¡Que diferente siento!
Diferente es todo desde sus inicios.
Diferentes fueron,
cada uno en su tiempo, todos los retiros.
Y, en estos dos días, al juntarnos todos, ¿cerramos un ciclo?
Hasta llegar a ellos hemos hecho historia,
la hemos revisado y la hemos escrito.
Practicamos, juntos, en grupos de amigos,
de forma didáctica muchos ejercicios.
Y, con alguno de ellos, quizá especial:
¡ahora lo haces tu! ¡ahora tu eres guía!
Hemos roto el aire con llantos y gritos;
a hacer transferencias, hemos aprendido.
Y quizás alguno, haya transferido
la cuenta bancaria a un ser muy querido.
¡Mas bien será un clima o, tan solo, un guiño!
¡Ja que ja, que lío!
¡Todo será, reconciliación y mucho cariño!
Siguiendo sin bromas, poniéndonos serios;
y, tras estas lides, de nivelación,
¿qué hemos aprendido?
Mira tu por donde,
aunque tu lo digas, yo no te lo digo.
¡Ji, ji, qué bicho más grande!
¡Qué grande y que bicho!
A jugar, aún más, yo he aprendido.
¡Vaya, me despisto!
Siguiendo adelante, retomando el hilo;
¡que hermoso retiro!
Y, desde el primer día, que buenos amigos
los que encontramos y los que no vimos.
Abrazos, Aurelio, besitos Aurora,
abrazos Raúl, cariños María,
besos Carmencita y a ti Isabel…
y, a tantos otros mil besos ahora.
Y ya en el Parque, ¡vaya con las colas!
¡Los ordenadores se han revelado,
no guardan archivos!
Bien, se ha arreglado,
en este guardáis desde los Cds.,
y en este usáis solo los Pendrives.
Tras los prolegómenos, en un ritmo amable
entramos en tiempos de esclarecimiento.
Son cuatro las formas con las que acercarse
al mundo sin nombre de lo inefable.
En el primer día, vimos, suave, suave,
suave; la frondosa alquimia.
Son tiempos de tierra, de cisnes y vidrio.
Ahora nos vamos, a tomar café,
también degustamos algún tente en pie,
y, abriendo la boca, también departimos.
El fuego inducido potencia los cambios,
en destellos de oro se verá el Espíritu.
Hay un buen paréntesis, ya comimos bien,
entre los amigos hablamos de todo
dormimos la siesta, aunque no dormimos;
y luego tomamos, leche y más café.
Con la energética, cálido pasaje.
Tiempos con Propósito, centros productores
de pura energía, revelan colores nunca conocidos
y, en el complemento, colores oníricos.
Un descanso, otro, uno dos y tres,
miramos, lo dicho, ahora por delante,
luego, del revés.
El color de la viva luz mostrará el Espíritu.
Nos vamos, ahora, se acabó este día,
mañana seguiremos con las otras dos vías.
Una leve cena y un par de esas risas
que llevan al sueño con una sonrisa.
¡Jo, que buenos sueños!
Un desayunito con café cargado,
Bien, qué alegría, abiertos los ojos
al parque, de nuevo ya, nos acercamos.
Otra vez las ocho, el segundo día,
una pequeña cola, sentidos abrazos,
un bostezo ahora y, un abrazo más.
¡Qué gran alegría!
Sigue adelante, la vía mental.
Tiempos de meditación, el yo y lo otro
y todas las cosas; todas, son iguales,
y todo es lo mismo.
Descanso entre tiempos,
cafés amigables, paseos sin prisa.
Y, nos acercamos hacia
en el corazón, sentimos la vida.
La forma mental rompe el solipsismo.
En todo se refleja el todo; y, todo, es Espíritu.
Ala, mis amigos vamos a parar;
comamos, bebamos;
tengamos, si es el caso, un largo charlar.
En un rinconcillo nos hemos sentado
y, de buena gana, hemos almorzado,
y hemos bromeado con la idea pura
de un buen bocadillo de jamón serrano.
Ja, ja, ja.
¡Qué buena comida!
Por último vimos la morfología.
¿Es la forma pura otra realidad?
Son tiempos de forma sin fondo,
planos espaciales,
esferas que cambian en formas florales.
Tiempos con Propósito.
Ahora un descansito…
Con la geometría tomamos café.
¡Jo, que divertido!
Yolanda, la reina, en su trono de aire,
risueña y burlona, casi está de pié.
Querido Jose; ¿tú, como lo ves?
Yo tengo el cerebro puesto del envés.
Porfa… más café.
Vamos, vamos, vamos.
Allez, allez, mon dieu.
En la forma pura, el vacío se abre.
En el fondo está el espacio – uno,
el espacio Profundo, el espacio Sagrado
en el que se ubica el Espíritu puro.
De las disciplinas, igual que del resto,
ya nada sabíamos, y nada sabemos.
Tras el devenir de engañosos sentidos,
de errónea conciencia y memoria corta,
de un yo que es esclavo de un sueño
en que cree ser el dueño del mar,
del cielo y la tierra;
se intuye otra vida, el sonido inaudible de otra realidad.
A veces te llegan, desde otros espacios,
olores de amor, sonidos táctiles,
melodías de luz, visiones de un cuarzo
tan puro, tan cálido.
A veces te llega, desde lo profundo,
un sentir certero de que tu no eres tu, ni yo,
sino que eres parte de un mundo sin límites,
del nosotros puro que el amor formó.
Ay, que terminamos. ¿Qué pasará ahora?
Mira como Tomy, sigue con sus bromas.
¡Mira como el tiempo, jugando, se dobla!
Vaya, ya lo dijo… ¿Será otro juego?
A partir del 28 de diciembre…
Aquellos que quieran, los que deseemos,
que mandemos un e-mail con la disciplina
en la que soñemos.
Vaya, los maestros, siempre cariñosos,
y tan juguetones,
a partir de ahora, para los que quieran,
gustosos responden a toda consulta,
las dudas, las certezas u otras razones.
y la no violencia, en un paso empieza.
Con su actividad y su buena marcha
o su marcha lenta,
llegará el momento sin darnos ni cuenta.
Mil gracias, Maestros, mil gracias, Discípulos
por este retiro tan bien construido
y tan bien vivido.
Un beso, un abrazo, un chocar de manos,
uno y otro mas, cien abrazos calidos,
¿trescientos ya van?
Hasta pronto amigos, que nos vamos ya.
Desde el monolito llega un aire de aves
y un rayo de sol que cierra la tarde.
Besos Aurorita, dulce Isabel…
¡Um, que buen abrazo!
Así, el afecto, es como de miel.
Y, tras despedirnos, vaya, caigo ahora,
que el tiempo fue tan suave,
que ninguno, por el, pedimos la hora.
Seguimos caminando,
y es algo inolvidable.
Antonio Gancedo
23/09/2009
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