo a la Suda,[9] se dedicó a la enseñanza de la filosofía, centrándose en las obras de Platón y Aristóteles. La casa de Hipatia se convirtió en un lugar de enseñanza donde acudían estudiantes de todas partes del mundo conocido, atraídos por su fama. Entre sus alumnos había cristianos, como su alumno predilecto Sinesio de Cirene, con posterioridad obispo de Ptolemaida (409-13), perteneciente a una familia rica y poderosa, que mantuvo una gran amistad con su maestra.[14] Este personaje dejó escrita mucha información sobre Hipatia, y gracias a él conocemos sus obras, aunque ninguna se haya conservado. Dirigió a Hipatia las cartas 10,[15] 15,[16] 16,[17] 46,[18] 81,[19] 124[20] y 154[21] de su epistolario.

En esta correspondencia se mencionan los nombres de varios alumnos de Hipatia que fueron condiscípulos suyos: el hermano menor de Sinesio, su tío Alejandro,[22] Herculiano, del que fue gran amigo, y al que consideraba "el mejor de los hombres",[23] Olimpio, un rico terrateniente de Seleucia Pieria amigo de Sinesio,[24] Isión, íntimo de Sinesio, Hesiquio de Alejandría, gramático y gobernador de Libia Superior, y su hermano Eutropio,[25] el sofista Atanasio, Gayo, pariente de Sinesio, el gramático Teodosio y el sacerdote Teotecno,[26] y unos tales Pedro y Siro,[27] además del futuro prefecto imperial de Egipto, Orestes. Se han propuesto algunos otros nombres mencionados en las cartas de Sinesio, pero no hay pruebas de ello. En todo caso cabe indicar que sus alumnos fueron un grupo muy unido de aristócratas paganos y cristianos, algunos de los cuales desempeñaron altos cargos.[28]

El mencionado Herculiano era probablemente hermano de Flavio Tauro Seleuco Ciro, destacado miembro de la Corte Imperial, que con posterioridad llegó a ser prepósito del sacro cubículo, prefecto urbano de Constantinopla, prefecto pretoriano de Oriente (439) y cónsul (441), convirtiéndose en el hombre más poderoso del Imperio de Oriente después del propio emperador Teodosio II.[29]

El propio Sinesio manifiesta con elocuencia la devoción que Hipatia despertó en sus discípulos: en la carta 16 de su epistolario la saludaba como "madre, hermana y profesora, además de benefactora y todo cuanto sea honrado tanto de nombre como de hecho".

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