No es tarea fácil transmitir los sentimientos más profundos en palabras, pues éstas a veces nos quedan cortas. Pero haremos el intento...
La Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia, es un nuevo amanecer, es la sensación de despertar todas las mañanas mirando un nuevo horizonte, un nuevo cielo que se prepara para ver nacer la revolución de los valientes.
Valientes que con mucho coraje y decisión rechazamos toda forma de violencia, y la rechazamos porque nos repugna, porque nos duele, porque es más fuerte aún el sonar de los tambores en nuestros corazones, que laten con ahínco, que nos predisponen a oír el mensaje que los sabios han lanzado a los vientos y nos llega a lo más profundo de nuestro corazón
La Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia es la muestra de que algo está cambiando, los aires están cambiando, porque cada uno de nosotros contiene una carga luminosa que se introduce danzante en nuestro cuerpo y nos llena de alegría, nos invade de un profundo sentido de la vida jugando a ser como el ave fénix que renace de sus cenizas.
La Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia es la muestra de que algo está cambiando, los aires están cambiando, porque cada uno de nosotros contiene una carga luminosa que se introduce danzante en nuestro cuerpo y nos llena de alegría, nos invade de un profundo sentido de la vida jugando a ser como el ave fénix que renace de sus cenizas.
Hoy nosotros luchamos para que los tiempos violentos sean cenizas, para que éstas se escurran cual arena y renazcan en todos los humanos este sonar, este destello en nuestros ojos, este nuevo sol que ilumina UNA NACIÓN HUMANA UNIVERSAL.
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