Nota de Prensa 19/12/2009
Los humanistas encaminamos nuestra lucha política hacia un nuevo tipo de sociedad. Es desde ese punto de vista que invitamos a la reflexión acerca de las recientes consultas sobre la independencia realizadas en 166 municipios catalanes.
Valorar el resultado de la consulta no es muy significativo. Es normal la poca participación teniendo en cuenta los recursos utilizados y el carácter no vinculante de la misma. Y el abrumador resultado a favor de la independencia tampoco es muy representativo. En cualquier caso, el Partido Humanista no tiene miedo a la democracia y no estaría en contra de un referéndum vinculante sobre la independencia de Catalunya.
El Partido Humanista reconoce el derecho a la autodeterminación de los pueblos. La pregunta que lanzamos es hacia qué modelo de país, de sociedad, nos queremos dirigir.
Los humanistas denunciamos al Estado como el instrumento básico de poder político caracterizado por el monopolio de la violencia. El Estado no es una institución natural sino histórica. Desde hace aproximadamente dos siglos se viene asociando el concepto de Estado (instrumento de organización política de la sociedad) con el de Nación (conjunto de personas que comparten cultura, historia, lengua, etc.) en lo que se llama el Estado Nacional. Este artificio jurídico, el Estado-Nación, ha generado las más extrañas divisiones fronterizas y los mayores conflictos entre los pueblos.
Por otro lado, el proceso de globalización económica y de concentración del capital mundial ha agudizado la crisis de los Estados Nacionales que han perdido grandes cuotas de poder político, económico y militar en favor de entidades supraestatales a las que quedan subordinados. Por supuesto, el resultado de este proceso es el aumento de la violencia, en todas sus formas, que percibimos diariamente.
Para los humanistas hay que cuestionar y disociar al Estado Nacional. El derecho a la autodeterminación no pasa por la nueva imposición de un Estado centralista (aunque sea más pequeño) sino por la construcción de un nuevo modelo de sociedad de carácter federativo en la que el poder político real vuelva a manos de los pueblos.
El Partido Humanista invita a dejar de reproducir modelos prehistóricos y a mirar hacia el futuro. La principal característica de un pueblo no es de dónde viene sino hacia dónde va. Es desde ese proyecto común que podemos rescatar nuestro pasado, nuestra historia, como experiencia que nos permita avanzar en otra dirección. Los humanistas invitamos a la revolución social no violenta. No acabará la violencia hasta que no organicemos la sociedad sobre la base de un nuevo valor incontestable: el ser humano.
Partit Humanista de Catalunya
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